Película: El origen de los Guardianes
Pareja: Jack & ConejoA pesar de haberse vuelto un guardian, Jack continuaba siendo un espíritu travieso que gustaba de llevar días nevados a los infantes de la ciudad. Conejo, a pesar de llevar una mejor relación con el muchacho, se encontraba furioso de haber visto que de nuevo, la nieve que traía Frost era un impedimento para la búsqueda de huevos.
-Eres un guardián, comportarte como tal.- Reclamó furioso el Conejo, en una breve reunión en casa de Norte.
-Soy el espíritu de la diversión, no puedo quedarme quieto.- Respondió con simpleza.
-Tu nieve arruina el día más importante del año.- El reclamo del mayor hizo reír al joven Frost, cosa que molestó aún más al animal.
-Vamos, todas las fiestas son importantes, Conejo solo tiene un día al año.- Intervino Hada, intentando calmar a sus compañeros. -Tu tienes todo el año, Jack. Somos compañeros, debemos estar unidos.
-A los niños les gustan mis días nevados, incluso más que buscar huevos ocultos en todas partes.- Jack no tardó en darse cuenta que sus palabras eran más graves de lo que había pensado. Conejo frunció el ceño, completamente molesto, pero explotar sólo empeoraría su situación.
-Era mejor cuando nadie te conocía.- Soltó el guardián antes de irse. El comentario hirió al joven de hielo.
Norte, Hada y Sandman lucían sorprendidos por la pelea verbal de ambos compañeros. Fue el espíritu del asombro quien se acercó al menor.
-Jack, somos espíritus y vivimos de la creencia que los niños tienen en nosotros, para Conejo, su fiesta es importante, tanto como lo es su existencia.- Explicó Norte mientras acariciaba la espalda del chico, quien parecía arrepentido de sus palabras.
Con su culpa y las palabras de su compañero, salió de ahí con la ayuda de Norte para ir a la ciudad.
Los días pasaron y Jack se mantuvo tranquilo, reflexionando sus acciones. La pascua terminó, y Conejo aún tenía la pelea rondando en su mente.
Mientras se encontraba sentado en la rama de un árbol viendo a Lunar, Frost pensaba la manera de buscar al Conejo, fue este quien apareció frente a él.
-Jack.- Llamó un tanto incómodo, pero antes de continuar, él mencionado habló primero.
-Lo siento…- La disculpa tomó por sorpresa al guardian, quien miró con incredulidad al joven, pero no lo interrumpió. -No pensé en mi papel como guardián y continúe actuando como un espíritu libre, y continúe dañando tu festividad sin pensar las consecuencias.- El discurso le pareció algo inesperado, por lo que se demoró un poco en contestar.
-Yo también… lo siento.- Esta vez, Jack era el sorprendido, no se esperaba una disculpa por parte del orgulloso guardián de la esperanza. -Dije algo que no debía haber dicho. Estaba molesto… pero después de este tiempo, comprendí que incluso si causas molestias, eres necesario para los niños.
Ambos guardianes parecían incómodos con la actitud del otro, pero fue Conejo quien dio una palmada a la espalda del menor.
-No exageres con tu nieve la próxima vez.- Pidió con un tono más casual, aquello hizo sonreír al joven, quien asintió mientras ambos veían a Lunar brillar en el cielo nocturno.