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-Epílogo-

Años después…

 

Castillo  de Hjörd Kingdom.

Habitación real.

 

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-Párduc, se nos va a hacer tarde- jadeo Alain sobre sus rodillas y manos.

-Aun falta para que lleguen- gruño el moreno embistiéndole mientras que le sostenía las caderas con las manos.

-Sí se nos hace… Tarde dormirás… Aahh ah… Solo… Esta… Noche-  hablo con voz entrecortada.

Párduc aceleró los empujes y Alain no pudo seguir hablando, porque solo gemidos o jadeos, entre palabras  inentendibles salían de su boca.

 

El pantera se inclinó sobre el cuerpo de su compañero repartiendo besos hasta que llego a su cuello, sin dejar de moverse sostuvo la trenza en la que estaba atado el cabello castaño y giro el rostro de su pareja para compartir un beso ardiente.

-Ooh Párduc ya…- gimió el castaño impulsando sus caderas hacia atrás para encontrarse con los movimientos del contrario.

-Vamos amor, llega conmigo- gruño el rey sintiéndose cerca del borde con la entrada de su destinado apretándolo deliciosamente.

Los movimientos se aceleraron, las manos atadas de Alain se aferraron a las sábanas de la cama, los gruñidos y gemidos se hacían cada vez más intensos.

El calor se elevaba, se elevaba…

Hasta que explotaron juntos.

Párduc abrazaba a su destinado por la espalda, ambos de medio lado en la cama, mientras repartía besos por sus hombros y soltaba el listón que había mantenido atadas sus manos.

-Tú lo que quieres es hacerme otro cachorro ¿No?- se quejó el hechicero sabiendo seguro que ya lo habrían encargado.

El pantera tomo en brazos a su compañero y se puso en pie -No es mi culpa que me provoques- dijo mientras caminaba hacia el baño.

-¿Qué yo te provocó?- cuestionó fingiendo inocencia.

El moreno se sentó en el borde de la bañera para dejar fluir el agua, mientras sostenía a su compañero sobre sus piernas.

Sujeto su nuca y acerco sus bocas -Te encanta jugar este juego y no lo puedes negar cariño-

-Como mi rey diga- sonrió el hechicero rodeando el cuello del pantera con sus brazos.

Compartieron besos perezosos.

Cuando la bañera se llenó, Párduc los sumergió en el agua -Ahora un baño para recibir a nuestras visitas-

-Los niños estaban muy contentos de ver a sus primos- aseguró Alain depositando un beso en los labios de su destinado el cual este alargó.

Párduc se separó del beso mordiendo levemente el labio de su pareja -Aunque siempre pasan mucho tiempo juntos con los niños de nuestros primos, hacen un revuelo cuando vienen los hijos de mi hermano y su pareja-

-Les gusta mucho jugar con los dragoncitos- se encogió de hombros.

Siguieron hablando mientras se bañaban el uno al otro, si repitieron antes de al fin salir del lugar, nadie los podía culpar…

HJÖRÐ KINGDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora