Comerte Entera | Keisuke Baji.

Diecisiete

Una nueva pandilla

[Narrador]

Hanagaki regresa aturdido del viaje que acaba de hacer, corre bajo la lluvia camino a casa del pelinegro.

Ni los carros o transeúntes lo detienen, tiene que llegar ahí a cómo de lugar, mientras piensa en un plan nota como las cosas han cambiado al igual que él.

Parece que ha pasado un año desde la última vez que estuvo en el pasado, miles de pensamientos corren por su cabeza y finalmente llega a su destino.

Toca la puerta múltiples veces esperando una respuesta, la puerta se abre revelando a la chica alta con una coleta en su cabello, lo mira sorpresivamente de verlo ahí en la casa del pelinegro.

Takemichi, al ver lo que podría pasarle a ella en el futuro suelta lágrimas sin cesar, cayendo rendido en el pórtico de la pequeña casa.

—¡No llores! —exclama ella confundida y lo invita a pasar— ¿Qué te pasó?

Hanagaki no puede ponerse de pie ni dejar de llorar incontrolablemente, la chica lo levanta y lo sienta en la sala.

—¡Cielo! —grita ella a las escaleras— ¡Ven a ayudarme, por favor!

Baji baja corriendo con un cepillo de dientes en su boca y su cabello mojado, trae puesto un pants de color azul así como una playera blanca de tirantes.

Mira a todos lados buscando algún peligro pero solo ve a T/n tratando de consolar a Takemichi mientras él no deja de llorar.

—¿Qué haces aquí? —pregunta el peli negro confundido— ¿Vienes del futuro? Carajo, eres el del futuro.

—¿Cómo adivinaste eso con solo verlo llorar? —cuestiona ella alzando una ceja.

—El Takemichi actual no llora tanto y no nos había visitado —responde Baji como si fuera lo más evidente del mundo.

El pelinegro va hacia el baño de la planta baja terminando de enjuagar sus dientes para después salir y ver a Hanagaki más tranquilo y a su novia sentada sin saber qué hacer con él.

—¿Qué pasó, Takemichi?

—Casi todos tenían su final feliz, tú tenías tu tienda de mascotas, Draken-kun el taller de motos, los Kawata con su puesto de ramen, pero... —solloza un poco más— T/n y Mikey no estaban bien...

—¿Yo? ¿Ahora qué hice? —ella lo mira con sospecha y un poco ofendida.

Hanagaki procede a explicarles todo lo que él supo de ella desde el día en que llegó hasta el día en que encontró a Mikey en la nueva pandilla llamada Bonten, donde encontró a ella con un rostro devastado y se enteró que los hermanos Haitani y alguien que se llama Sanzu de cabello rosa.

Ambos escuchan su historia con un rostro serio, digieren la información que se les está llegando de apoco y después de a golpe.

—¿Y hay una manera de que podamos detener ese futuro? —Baji se pone de pie soltando de la mano a su pareja.

—Si yo ya he vuelto de nuevo, hay manera de que podamos cambiar las cosas...

—No sé si haya una manera de cambiar a Mikey, Takemichi —interrumpe ella—. Él ya se ha alejado de todos nosotros y fundó la Kanto Manji hace no más de 6 meses, hacen disturbios por todos lados siendo la pandilla más problemática por el momento.

—Sí... —continúa el pelinegro— Mikey enloqueció desde la muerte de Emma... No es el mismo que conozco desde hace años.

—¿Qué podemos hacer entonces? —pregunta el rubio.