Not by the Moon || Jackbum/JaeSon

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Despertó al día siguiente cuando los rayos de luz solar comenzaron a golpear directo en su rostro.

Cerro los ojos fuertemente y hundió su rostro en la almohada ajena, deseoso de ignorar la molestia que estos le producían y así poder seguir durmiendo. No pudo hacerlo, el olor a alfa aun presente en la ropa de cama hizo picar su nariz con molestia.

Dio un par de vueltas en la cama, disfrutando la calidez de esta, paso unos minutos tranquilo hasta que las ganas de ir al baño se hicieron presentes, gruño con molestia, no quería levantarse pero su vejiga había comenzado a doler después de un par de minutos de ignorarlas.

Se levantó con pereza y aun con los ojos a medio abrir, arrastraba sus pasos por lo que sin querer terminó derribando la botella que había dejado en el piso durante la noche, por suerte estaba vacía por lo que no mojo ni el piso ni sus pies.

La alzo y después de encontrar la tapa —que había salido rodando— la dejo en la mesa de luz, notando que además del frasco de supresores que le había dado Jaebeom la noche anterior, también había una muda de ropa sobre esta.

Tomo las prendas entre sus manos y las reviso, un pantalón, un par de medias y unos boxers que aún estaban en una bolsa sin abrir. También reviso el frasco de pastillas, mirando la etiqueta con atención busco si en algún lado decía cuando debía tomarlos de nuevo, solo encontró un montón de palabras raras de las cuales no sabía el significado, más tarde le tendría que preguntar a Jaebeom cuando debía volver a tomarlas.

Después de la corta distracción dirigió sus pasos hacia el baño, hizo sus necesidades y aprovecho para cambiarse de ropa allí mismo, se sentía más cómodo al por fin volver a tener ropa interior, además de que sus pies habían dejado de estar helados.

Al lavarse la cara sin querer rozo la parte de su rostro que aun dolía, se miró al espejo y sentía como se veían incluso más negros que ayer los moretones bajo su ojo.

Volvió a la habitación con el pantalón corto colgando de su mano izquierda, no sabía en donde debía dejarlo así que solo lo tiro sobre la mesa en la que estaba la ropa que traía puesta. Volteo su vista hacia la cama y descubrió que al removerse tanto la había dejado hecha un desastre, ya no tenía sueño ni ganas de volverse a acostar, por lo que, con un suspiro de por medio, se dispuso a arreglarla mínimamente antes de bajar.

No le tomo más que cinco minutos, vio el trabajo que había hecho y se sintió satisfecho consigo mismo por alguna razón. Miro hacia la ventana, no sabía qué hora seria, en esa parte de la casa no había ningún tipo de reloj, pero por la posición del sol asumió que todavía era temprano.

No tenía nada más que hacer ahí arriba, por lo que decidió tomar la botella vacía y el frasco en una de sus manos antes de dirigirse hacia la parte de abajo. Sus pasos resonaban entre las paredes, al bajar por los escalones sentía como todo a su alrededor estaba extrañamente silencioso, todo lo contrario al día anterior con los golpes de los trastes cayendo en un gran estruendo.

Las lámparas del lugar no estaban prendidas, pero con la luz natural que entraba por las ventanas era más que suficiente, de inmediato pudo identificar la figura del mayor acostado en el sofá, el mismo en que durante la noche habían estado viendo películas, se sorprendió de verlo allí aun dormido y tapado hasta la barbilla con un par de mantas que no tenía idea de donde saco.

Como hipnotizado, se acercó a él tratando de no hacer ningún ruido que lo pudiera despertar, cuando estuvo frente a el noto que no podía ver su rostro ya que los mechones de cabello caían sobre este impidiéndoselo.

Se inclinó un poco para así poder observarlo, parecía tranquilo allí durmiendo, aunque por momentos fruncía el ceño levemente, como si tuviera un mal sueño. Cada vez que realizaba un mínimo movimiento Jackson tenía miedo de que el mayor despertase y le descubriera observándole demasiado cerca. Después de unos minutos eso dejo de importarle, no del todo, pero al menos si lo suficiente como para arriesgarse a quitar ese mechón que caía justo sobre su ojo izquierdo.