Desnudo

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-¡Esconde el cadáver!-Le dijo Natalia confundida con sus expresiones faciales. -Yo estaré vigilándote-
Omar asintió con una sonrisa y caminó hasta el cuerpo, lo miró unos segundos...
<<¿Qué hace?>> Pensaba Natalia. Luego Omar arrastró el cadáver hasta la espesura de la Sierra y desapareció de su vista.
Pasó casi una hora antes de que Omar volviera, aún con una sonrisa en el rostro y las manos llenas de tierra.
-Ya lo escondí-
-Bien, ahora vamos. Sígueme en tu auto al hotel- dijo ella y se encaminó al vehículo en el que vino con Catrina. Omar corrió hasta su auto, el cual estaba aproximadamente a cien metros del lugar. En el camino se le clavaban pedazos de ramas y hojas en sus pies descalzos. Su cuerpo en ropa interior comenzaba a sentir la brisa de la tarde y le ponía la piel de gallina. Al estar en su auto y encenderlo, vio pasar a Natalia, quién tocó la bocina.
Condujeron hasta un Hotel en la Ciudad de Machiques. Al estar registrándose. Las miradas más despiadadas se dirigían a Omar.
-Natalia, pudiste registrarnos tú y luego bajarme una bata de baño al menos... Siento que me despedazan con la mirada- susurró.
-Ahora sabes lo que se siente ser mujer- respondió ella tajantemente.
-No me parece que ustedes se sientan así-
A Natalia le entregaron la llave de la habitación en ese momento, ella dijo "muchas gracias" con una sonrisa y luego, tomando a Omar de la mano, de dirigió a la habitación. -Claro que sí nos sentimos así, cuando caminamos tranquilamente por la calle y sentimos las miradas pesadas de los hombres, analizando cada movimiento y centímetro de nuestro cuerpo como un escáner. Así llevemos ropa que nos cubra desde la punta del cabello hasta la de los pies, esas miradas nos hacen sentir desnudas. Así que sí, ahora lo sabes, así se siente- le respondió mientras subían las escaleras.
Omar entonces la miró de modo diferente. Ahora la amaba todavía más, si eso era posible. Entraron a la habitación y él se dirigió directo al baño. Se quitó lo único que llevaba de ropa, un calzoncillo y se metió en la bañera. Las gotas empezaron a mojar su cuerpo y lo sintió como caricias en su piel. Se le escapó una sonrisa, la cual se borró repentinamente al escuchar la puerta del baño abrirse y dejar pasar a Natalia. Ella lo miraba recorriendo con sus ojos todo su cuerpo, ahora desnudo y húmedo.
Omar se paralizó unos segundos ante aquella mescolanza de emociones tangibles que vacilaban entre el susto, la intriga y la lujuria.
-No te detengas- indicó ella con voz seductora mientras acariciaba el arma ubicada entre su pantalón y pelvis.
Omar continuó bañándose sintiendo su corazón palpitar en su pecho con fuerza y un frío invernal recorriendo su columna.
-¿Por qué tiemblas?- inquirió ella deleitándose al ver correr el agua sobre la piel de Omar.
-Me dió algo de frío- dijo él.
-Tócate- dijo ella.
-Sólo deseo bañarme, Natalia- respondió él a secas.
-Y yo deseo que te toques mientras te veo-
-¿Por qué no te quitas la ropa y vienes aquí conmigo?- invitó él.
-Quiero verte a ti-
<<¿Por qué me siento tan confundido? Una parte de mí quiere hacerlo y la otra está muy asustada para decidir>>

Natalia ServidaWhere stories live. Discover now