-2-

312 41 21
                                    


Días Después...
Castillo de Hjörd Kingdom.

Alain nadaba entre la conciencia y la inconsciencia, al parecer estaba más cansado de lo que había creído, por extraño que pareciera a pesar de no saber con certeza donde se encontraba se sentía seguro, pues percibía una presencia reconfortante y protectora a su lado.

Habían pasado dos días desde que el hechicero Alain hubiera acudido a pedir ayuda a su rey, mientras el joven se recuperaba de su agotamiento pues según el sanador había llegado a su límite tanto física, como mental y energéticamente, era una cosa que hablaba de su perseverancia que llegase ante Párduc y dar su solicitud antes de caer inconsciente.

Desde entonces el pueblo de Alain había recibido la pronta ayuda solicitada y la frontera norte fue eficientemente reforzada, el consejero real Patreuk y Mitril el general del ejército parecían demostrar mucho interés por aquel clan, al cual había visitado también por el consejero por solicitud de su primo el rey.

En ese momento, una pantera negra accedía a las habitaciones reales que pertenecían al rey, su piel era brillante y parecía suave al tacto, los músculos se movían bajo aquel pelaje oscuro mientras la poderosa criatura se movía con seguridad por el lugar.

De repente las garras dejaron de serlo y le dieron paso a un par de piernas cuyos pies descalzos caminaron hacia una silla donde reposaba una bata oscura con bordados en oro y plata, la persona que no era otra más que Párduc camino hasta la cama donde descansaba Alain y le acarició el rostro deleitándose con la suavidad de su piel, un gruñido bajo agitaba su pecho.

Luego de unas pocas caricias, Párduc decidió ponerse ropa para esperar a que el sanador se presentará a revisar a Alain, el rey esperaba que fuera la última revisión para que el joven despertara, pues se moría de ganas por conocer a su pareja destinada y poder comenzar con el cortejo el cual daría resultado que al fin se pudiera acoplar con su otra mitad.

Momentos después...

El sanador estaba sentado al borde de la cama culminando con la revisión del hechicero, sus dedos tocaban la muñeca del joven sintiendo su flujo mágico -Todo está en orden majestad- dijo el hombre tratando de no mostrarse intimidado ante la mirada de aquellos ojos oscuros que seguían sus movimientos con atención -En cualquier momento el joven hechicero despertara- explico soltando la muñeca que sostenía para ponerse en pie -Su magia está estable y su energía se ha armonizado con su mente, las heridas han cerrado satisfactoriamente, aún debe tomarse la pócima por unos días pero ya está recuperado-

-Sus servicios serán recompensados sanador Alardorf, puede retirarse- dijo el rey sin apartar la mirada de Alain pero con sus sentidos alertas.

-Ha sido un placer majestad- tras una reverencia el sanador salió de la habitación después de recibir el permiso del rey con un gesto de mano.

Al quedarse a solas, Párduc camino hacía la cama y se sentó en ella al lado del castaño para tomar la mano blanca entre la suya más oscura y llevarla a sus labios para depositar un beso sobre los nudillos.

-Al fin nos hemos encontrado mi preciosa alma gemela- murmuró para inspirar profundamente llenando sus pulmones de la deliciosa fragancia a canela y hierba buena del hechicero.

Con suavidad volvió a depositar la mano sobre la cama y tras una última mirada al joven durmiente se puso en pie aunque reticente con el propósito de salir de la habitación, cuando tocó la puerta para abrirla...

Se giro rápidamente y regreso al lado de Alain.

El joven había soltado un quejido y su corazón compensaba a latir un poco más acelerado saliendo de su estado de reposo.

Alain parpadeo y abrió sus ojos violetas para encontrarse con los de la persona que percibía a su lado -¡Rey Párduc!- trato de sentarse.

-Despacio- aconsejo el moreno apoyando una mano en el pecho del contrario.

-Yo... ¿Qué ha pasado?- cuestionó el joven un poco asombrado por las atenciones que el rey le prodigaba ayudándole a sentarse cómodamente.

-Han pasado dos días desde que viniste a solicitar ayuda...- al ver como los ojos del hechicero se abrían entre el asombro y la preocupación se apresuró a agregar -Pero todo se ha resuelto, detuvimos la invasión y le préstamos asistencia a tu clan-

Alain suspiro aliviado y se recostó en las mullidas almohadas -Que bueno, eso es muy bueno-

Párduc sonrió de medio lado para sorpresa del joven, quien sabía sobre los rumores de que el rey poco mostraba sus emociones y mucho menos una sonrisa -Es una maravilla que hayas vendido tú, Alain Ametystowi y que al fin nos encontráramos- le acarició la mejilla.

Los ojos amatistas se abrieron como dos lunas llenas mientras Alain se llevaba una mano a la boca, su magia se agitó levantándose como una ola para abrazar la figura metafísica que era la pantera conectada al alma del rey.

-No puede ser- los ojos violetas se inundaron de lágrimas de alegría mientras veía como los ojos oscuros de Párduc brillaron violetas por un instante, lo que daba más énfasis a lo que les conectaba como almas gemelas, pues los ojos de un cambiaformas que reflejaban su parte animal brillaban de un color igual o muy similar al de los de sus parejas destinadas.

-Lo es querido, luego de tanto esperar y buscar llegas a mi, a mi propio hogar- dijo mirándolo con maravilla en sus ojos ónices mientras con el pulgar de la mano que mantenía en la mejilla del menor acariciaba su piel.

Tentativamente, Alain acercó su temblorosa mano hacia el rostro del rey hasta que tocó la cálida piel sintiendo la barba bajo su tacto -Eres mi alma gemela-

-Lo soy- afirmó el moreno inclinándose al toque de la mano de su destinado.

Alain soltó una risita cuando escucho y sintió como el mayor soltaba un ronroneo bajo "Cierto es un cambiaformas pantera" pensó para sí -Me alegra muchísimo el haberme ofrecido a venir-

-Y yo de que lo hicieras- dijo inclinándose había el castaño, mientras este se acercaba a él.

Así, como dos polos que se atraen, se encontraron en medio del camino y sus labios se juntaron en un beso, comenzó como un suave caricia hasta que fue subiendo de intensidad, se separaron abrazos y recuperando el aliento.

Párduc apoyo su frente en el hombro de su destinado inhalando profusamente para regodearse en el aroma de aquella persona que era su otra mitad, sonrió como nunca al escuchar la risita de Alain al hacerle cosquillas con su barba.

El hechicero se dejó llevar por las gratas sensaciones y rodeo la cintura del cambiaformas con sus brazos.

Mientras el pantera envolvió sus hombros y murmuró -Te cortejare como te mereces y cuando termine el mes te marcaré como mío para siempre-

Alain jadeo emocionado ante las declaraciones del rey y se apoyó en él, sintiéndose en casa, cálido y seguro -Lo esperó con ansias-

Párduc se sentó recto sin soltar a Alain, alzó una mano y apoyándola bajo el mentón del joven elevó su rostro, inclinándose hacia el castaño -Yo más, yo más- afirmó sobre sus labios.

Finalmente el rey atrapo de nuevo los labios de su pareja destinada entre los suyos y ambos bebieron de la boca ajena como sedientos luego de haber estado perdidos en el desierto, la pantera rugió y la magia le respondió, entrelazándose, haciendo que la sangre en sus venas cantará y que cada célula de sus cuerpos vibrara de emoción.

---------------*------------
Disculpen los posibles errores.
GRACIAS.

HJÖRÐ KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora