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Mark.

Mark era realmente ese tipo de personas sobre las cuales nunca se podía encontrar una definición correcta por mucho que se la buscara.

Su personalidad podia cambiar olímpicamente dependiendo del ámbito en el que se encontrara.

Posiblemente, lo único de el que solía coincidir en cualquiera de sus facetas es que era un holgazán de primera en donde tuviera la oportunidad.

Por eso, los que no lo hubieran visto trabajar antes, no entendían cómo era posible que sea considerado como uno de los mejores elementos del departamento de investigación del distrito.

No le interesaba explicar el por qué a nadie, era algo demasiado trivial, ya le había demostrado su capacidad a las personas que debía hacerlo y eso le bastaba.

Había muy pocas cosas que le causaran interés, el siempre tomaba en serio los casos que le encargaban, pero casi siempre terminaban siendo la misma mierda, por lo que siempre llegaba a un punto en el que estaba harto, pero de todas formas seguía, pensando que hacia esto para asegurarse de que ningún civil inocente terminara herido o peor por algo que podria haber evitado. 

Si no tenia nada que hacer en la oficina llegaba tarde, como hoy por ejemplo, que recién se dignó a cruzar por el umbral de la puerta cuando el reloj marcaba las diez y tanto de la mañana, su horario de entrada marcaba que debería haber estado allí desde las ocho y treinta.

Algunos apenas si levantaron la vista para mirarlo y dedicarle un saludo corto, nadie le recriminaba nada pues ya lo conocían, y, sabían que por mucho que le insistieran o le echaran la bronca el no dejaría de llegar a la hora en la que se le viniera en gana, de todas formas a nadie le importaba demasiado, quizás solo un poco a su jefe, que había sido bastante pesado durante sus primeros días.

Cuando se integraba alguien nuevo, y notaban su forma de actual, solían preguntar el por que no lo habían despedido todavía, la respuesta siempre era la misma; —"Su desempeño lo compensa, sería tonto darnos el lujo de perderlo".

Pudo escuchar algún que otro murmullo mientras tomaba asiento, los ignoro mientras tronaba los huesos de su espalda, había quedado todo contracturado después de pasar toda la noche pegado a la silla del escritorio de su casa mientras se encontraba trabajando en el último caso que le habían asignado.

Frotó sus ojos como si de esa forma pudiera restablecer las horas de sueño necesarias que su organismo le pedía con desespero, se había duchado antes de salir para poder despertarse un poco y sobrevivir el resto del día, pero al parecer no le había resultado demasiado útil, por lo que ahora estaba sentado en su escritorio con sueño, trabajo por hacer y su pelo —ahora de un color negro azabache— mojado, dándole casi un cien por ciento de probabilidades de que después se terminaría enfermando por ello.

—Parece que alguien no durmió un carajo. —escucho a sus espaldas, no pudo evitar poner los ojos en blanco al escuchar el tono irónico, sabiendo ya sin voltearse de quien se trataba.

—Buenos días también para ti Jooheon.

Volteo la silla para mirarlo de frente, Jooheon era la imagen totalmente contraria a él, su pelo naranja casi fosforescente resaltaba bastante en aquel lugar cuya gama de colores no pasaba de algo más llamativo que el azul oscuro, estaba vestido prácticamente de la misma forma que el, camisa blanca, pantalón negro y corbata era la ropa estándar del lugar, también llevaba un saco por encima para abrigarse, la única diferencia es que el de Jooheon era negro y el de el un color crema.

—¿Buenos días? —preguntó abriendo sus finos ojos lo más que podía— A estas alturas y con la cara que traes yo ya estaba a punto de desearte las buenas noches. ¿Cuántos días llevas sin dormir esta vez?

Not by the Moon || Jackbum/JaeSonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora