Comerte Entera | Keisuke Baji.

Cuatro

Propuesta

[T/n]

Mis días de descanso habían terminado y mi pie estaba mejor.

Era de noche y me encontraba en la casa de Emma con Hina, nos habíamos pintado las uñas y puesto mascarillas. Les contaba sobre Baji y yo, ellas me observaban con asombro ante todo lo que les decía.

También hablé sobre la pelea que hubo y como me lastime mi pie.

—¿Y le mandaste mensaje a Inupi? —pregunta Hina quitándose la mascarilla de su cara.

Negué con la cabeza avergonzada, ambas me miran con sorpresa acercándose demasiado a mí.

—¡¿Por qué?! —exclaman al unísono.

—¡No sé qué decirle! Estuve intentando mandarle algún mensaje pero no pude, solo lo agregué pero no he podido hacer nada.

—Mandémosle mensaje ahorita —sugiere Emma tomando mi teléfono bruscamente.

Ambas ríen con maldad pero antes de poder desbloquearlo escuchamos ruido en la planta baja.

Me paro asomando mi cabeza por la puerta, Emma y Hina hacen lo mismo.

—¡Emma! —gritan desde las escaleras y reconozco la voz de inmediato.

Me hago hacia atrás arrastrándome con mis piernas, me colocó frente al espejo retirando la mascarilla de mi cara. Hina se vuelve sentar en el piso tomando de su agua.

Draken abre la puerta de par en par con una sonrisa amplia en su rostro, ve a Emma y la toma de la cintura para darle un beso en los labios. Veo como Hina los mira con ternura cuando lo único que pasa por mi mente es envidia.

—¿Estás ebrio? —dice Emma cuando la pone en el piso de nuevo.

Él junta su dedo índice y pulgar mientras murmura "poquito", Emma le da un golpe en el brazo cuando vuelve a reír.

El rubio se sienta a lado de mí en el piso cruzando sus enormes piernas, me mira con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

Termino de quitarme la mascarilla tirándola a la basura.

—¿Se te ofrece algo? —pregunto burlona.

Me pongo de pie cepillando mi cabello, él sigue en el piso y se para a mi lado recargándose en el mueble.

—¿De qué sirvió que *hic* te dijera lo de Baji si de todos modos ibas a *hic* hacer lo que se te dio la gana? —dice con tono de borracho.

Lo miro por el reflejo del espejo riendo, Hina y Emma ven la dinámica de ambos riendo. Draken se sienta en la cama acostándose por completo.

—Debiste decirlo antes, semejante idiota.

Draken se para nuevamente mirándome con molestia, está por decir algo cuando se escucha a alguien gritarle por las escaleras.

—¡Ken-Chin!

Mikey entra al cuarto viéndonos y saluda como siempre, desde lejos agitando su mano.

—Mitsuya te está buscando —dice Mikey y Draken se pone de pie como puede.

Antes de salir junto con Mikey, Draken se detiene en el marco de la puerta volteando a verme mientras me señala con un dedo.

—¡Más te vale bajar a beber, t/n! —acusa molesto y sale de la habitación.

Las tres reímos ante su actitud, nos quedamos pensando si era buena idea, escuchamos que la música subió de volumen y los gritos aumentaron.

—Deberíamos de vigilarlos por si hacen algo malo —habla Hina segura de sí.