⚫ 10 ⚫

111 14 1
                                    

Tras haber terminado todo el trabajo extra que tuvo que hacer por la culpa de Bambam, Youngjae decidió que por fin era el momento en que podría tomar un respiro de la molesta burocracia, lo suyo era la calle y la adrenalina, no los papeles y los sellos, por lo que se dispuso a ir por un café como recompensa a su arduo trabajo.

Se levantó del asiento y comenzó a estirarse un poco para deshacerse de las contracturas, tenía ganas de matar a ese desgraciado omega de cabellos pelirrojos los cuales no eran para nada naturales, pero tenía que contenerse, sabía que no le podía propinar ni un insulto porque el muy idiota iría directo y corriendo a contárselo al jefe que por alguna razón que no entendía estaba loco por él.

También tenía otra opción que era matar a Jinyoung en su lugar, el muy desgraciado había huido en la primera que tuvo oportunidad, muy consciente de lo que sería su destino tras haber molestado al omega. Minhyuk quedaba descartado, él se había quedado en el auto todo el rato y en el único momento que apareció fue inmediatamente arrastrado hacia otro lado sin ser consciente de estaba a punto de vivir lo que él consideraba como una tortura moderna.

Con mala cara avanzó por los pasillos ruidosos pero extrañamente vacíos del lugar, su ceño estaba fruncido y por eso los pocos compañeros que se iba cruzando en el camino no se animaban a hablarle, por suerte después de tantos años ya conocían cuando andaba con un humor de perros y no quería que lo molestaran.

—Necesitare un trago después de la salida. —se dijo a sí mismo, mientras se imaginaba distintos y poco probables escenarios de venganza contra el omega.

Llegó a lo que todos los oficiales del lugar llamaban en broma "la cafetería", era el antiguo cuarto de limpieza en el que simplemente habían instalado una mesada y puesto una cafetera en el medio, era poco pero funcional y para él estaba bien porque así podía tener su dosis diaria de cafeína sin tener que molestarse en salir de la estación.

Se extrañó al ver la puerta del lugar cerrada, nadie tenía la costumbre de dejarla así y eso no seguía con su habitual y confortable línea de monotonía.

Tomo el picaporte entre una de sus manos y trato de girarlo en busca de abrir la puerta, pero no lo logró. Bajo la vista extrañado y volvió a repetir el movimiento, nada, alguien había cerrado la puerta con llave y no sabía el porqué.

Noto que alguien pasaba apresurado detrás suyo y se dio la vuelta para interceptarlo antes de que escapase.

—Oye tú. —hablo con voz grave— ¿Sabes por qué la puerta está cerrada?

—No tengo idea. —le respondió nervioso— Pero vi a Bambam y Yugyeom entrando hace diez minutos,

—Ya veo.. —respondió dejando ir el pobre chico, era muy joven, probablemente un recién graduado que solo quería hacer su trabajo sin tener a un oficial enojado encima suyo, no lo culpaba por ello.

Espero hasta que el chico desapareció de su vista, en realidad tenía sus sospechas sobre el porqué de que el cuarto a sus espaldas estaba cerrado con llave.

Cuando se aseguró que no había nadie rondando cerca pegó su oreja a la superficie de la puerta, tuvo que agudizar su sentido de la audición un poco, pero, como sospechaba, pudo escuchar que había gente del otro lado de la puerta.

Dos idiotas, para ser más precisos.

Dos idiotas gimiendo.

Los idiotas de Yugyeom y Bambam que no tienen una mejor idea que ponerse a follar como conejos en celo en medio de la central.

¿Es que acaso no valoraban un poco su trabajo?

Un gemido alto del otro lado respondió a su pregunta.

Not by the Moon || Jackbum/JaeSonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora