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Dos Semanas Antes.
Clan Lunaris…

Patreuk Farkas el consejero real, llegaba al pueblo en el que vivía el clan Lunaris para asegurarse de que todo estuviera en orden por petición del rey, algo que le extrañó, pero el olor de su primo al ver a aquel hechicero de ojos violetas le tenía casi seguro de que su sospecha era cierta y que al fin el reino tendría un consorte real.

-Alfa- llamo uno de los lobos de su manada en pose respetuosa pidiendo ordenes en silencio.

-Ayuden a reconstruir daños y a atender heridos- ordeno Patreuk -Ya Mitril se encargo de la parte de la acción-

-Como ordene alfa- dijo respetuoso el hombre y se fue.

Mitril vio a su hermano y se acercó a él -¿También te envío Párduc?- cuestionó  al estar a su lado.

-Sí, sospecho que quiere asegurarse de que el pueblo de su pareja este bien- afirmó el ojigris al general del ejército, pero su segundo al mando.

Mitril sonrió de medio lado -Así que pronto tendremos consorte para la corona- aseguró sabiendo que las sospechas de su alfa raramente se equivocaban.

-Así es…- afirmó entre alegre y burlón -¿Todo en orden acá?- paso a temas más serios.

-Sí- respondió el de ojos caoba -He mandado a varios de mi escuadrón a peinar el área en búsqueda de posibles rezagados-

-Esos incordios- gruño molesto pensando en los atacantes -¿Hay pedidas de vidas?-

-No, muchos heridos pero por suerte nadie murió- respondió Mitril muy satisfecho por ello.

Patreuk suspiro aliviado, en ese momento se escucho el chillido de dos águilas que volaron hacia ellos y dos personas tocaron el suelo instantes después envueltos por leves capas de plumas en los sitios correctos.

-¿Cuál es su reporte Pólux y Ágata?- pregunto Mitril a los jefes del escuadrón de vigilancia y mensajería.

-Encontramos un par de rezagados en las montañas inferiores- respondió el rubio de ojos azules que respondía al nombre de Pólux.

La cobriza de ojos claros que era Ágata aseguró sonriendo de medio lado -Pero nos hemos encargado de ellos- parecía muy satisfecha.

-Muy bien, den una última ronda y vuelvan al castillo a descansar- ordenó Mitril satisfecho por los servicios de aquellos dos.

-Nos vemos luego jefes y no sé pierdan- dijo risueña la chica y tomo su forma de águila para enseguida levantar vuelo.

-Hasta luego- dijo Pólux sonriendo y negando la cabeza ante las picardías de su pareja, tomo su forma de águila y le siguió.

-Esa chica es una rebelde- afirmó Patreuk medio en broma y medio molesto.

-Es joven- defendió Mitril.

El viento se alzó agradablemente en aquella área montañosa, los cabellos de aquellos dos lobos se agitaron por la caricia de la brisa.

-Tu siempre…- las palabras muriendo en la boca del rubio cuando un olor golpeó sus fosas nasales, un gruñido brotó de su garganta y sus ojos brillaron verdes por un instante cuando percibió la fragancia de arándanos y menta.

-¿Qué..?- la pregunta de Mitril se vio interrumpida ante la marcha de su alfa quién ignorándolo se fue a saber dónde -Y a este que le pasa…- cuando iba ir tras el rubio algo lo detuvo.

El olor a vainilla mezclado con el de caramelo fue como una bofetada de aroma que golpeó su nariz, Mitril jadeo mientras sus ojos brillaron azules por unos segundos -Pareja- murmuró para ir tras la deliciosa fragancia.

HJÖRÐ KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora