ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ

1.4K 86 4
                                    

Caminaba de regreso a mi hogar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caminaba de regreso a mi hogar. Era una mañana tranquila y el clima era agradable. Como era costumbre, tomaba el largo camino del bosque que separaba mi pequeño pueblito de la ciudad. Quizás a muchos les hubiera parecido aburrido pero, para mi era algo que siempre disfrutaba y más al estar acompañada por mi fiel guardián. 

Mi pequeño acompañante era un ave rapaz de la que apenas hace unos días me percate de su presencia. Ya sabía de su existencia, debido a que toda mi vida sentí esa sensación de ser observada y protegida por algo. Sin embargo, apenas me permitió apreciarlo con más detalle.
-Hola mi pequeño amigo -dije con una sonrisa al verlo volar por los aires. Ella me respondió con el chillido típico de su especie.

Al permitirme verla con detalle, pude darme cuenta que era un águila real. Una especie con una gran distribución en el mundo, por lo que no se me hizo extraño verlo por mis rumbos.

-¿Cómo estas, pequeñín? -dije al verlo detenerse en una rama de uno de los árboles frente a mi.

Actualmente el único que consideraba mi amigo era esa ave de presa. Ya que todos en el pueblo sabían del engaño que me estaba haciendo mi novio y nadie me dijo nada, entre ellos mis padres.
Anhelaba tanto despertar y que fuera una mentira pero, lamentablemente esa era mi situación.

Me acerque, y aprecie cada bonito detalle de la especie. Incluso decidí sacar mi celular para fotografiarlo, ya que el follaje de los árboles me permitía una mejor vista hacia él.
-No te muevas -dije al comenzar a fotografiarlo.

Instantes después, estaba por tomar la ultima, cuando de pronto escucho que, algo camina de entre la hojarasca  que se encontraba detrás mío.
Lentamente gire mi vista mientras bajaba mi celular para ver de quien se trataba.
-Miren nada más quien tenemos aquí -dijo un hombre de cabello corto y verde al mostrarme una aterradora e incomoda sonrisa- ¿Cuánto tiempo, doncella emplumada?.

No sé si había visto muchas películas de terror o solo mi mente ya estaba desvariando, pero la macabra y aguda voz del extraño, me provoco que saliera despavorida del lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No sé si había visto muchas películas de terror o solo mi mente ya estaba desvariando, pero la macabra y aguda voz del extraño, me provoco que saliera despavorida del lugar.

Con la velocidad que iba, no tarde mucho en llegar a casa. Mamá me recibió, pero era evidente que no me creyera. Mis padres pensaban que me había afectado el suceso del engaño de mi novio, en mis constantes ataques de nervios.
Pero como no ponerme nerviosa, si soñaba muchas cosas extrañas que, incluso para mi, eran difíciles de asimilar. Era adorada por humanos y gobernaba en su ciudad. Además, descubrir que de la noche a la mañana todo el reino por el que luche se había desmoronado por los celos enfermizos de uno de tus hermanos.
Mi nombre o más bien, el nombre que me dan en los sueños era Quetzalcóatl. Sin embargo, los sueños que tenia no eran como las típicas historias que nos contaban en los libros. Y también se habían equivocado en el sexo. Ya que en ellos era una mujer fuerte y muy temida incluso por mis hermanos.

༺◦❁◦༻

Después de llevarme la decepción de saber que, mis propios padres me tachaban como loca. No dude en encerrarme en mi habitación.
Pero para empeorar aun más las cosas, mi madre entro en mi habitación sin importarle que estuviese dolida.
-Escúchame bien jovencita, mañana mismo te marcharas de aquí. Tu tía Elizabeth te va a recibir en su casa. Tal vez ir a otro lado te va a mejorar sentimentalmente -me dijo con preocupación.

Sin embargo, eso hizo que me levantara de golpe. Llore por que no quería irme de ahí. Sabía que la tía Elizabeth vivía en uno de los estados al norte del país.

En ese mismo momento salí de mi casa ignorando los gritos de preocupación de mi madre. Corrí sin rumbo, solo me deje llevar por mi sentimiento de tristeza. 

Mis piernas me llevaron justo afuera de una cueva que, para mi desgracia la lluvia me obligo a usarla para mi protección. 
Como comenzó a hacer frio, me senté y abrace mis piernas. Iba a aprovechar aquel frío y húmedo ambiente para desahogarme de mi tristeza. Pero un trueno me espanto al tocar el piso justo fuera de la cueva.

Tuve que levantarme y alejarme un poco ya que el choque eléctrico genero una nube de humo que rodeo la entrada.
-Ya nada puede ser peor -dije al volverme a sentar.
Pero ahí estaba yo y mi gran boca.

A los segundos, los pasos de dos sujetos hicieron aparición defendiéndose afuera.
-¿Por qué escapas de mi, Quetzi?, yo solo quiero volver a ser tu hermano -dijo el hombre de corto cabello verdoso. Su voz seguía dándome miedo.

Una vez que el humo se fue, me permitió ver la sonrisa macabra del tipo raro, ero esta vez no iba solo. Un hombre de largos cabellos rojos y extrañas marcas en su rostro, le hizo compañía.
A diferencia del rarito, la mirada del pelirrojo era más tranquila y me mostraba un poco de preocupación.

-¿Quetzi?, no entiendo que es lo que estas hablando, ¿Qué quieres de mi? -le pregunte al levantar una rama algo gruesa del suelo.

-Creo... -dio un paso al frente. Pero en un parpadeo apareció justo a mi lado, y susurrándome en el oído, me dijo.
-Qué sabes perfectamente de lo que hablo. Después de todo, tu despertar esta cerca, hermana.
Eso hizo que diera un grito y un salto del susto que me metió, accidentalmente resbale. 

La cosa más extraña que paso después de eso, fue que aquel tipo de extraños cabellos rojos me sostuvo con sus brazos. Me miro de nuevo a los ojos y con una ronca voz me dijo.
-Es hora de que despiertes, mi amada mujer 

Acto seguido beso mi frente y como si me hubiera dado un somnífero, todo mi cuerpo comenzó a adormecerse. 
En ese momento comencé a comprender que, todo lo que había soñado no eran simples sueños de una chica deprimida como mis padres decían. Era la verdad de mi existencia y sabía que debía de estar preparada para lo que este hermoso hombre me permitió recordar. 

Publicado: 28 de Septiembre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Publicado: 28 de Septiembre

La emplumada amada del dios del trueno (Thor X Quetzalcóatl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora