𝐹𝑂𝑅𝐸𝑉𝐸𝑅 | ᴊᴀᴄᴏʙ ʙᴀʀʙᴇʀ [✔]

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 19:ᴅɪsᴀᴘᴘᴇᴀʀᴀɴᴄᴇ

Capítulo 19:Desapareción

Lara

Playa, sol, arena y personas, era lo que abundaba en esta parte de México, Jacob y yo nos encontrábamos sentados en el sillón esperando a nuestros padres, mientras yo veía fotos viejas en mi celular, noté que el conversaba con alguien.

-Sol feliz–Dijo la chica rubia y yo fruncí el ceño.

-¿Qué?–Preguntó Jacob confundido.

-La contraseña del internet del hotel–Contesto.

Rode los ojos molesta, ¿Así o más obvia? Seguí mirando mi teléfono con una cara de pocos amigos, Jacob seguía hablando con la chica mientras reían.

Al cabo de unos minutos, todo volvió a ser silencio, miraba mi celular de mal humor, ya había visto casi todas mis fotos.

-Oye Lara–Llamó–Conseguí la clave del internet–Celebro alegre.

-Ok–Contesté, suspirando.

Guarde el celular en mi bolsa del pantalon, dispuesta a levantarme, pero al hacerlo Jacob tomo mi muñeca, le miré con el ceño fruncido.

-¿Pasa algo?–Pregunte.

-Tambien me pregunto eso–Dijo con una notable cara confundida.

-No pasa nada–Contesté, traté de irme de nuevo pero nuevamente no me lo permitió.

-¿Estás celosa?–El sonrió divertido.

-Claro que no–Bufé.

-Oh, claro que lo estás–Me señaló.

-¡Que no!–Los dos comenzamos a reír.

Después de unos minutos, nuestros padres llegaron, nos asignaron una habitación con 4 cuartos, así que cada quien tenía el suyo, el día de hoy habría sido totalmente increíble, sino fuera porque Jacob había aceptado ir a una fiesta con la tal Hope.

Había decidido quedarme porque realmente quería descansar, no solo de lo que hice en el día, sino del estrés que había experimentado en los últimos días.

Con mi madre en la playa y los padres de Andy celebrando su aniversario, quedé en mi habitación mirando mi celular, fue cuando el sonido de la puerta sonó, tal vez sea mamá o los Barber, seguí con lo mío y unos 8 minutos después, alguien tocó mi puerta.

-¿Quién?–Pregunté sentandome en la cama.

-Soy yo, Jacob–Contestó y rápido me acomode en mi lugar.

-Puedes pasar–Hable y el abrió la puerta.

Tenia una camisa azul marino y unos pantalones negros, un reloj del mismo color en su muñeca izquierda y su cabello algo alborotado.