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Estaba con los chicos comiendo, no tenía ni apetito, solo miraba la comida perdido en mis pensamientos.

- ¿Estás bien? ¿No te gustó lo que preparé? - pregunta Enzo, no sabía que decirle, solo había dado un bocado, estaba rico, solo que no tenía hambre.

- Está todo bien, no te preocupes - respondí para después darle una sonrisa.

Tiago me miraba preocupado, Thomas igual y Enzo. Era raro que yo no coma, el momento de la comida era lo mejor para mí. Cuando todos terminan me levanté y me fui un rato arriba para prender, no quiero estar con ellos, se me hacía incómodo.

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Noté que necesitaba estar con ellos, me hacían bien pero ya era hora de apagar. Me había quedado sin ideas y cosas por hacer.

Enzo entro a la habitación y se sentó en unas de las sillas mientras me miraba. - ¿Que paso? ¿tengo algo? - cuestioné mientras apagaba la computadora y demás.

- Si, estás raro, no me lo niegues porque te conozco - contesto dando giros en la silla.

- No me pasa nada, solo estoy cansado - decía desviando la mirada al techo - Con Tiago las cosas mejoraron bastante, pero algo no me convencía, ya no era el Tiago de antes. - me contestaba a mi mismo entrelazando y jugando con mis dedos.

- Mauro, mira lo que decís, ¿Por qué no vas a confesarle todo?, sé que no querés que nadie sepa pero tampoco te digo que vayas y le digas "Te re amo, salgamos porfa", seguro anda en las suyas o está bajón y capaz que te necesite a vos Mau, ¿no notas lo bien que está el con vos?, lo admito porque siempre que los veo juntos están risas que risas. - me aconsejaba Enzo mientras me daba palmadas en la espalda.

- No puedo, cada vez que lo tengo en frente no me salen las palabras para expresarme como quiero - reflexionaba mientras me tapaba la cara con las manos - mientras más bromas me hacía, más me gustaba. -
a lo cual Enzo quedó sin palabras, está conversación ya no tenía sentido. Me levanté, lo saludé y me fui hacia la sala.

Antes de llegar a mi destino me encuentro con Tiago en las escaleras, cruzamos miradas y ya, los dos seguimos nuestro rumbo. Quería besar esos labios que tanto me encantaban, tenerlo conmigo. Pero era imposible.

Ahí estaba yo, sentado viendo una série. No tenía ni planes para hacer, si los tuviera, tampoco querría. Mari y Thomas se sientan al lado mío, hacen alta pareja, pero ya estaban a los besucones.

- Bueno che, mejor me voy antes de que pase otra cosa - la casa no era el mejor momento para estar, abrí la puerta y me fui a algún lado, a lo de Big ya había ido, Coscu no estaba en su casa, no me quedo otra que ir a la plaza de siempre.

Me puse a improvisar en un banco mientras escribía en el bloc de notas. Al final decido escribirle a Tiago, con el si la pasaba bien, pero esta vez, sin besos, caricias, ni otras cosas, Me prometí.

Cuando llega nos pusimos a hablar, me guarde mis reclamos para mas tarde. Reímos, jodiamos, me hizo olvidar de todo lo que había pasado hoy. Pero mis ganas de besarlo no se iban, por lo menos me controlaba, arruinar la amistad otra vez solo iba a provocar una tristeza inmensa en mi. Le tenía altas ganas, pero no podía decir nada, no estaba listo para dar el primer paso.

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&quot;Solo Por Vos&quot; ; LitiagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora