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Disclaimer: capitulo resubido por que faltaba una parte. (ups)






Ese lunes en la vida de Jaebeom fue... diferente.

El siempre había sido alguien trabajador, impulsado más por la vocación que por el dinero que el trabajo le dejaba en sí.

Quizás, trabajando de lo que trabajaba aquello podía sonar como algo morboso, pero nada se podía alejar más de la realidad.

Su trabajo en si no era algo que realmente disfrutara, demoños, abría cadáveres todos los días, si en algún momento llegaba a decir que disfrutaba de aquello merecía que lo manden directo al psiquiatra.

A pesar de ello, si podía decir es que ese era el trabajo adecuado para él, alguien que nunca había sentido ese apego irracional hacia la vida y todas las desgracias que podía traer consigo, diariamente podía poner en practica todos los conocimientos que había adquirido sobre el cuerpo humano, o al menos parte de ellos.

Cuando en la universidad había comenzado a hacer sus primeras practicas supo que por mucho que le gustara la carrera, el no estaría dispuesto a estar dos días seguidos sin salir del hospital y sin poder dormir más de dos horas de corrido antes de que alguien viniera a interrumpirlo por que un niño lo suficientemente tonto creía que poniéndose una sábana roja en la espalda realmente adquiría la capacidad de volar, y terminara con una pierna rota en el proceso.

Así que, influenciado en gran parte por su hermano, —ya que según el así lo ayudaría— termino decantándose por la medicina forense.

Conseguir el puesto no le había costado tanto esfuerzo como realmente debía, pues justo cuando buscaba una vacante el medico anterior que ocupaba su puesto había fallecido y solo necesito un poco de ayuda de afuera —los contactos de su hermano— para ocupar su puesto a pesar de la evidente falta de experiencia.

Quizás no era moralmente correcto, pero al final del día nadie le podía reclamar ni decir nada ya que después de todo nunca había cometido algún error, por lo que estaba conforme consigo mismo.

No obstante había días en los que se arrepentía profundamente de haber tomado aquel puesto, en pocos años había llegado a ver cosas más horribles de los que muchos llegaban a ver en una vida, en esos casos, solo podía seguir adelante pensando en que si hacia las cosas bien, podría ayudar a evitar que vengan más víctimas a su camilla.

Suspiro tratando de desviar sus pensamientos, de manera inconsciente pensó en Jackson aquella mañana, una sonrisa adorno su rostro sin que se diera cuenta, al momento de recordar la carita somnolienta del menor cuando llamo a su puerta para avisarle que debía ir a trabajar, pero que le había dejado comida preparada y que solo tenía que calentar.

Recordó el brillo de su piel, sinónimo de que aún no se había lavado la cara, así como sus cabellos yendo en todas direcciones y las leves tiras de luz que se colaban por la ventana y hacían resaltar el tono levemente quemado de su piel.

Sacudió su cabeza al darse cuenta en que dirección se estaban desviando sus pensamientos, no se sentía bien aquello, al menos no ahí, en el lugar en donde se encontraba.

Avanzo un par de pasos, y cuando el frio de la morgue pego en el más de lo usual supo que no iba a ser un buen día.

Tomo el primer expediente de una pequeña pila que había sobre su escritorio, y se dispuso a leerlo. La oficina no era muy grande, y tampoco sabía si la podía contar como tal al no tener cuatro paredes que separaran el escritorio del resto del lugar. La morgue se encontraba en el primer subsuelo del hospital, por ende no tenía ventanas o algún tipo de iluminación que no fuera artificial, eso solía causarle dolores de cabeza después cuando la jornada laboral se extendía más de la cuenta.

Not by the Moon || Jackbum/JaeSonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora