Comerte Entera | Keisuke Baji.

Cinco

Intimidación

[T/n]

Al día siguiente, llego a dónde estaría la reunión de la primera división.

¿Ver cómo peleo? ¡Pero si ya me ha visto por lo menos unas 3 veces!

Parece que llego demasiado temprano, estoy segura de que Baji dijo a las 6, pero no hay nadie cerca. Me siento en el templo revisando mi teléfono un momento.

Alguien me arrebata el aparato y me levanto para alcanzarlo.

Baji alza su brazo para que sea imposible que lo agarre, me sonríe divertido.

Al verlo feliz, mis mejillas se sonrojan observando su rostro, mi corazón vuelve a acelerarse de la misma manera que antes, pero también me duele.

Me impulso del banco en donde estaba antes y salto tomando el teléfono de su mano y regresando a mi posición anterior.

—Presumida —dice en tono de burla.

Baji comienza a caminar hacia adelante, el espacio amplio del lugar, el atardecer está por llegar. Él se pone frente a mí con un rostro serio.

—Pensé que sería reunión con toda la división que diriges.

Él ríe levemente llenando mi estómago de un revoltijo y mi mente en blanco.

—No los necesito para que me enseñes como peleas.

Él me hace un gesto de que comience, sonrío ante la sugerencia e intento soltarle un puñetazo, pero lo esquiva como si nada.

—¿Te das cuenta de que te concentras más en tu oponente que en lo cuidadosa que debes de ser? —habla mientras ata su cabello— tienes que tener cuidado o terminaras en el hospital cada pelea en la que te enfrentes.

Baji se pone en posición de pelea, imito la postura y me agacho para darle una patada en las rodillas pero él vuelve a moverse.

—El que yo esté en cierta posición, no significa que tienes que imitarla —se acerca a mí con velocidad dando unos ligeros golpes en mi estómago y dejando caer mi cuerpo al piso mientras sostiene mi cabeza con una de sus manos— es cuestión de analizar como puedes derribar a tu oponente sin arriesgar tu vida.

Mi respiración falla por unos segundos al verlo de nuevo encima de mí con el rostro relajado, me ayuda a levantarme extendiendo su mano y vuelve a ponerse en pose de pelea.

—Entonces... ¿Cómo se supone que debo de intentar dar un golpe si no analizo de más al oponente? —pregunto haciendo el mismo tipo de coleta con mi cabello.

—Cuida primero tu postura —se para a mi lado relajando su cuerpo— es más sencillo enseñarte esto ya que tienes entrenamiento, pero solo te han estado enseñando a atacar, no a defenderte, por eso te lastimaste el pie.

Baji toma mi codo izquierdo bajándolo un poco más hacia mi cintura, al igual que el derecho. Con su pie mueve mi rodilla izquierda más adelante de lo que estaba pero un poco inclinada hacia atrás.

Se vuelve a parar frente a mí con la posición de pelea. Su puño derecho viene hacia mi rostro con velocidad, me agacho rápidamente y le logró atinar un puñetazo en su estómago.