Juego: Ib
Pareja: Garry & IbEl día había llegado, y Garry había llegado antes para apartar la mesa, ordenando un vaso de agua para esperar a aquella niña con la que se enfrento a peligros de pesadilla. Después de mucho y la insistencia por parte de ambos, los padres de Ib aceptaron en conceder aquella reunión.
La pequeña llegó acompañada de su madre, quien saludo cordialmente al muchacho de desalineada apariencia.
-Ib no suele ser insistente, así que esta reunión debe importarle mucho.- La madre habló mientras acariciaba el cabello de su emocionada hija. -Estaré a un par de mesas, si necesitas algo, solo ven conmigo.- Indicó la mujer antes de ayudar a su hija a sentarse en su mesa. -Y recuerda portarte bien.- Dijo por ultima vez antes de irse un par de mesas lejos de ambos, dejándolos en silencio por algunos segundos.
-Es bueno volver a verte, Ib.- Garry sonrió un tanto nervioso. -Los macarrones de aquí son deliciosos.- Sin saber que decir, fue lo primero que salió de sus labios.
Ib sonrió por el comentario, a pesar de haberse arreglado un poco, seguía igual de desarreglado que en la galería. La mesera tomo su orden y Garry ordeno lo mismo para ambos. Una vez volvieron a quedar solos, Ib fue la que rompió el silencio.
-Mamá cree que me invente una historia.
-No creo que alguien nos crea.- Respondió incrédulo el muchacho. -Pero que estemos aquí, reunidos, es prueba de que fue real.- Garry extendió sobre la mesa el pequeño pañuelo bordado de la castaña, quien se le ilumino el rostro al verlo. -Lo he tratado con cuidado, después de todo es un regalo de cumpleaños.
Ib se apresuro a buscar en el bolsillo de su chaqueta y saco un pañuelo similar, pero con un grabado distinto, uno de color violeta, pero la perfección no era visible en sus puntadas.
-Lo he hecho yo, mamá me ayudo.- Extendió el pañuelo para que el chico lo recibiera. Garry se sorprendió, pero acepto el presente con una tierna sonrisa.