Diecinueve

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Conflicto

[T/n]

Draken y Takemichi solo sugieren esperar a que se den las cosas como debe ser y si empieza a llover comenzaremos a actuar.

Me quedo sola con Baji, la tarde ha caído y él se mantiene en silencio nuevamente.

Alimento al gato sintiendo la mirada de Baji sobre mí, no sé si intenta decirme algo o simplemente está molesto que no le haya dicho solo a él qué pasó.

—¿Debería de seguirte a todos lados? —pregunto enojada — Así me aseguraré que nada te pasará.

Él no responde y sube las escaleras hacia la habitación, ignora mi presencia por completo.

—Carajo, te estoy hablando —replicó deteniéndolo.

—¿Qué quieres, t/n? —responde indiferente sin mirarme.

Mi rabia me recorre en la sangre rápidamente haciendo que me sea imposible de controlar lo que sale de mi boca.

—¿Por qué me haces parecer como una maldita loca, eh? —replico.

—¿Por qué te pones tan desesperada, t/n? —exclama quitándose sus zapatos acostándose en la cama.

—¿Por qué tomas esto con tanta calma, Keisuke? —reclamo mirándolo sentado.

—¡No es como que esté en tus manos cambiar el futuro de todos! ¡A VECES NO PODRÁS SALVAR A TODOS! —hace una pequeña pausa bufando— Así como no estoy seguro de que podremos salvar a Mikey.

Pone sus manos detrás de su cabeza mirando hacia la ventana, Nieve se sube en su regazo observándome.

Siento que mi estrés está en la punta de mis dedos, no sé por qué está tan tranquilo con la situación.

—¡Me estoy rompiendo la maldita cabeza por tratar de salvarte y parece que no te importa! —grito desesperada.

—¡Yo nunca te pedí que me salvaras, t/n! —hace una pausa larga suspirando poniéndose de pie—. Ni ahora y ciertamente no pedí tu ayuda en Halloween —suspira fuertemente señalándome— No necesito que me salves, yo sé cuidarme solo.

Mi corazón se rompe al escuchar aquellas palabras salir de sus labios, al mismo tiempo las lágrimas corren desesperadamente por mis mejillas.

Él se arrepiente de lo que dice e intenta abrazarme en forma de disculpa, quito sus manos haciendo mi cuerpo para atrás con lentitud.

—Tienes razón —suelto desconsolada—. Yo te salvé sola, sin tu ayuda. Pero creo que ahora eso no te importa, ni siquiera porque tenemos una relación.

Tomo mi mochila de la escuela metiendo un par de ropa y mis tenis blancos.

Bajo las escaleras rápidamente, él me sigue con lentitud y me mira a la lejanía.

—Carajo, Baji podrías dejar de ser egoísta por un momento en tu maldita vida y pensar en las personas que te aman —limpio mi rostro— ¡LAS PERSONAS A LAS QUE LES PREOCUPA TU MALDITO BIENESTAR! ¡PIENSA EN TU MAMÁ, EN CHIFUYU, EN DRAKEN, EN MITSUYA, EN MÍ POR EL AMOR DE DIOS!

Recojo mis cosas del sillón rápidamente metiéndolas a mi mochila, él permanece estático en su lugar.

—¡Y de nuevo metes al pelón a la conversación, T/n! —exclama molesto— ¡Si tanto te preocupa lo que piense él, deberías de hablarle! ¡DESPUÉS DE LO DE EMMA ES LO MENOS QUE PUEDES HACER POR ÉL!

Lo miro indignada colgando las correas de la mochila en mis hombros. No dejan de caer las lágrimas sobre mí y ya no puedo tener filtro alguno sobre lo que pude decir.

Comerte Entera | Keisuke Baji.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora