El mejor detective del mundo se encuentra con un ser de otro planeta. Y no lo tomes tan literal querido lector, no es un ser de Marte, solo hablamos de una problemática sin remedio.
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Por alguna razón, Joe había despertado en una casa ya muy conocida por su niñez. Al parecer continuaba deshabitada y con el tiempo cada vez mas deteriorada. Había moho por todas partes y unas cuantas arañas en los techos. Una rata corrio entre sus piernas provocándole un escalofrió. La cabeza le explotaba del dolor, sus ojos tenían lagañas suficientes para no poder abrirlos. Escucho su celular e intento tomarlo con sus torpes manos.
Se le callo al piso cual zopenca, pero lo volvió a levantar.
_¿Hola?
_¿Tienes algo que hacer hoy? necesito hablar contigo.
_Espera espera ¿Quién eres?
_Near, tonta ¿Qué diablos te pasa? habla bien que no te entiendo.
Si el detective recibiera un premio, seria al hombre menos empático del mundo. Su poca delicadeza resaltaba por encima de sus demás encantos.
_Ya, ya, lo siento — sobo sus nariz con desgana, ciertamente prefería un "Buenos días" como saludo mañanero — espera ¿Quién te dio mi número?
_Tú ¿Qué no lo recuerdas ?
_Si no recuerdo donde diablos estoy, ¿crees que voy a estar recordando eso?
_Bueno eso ya no importa. Te veo hoy en la casa de muñecas junto a la estación, a las 4 — colgó.
POV (Joe)
¡Ah! Mi cabeza ¿Qué diablos paso anoche? ¿y porque apesto a licor de caña?
Pero mira que sorpresa ¿Cómo abre llegado aquí? Imagine que la habían derrumbando hace ya unos años atrás. Ay mi casita de antaño, aun resguardándome de mis pesadillas.
¿Qué hora es? las 12.
Diablos, necesito llegar a casa y tomar una ducha caliente. Apesto horrible y el loco este no me aceptara oliendo a ebria.
Veamos donde esta mi dinero. ¡Oh ya encontré la cartera!
(...)
Sentado en una banca con camisa blanca y jeans, se encontraba un albino agobiado de tanto esperar. Jugaba con los dedos tocando la banca de uno en uno, como si fuera un piano. Acomodaba su espalda una y otra vez, estiraba los pies y resoplaba con la vista cansada. Volteo al escuchar el crujido de las hojas, y con una mirada que daba miedo, exclamo:
_¿No crees que es un poco tarde?
_Lo siento. Solo estaba comprando una hamburguesa a la vuelta, siendo sincera no he desayunado ni un poquito, también tenían jugos de naranja y pensé en comprarte uno, pero no estaba segura si te gustan los cítricos. Estipulo que si los tomas se te hará la cara como si chuparas limón, y me voy a reír mucho de lo feo que te veras. Ja ja ja.
_Parece que hoy estas muy parlanchina. Aunque la pregunta aquí es ¿Cómo a pesar de comer tanta grasa no te crece el pecho?
_Solo es grasa acumulada. No entiendo como le pueden prestar tanta atención los hombres — contesto enojada — no es que yo ande por el mundo viendo si les circula bien la sangre, si sabes a lo que me refiero.
El chiquillo plateado no entendió la indirecta. Solo asintió.
_Cambiando el tema. Hace tiempo te quería proponer un asunto Joe — vio sus grandes ojos, le brillaban como estrellas en el mar — ¿te gustaría visitar la tumba de Ryuzaki?
_ ¿La tumba de Ryusaki? ¿sabes donde se encuentra? — había confusión en sus palabras.
_Claro, te llevaré
POV (Near)
Llevar a Joe a la tumba de L talvez podría darme una pista de quien es realmente el hombre de la foto. Parece estar desorientada, como si un fantasma pasara frente suyo. Despues de un corto viaje en limosina bajamos en un cementerio para hombres millonarios. Mismo que se hubicaba en "Wammys house". Una lápida sin apeidos ni dedicatorias. Justo como L ordenó en su testamento.
Hemos llegado, es una área con vista, las tumbas cuidadas y limpias. Hay un hermoso camino de flores, mas sin en cambio mi acompañante parece muy rara. ¿Estará bien?
_Near ¿porqué mientes? — comenzó a lagrimear, en verdad esta llorando. ¿Acaso obre mal? No llores por favor, no soy un falso.
_¿Mentirte? No entiendo a que te refieres
Oh mi dulce flor, aquella que no me pertenece. No lloriquees que lamento mis acciones.
_Esta no es la tumba de Ryuzaki, esta no es. No hay forma de que exista.
_¿Que quieres decir? contrólate Joe
Sin quererlo la tome del brazo intentando calmarla, entrelace nuestros dedos y abrace. El calor de su cuerpo tan reconfortante me llena de sosiego y armonía.
_El me dijo que moriría calcinado para que la persona que mas odiaba no lo reconociera. Está no es la tumba de mi Ryusaki. No.
_Ryuzaki murió de un paro cardíaco
_¿De que hablas? Por favor, para. No se de que me hablas. El murió calcinado y lo se porque yo deje que pasara, porque yo conseguí todo para su triunfo, si el moría significaba que por fin sería libre. Yo estaba dispuesta a ser su asesina.
Quizá me equivoque. Pero aún no lo entiendo ¿Quién eres? ¿Porque todo indica a mi mentor? No encuentro una solución. Demonios Near, eres un estupido que la hizo llorar.
_Discúlpame. Creó que a pesar de mis intuiciones no era L.
Una vez mas, la tome de los hombros acercándola poco a poco con mi cuerpo hasta abrazarla. Sentados en la tumba de mi antecesor, y con una chica que no merezco, después de un rato entre tanto llanto se quedo en un profundo sueño. El olor de su perfume me embriagaba.
_Se que no me contestaras, pero dime ¿Realmente amas a Geovani?
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