Comerte Entera | Keisuke Baji.

Dos

[T/n]

Despierto en la cama de Baji, después de haber cenado, subimos a su cuarto a dormir, en realidad no platicamos sobre nada, solo me dijo que su mamá estaba en viaje de negocios y contó un poco sobre Mikey.

Me sentía demasiado extraña, algo no marchaba bien. Mi corazón dolía, mirarlo acostado a lado de mí, me estaba doliendo.

Yo sé que me usó solamente, aún así no me puedo sentir más que afortunada.

Estoy mal, yo sé que lo estoy, no debería de ponerme feliz porque alguien me use, pero deben entenderme, Baji me gusta desde más de la mitad de mi vida, desde que se iba a atrever a besarme por lo menos, yo siento que floto sobre nubes rosas.

Miro la hora en mi teléfono, 10:30 pm. Algo tenía que hacer...

Mierda, el ensayo. 

Me levanto rápidamente colocándome el resto de mi ropa, Baji sigue profundamente dormido, no quiero despertarlo.

Me vestí rápido pero silenciosamente, igual si me está usando, no hará falta que le de explicaciones de por qué me fui temprano. Quisiera quedarme y abrazarlo todo el día. Pero mi corazón no lo soportará.

Doy una última mirada antes de salir por la puerta de su cuarto, está acostado boca abajo abrazando su almohada desde arriba. No quiero que esta sea la única vez que puedo tenerte así de cerca.

Escucho que suelta un quejido y salgo rápidamente de la habitación escaleras abajo, tomo mi abrigo de la sala teniendo pequeños flashes de lo que hice en ese sillón.

Un escalofrío recorre mi espalda por el recuerdo mental de Baji ahorcándome.

Salgo de la casa apresurada en busca de la parada del autobús, al encontrarla subo de inmediato pagando mi pasaje y el trayecto a casa es más rápido mientras evito pensar en Baji.

Me distraje mirando redes sociales, Emma y Draken habían subido una foto juntos que parecía de hace tiempo. Me alegra que el amor imposible de Emma se haya hecho realidad aunque sea después de tanto tiempo.

El mío también se volvió realidad... Aunque sea solo por una noche.

Mi corazón duele de nuevo, sé que no pasará a más con él y aún así me estoy inventando escenarios en mi mente de lo que quisiera tener con él.

Antes de lo esperado ya estoy en la esquina de mi hogar, bajo y lo primero que veo son 3 motos esperándome ahí.

Mitsuya, Mikey y Draken están sentados en la banqueta a lado de sus motocicletas mientras bebían un jugo en caja.

En cuánto me ven, los tres se ponen de pie inmediatamente aún con su jugo en caja mientras me ven molestos.

—¿¡Dónde estabas!? —pregunta Mikey molesto con el popote en su boca.

—¡Estábamos preocupadísimos! —exclama Mitsuya poniendo una mano en su cadera.

Draken me escanea de arriba abajo con el gesto de sospecha y luego alza su ceja con una sonrisa mientras se inclina hacia mí.

—¿Con quién estuviste? —sonríe.

Oh no, seguro tengo marcas por todo mi cuello.

Lo tapo con mi abrigo sintiendo vergüenza y el rubor subir por mis mejillas. Mitsuya y Mikey se miraban con sospecha mientras Draken mantenía su sonrisa amplia.

—No es nadie —respondo nerviosa.

Mikey asiente con sorpresa mientras se tapa la boca y sonríe.