Vecinos

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Con el paso de las fechas, el invierno se alejo e inicio la primavera. Geovani y Joe tenían citas mas constantes. Los besos pasaron de ser tímidos a mas fugases y apasionados. Pocas veces se veía al trio juntos. Nate Rivers fue desplazado del grupo por trabajo y no querer hacer mala compañía. Aun sentía algo por ella, mas no podía intervenir. Prefirió alejarse a sentir dolores en el pecho. Un mal amor duele.

Por otro lado, la chica maravilla estaba feliz con su actual novio. Ese hombre la hacia feliz, aunque se notaba la insistencia para dar el siguiente paso, no estaba lista del todo. Entendía que al ser un hombre mas mayor y con experiencia tenia necesidades, mas nunca la obligo. Había momentos en que podía sentir como su cuerpo se calentaba al estar con el pelinegro, aunque le daba miedo. A lo mas que llegaba era cuando Geovanny la sometía de los brazos y besaba su cuello y pecho, dejaba pequeños chupetones casi imperceptibles. Besos chiscados que le hacían hormiguear todo el cuerpo. Soportaba la excitación.

Tres días transcurrieron desde la ultima vez que Joe vio a su amado, Near se dirigía al edificio donde vivía. Eran apartamentos lujosos en un barrio de clase media. El camino estaba repleto con puestos de comida callejera, comida china, mexicana, americana e hindú. "Es seguro que vives aquí, esta repleto de chatarras" opino. Nate usaba una playera negra con jeans obscuros, tenis confortables sin agujetas y una liga para su cabello, vaya que le crecía rápido la melena.

Entro a la recepción, pregunto por la señorita de nombre tan extraño. Siempre cuestiono el porque usaba apodo de varón. Fuera de eso tenia que subir hasta el tercer piso. Al llegar al tercer nivel dio cuenta de que algo raro estaba pasando, por principio decidió no prestar atención. Se dirigió a la morada y escucho gritos. Y si, eran de su loca amiga. No se preocupo por ello, no quería alarmarse por una tontería.

Claramente era su voz, su dulce voz. Comenzó a preocuparse un poco. Después de unos segundos el escándalo llego a su fin. Aseguro que su vestimenta fuera perfecta y presiono el timbre.

_¡Ya mismo salgo! —era el chillido de un hombre. Ahora si se angustio ¿Acaso se equivoco de apartamento? No, claro que no.

La perilla comenzó a girar, y consigo abriéndose la puerta salió un chico de cabello negro y ojos aceituna. Era mas alto que él.

_Hola ¿Se te ofrece algo?— se dirigió a él con una sonrisa más que perfecta.

_Hola ¿Qué fueron los ruidos de hace un momento?

_Nada importante cachetón — revolvió su cabeza — no me digas que estas asustado, si guardas el secreto te doy una paleta.

_¿Que le has hecho?

_Nada que valga la pena contar, diría que es algo indecoroso. ¿Te han dicho que eres algo metiche?

Near estaba a punto de darle un puñetazo. No aguantaría a un papanatas. Ajusto su puño tomando impulso.

_¡¿Que crees que haces albino?!— inesperadamente nuestra protagonista apareció y le dio una colleja— ¿estas enfermo o que?—lo soltó y dio la vuelta parra mirar al moreno — gracias por la ayuda James.

_No es nada vecina, pero para la otra no agregues tanto aceite al desayuno.

_Lo siento, de verdad que lo siento mucho James, creo que me excedí esta vez —tomo a Near por el brazo — vamos entra, nos vemos luego vecino.

_Momento, momento. Tengo que disculparme con tu novio: es que soy muy bromista, perdona por lo de hace un momento. ¿Ok?

_No es mi novio

_No sabes como me alegra eso — dijo el de ojos esmeralda

_¿Que quieres decir? — y ahora un celoso salía a flote.

_Que aun tengo oportunidad con la hermosa vecina.

_James no me hagas sonrojar, que va decir la gente del edificio.

_Jaja, que nos amamos con locura — bromeo — y que bajaría las estrellas solo para ti. Nos vemos vecinita, cuídate.

 Nos vemos vecinita, cuídate

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Near y la chica problemas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora