5 - Un Acto Justo. PT 1

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Barcelona, España. 3 Meses atrás.
Bachillerato Local.

Habría un chico solo en un salón de clases, aparentemente escribiendo algo. Su texto era muy extenso por lo que no se podría ver con facilidad las letras.
*: EY, IMBECIL
AR: Mmh... – Alan voltearía hacia la puerta y se vería a este chico alto. Rápidamente guardaría su libreta y bolígrafo dentro de su mochila, para después levantarse de su asiento y colocársela mientras veía al sujeto con preocupación.
*: Tengo un nuevo juguete – Diría entrando al salón lentamente – y quería saber si lo querías ver – Sacaría una navaja mientras seguía avanzando hacia Alan quien retrocedería – Pero no tengas miedo, tranquilo – Mostraría una falsa sonrisa.
AR: Por favor, estoy harto de esto... – Hubiera seguido retrocediendo pero la pared le impediría el paso, cosa que aprovecharía el otro chico, corriendo hasta Alan y chocando su pecho contra él mientras agarraba su cabello ya que era largo.
*: Dilo otra vez... – Jalaría con más fuerza su cabello mientras acercaba la navaja a su rostro. Alan estaría con miedo produciéndole una respiración agitada – No te muevas – Alan por los mismos nervios estaría congelado viendo y sufriendo todo. El chico haría un corte en la parte superior de la ceja, al igual que en la mejilla de Alan, provocando que gritara del dolor. El chico jalaría su cabello nuevamente pero Alan lo empujaría – Así te pones, ¿Eh? – Movería la la hoja de la navaja por el rostro de Alan rápidamente haciéndole más cortes por el rostro, desde el mentón, nariz y las mejillas. El pobre chico estaría desangrándose y llorando del dolor.
AR: Hijo de... PUTA! – Su voz se quebraría y llevaría sus manos a su rostro, manchándolas de sangre que brotaba de este – Tu... – Dirigiría su mirada baja al chico – Imbécil – Diría con rabia caminando con esta cara espeluznante hacia este. El sujeto simplemente no se movía y lo veía con una sonrisa sin remordimiento alguno.
*: ¿Que harás, imbé... – Alan tomaría su cuello con fuerza haciendo que no pudiera hablar. Ha tal acción, la reacción del chico era ver ahora con miedo y como una amenaza a Alan, realmente sus ojos reflejaban miedo.
AR: Te he soportado durante mucho tiempo – Apretaría más su cuello y al verlo casi morado lo lanzaría contra la pared. El chico intentaría respirar, pero un golpe de Alan le rompería la nariz aturdiéndolo. La ira dominaba a Alan dándole golpes al chico hasta incluso romper el suelo con su cabeza, cada vez había más sangre esparcida por el salón de clases, el chico había perdido la vida. El timbre sonaría haciendo que Alan recupere la conciencia... notaría lo que había pasado... El cuerpo del chico sin vida se veía irreconocible, las manos de Alan goteaban sangre y del susto correría hacia su mochila para enseguida salir del salón. Mientras seguía corriendo el chico intentaba limpiar la sangre de su rostro entre sollozos.
Al llegar a casa notaría que su madre no estaba, para él era lo mejor ya que no quería que lo viera así. Tomaría su dinero y ahorros de hace ya años. El chico por inseguridad se pondría una bufanda en el rostro ocultando sus ahora cicatrices y se iría rumbo a Washington D.C. Ya que pensaría que sospechaban de él sobre el asesinato. La noticia no tardó en darse a conocer encontrando el cuerpo desfigurado del chico. Alan había empezado otra vida en Estados Unidos...
Entonces, Alan... ¿Realmente quisieras estar con nosotros?
S-Si... quisiera dejar de pensar que soy un asesino... y que mejor si puedo ayudar a una persona que realmente lo necesita... y... perdón por eso

Centro Penitenciario de Oklahoma. Actualmente.

OFIC: Okey, si no me perdí... tu amigo, Alexander... era quien los seguía antes de lo de Alan, ¿Cierto?
AJ: Es correcto...después de un rato de seguir hablando nos comentó sobre eso... – Asentiría con la cabeza.
POL: Y... ¿Y por que eres el mejor portador del suero? – Diría con una libreta en mano donde estaría anotando todo.
AJ: Bueno, si les soy sincero, aún no lo se... – Encorvaría los hombros – Igual me dio una pequeña condición para que me lo pueda decir...
OFIC: ¿Y cual es?
AJ: Bueno, para eso hay que proseguir con la historia... – Sonreiría levemente.
POL: NAH – Movería las manos y la cabeza negando – No, no, no, ya perdimos demasiado tiempo en esta tontería, creo que ya es momento de llevarte a tu celda, muchacho. Luego traeremos un psicólogo por que estás quedando loco... – El otro oficial se acercaría a Albert y le quitaría las esposas de la mesa mientras el chico suspiraría.
OFIC: Ven, levántate... – Lo tomaría del brazo levantándolo de la silla.
AJ: Bien... pero no me leyeron los derechos – Vería al policía con una mirada retadora.
OFIC: ¿No le leíste los derechos? – Vería a su compañero confundido y este suspiraría.
POL: Okey... – Tomaría una carpeta de las que estaban en la mesa y les daría la espalda empezando a leer –Tiene derecho de saber la causa por la que fue detenido... – Albert asentiría escuchando – ...tiene derecho a una llamada, derecho de ser revisado al momento de su detención... – Albert tomaría con fuerza sus manos – ...derecho a un abogado, derecho de bebida y comida... – Albert haría un movimiento rápido con sus brazos hacia arriba golpeando en la cara al Oficial y dejándolo inconsciente por la misma fuerza. El sonido de la caída del cuerpo alarmaría al policía volteando rápidamente y topándose con su compañero en el suelo – PERO...
AJ: Tss... le diste sueño – Vería al Oficial en el suelo y el policía desenfundaría su arma – ¡ESPERA! – El chico se tiraría al suelo tomando al Oficial y quitándole su Tazer.
POL: EN VERDAD HIJO, NO HAY QUE ALARGAR ESTO MMmm... – El disparo del Tazer lo callaría haciéndolo caer poco a poco.
AJ: No soy un asesino oficial... solo hice lo justo... – Negaría con la cabeza y justo se escucharía una alarma – Mierda... – Voltearía hacia el gran espejo de la habitación – Me olvide de ustedes – Saldría corriendo de la habitación pero se detendría al encontrarse con cuatro oficiales sosteniendo armas – Maldita sea... Okey – Respiraría hondo.
POL: ¡TIRA TU ARMA AHORA!
AJ: Si... si, está bien... – Alzaría sus brazos y bajaría poco a poco dejando el Tazer en el suelo, recuperando su postura nuevamente aún con los brazos alzados.
POL: Entrégate ahora y no hagas más complicadas las cosas
AJ: Bien, tranquilos... – Se pondría de rodillas – Ganaron... en verdad son veloces, en las películas los pintan más le... – La pared a lado de los oficiales explotaría cayendo sobre ellos matándolos al instante. Albert aún en el suelo retrocedería mientras torcía por todo el polvo – ¡DIOS! – De la cortina de humo saldría caminando una chica con una vara inusual. Su cabello lo tendría amarrado y llevaría puesto un chaleco antibalas, unas gafas oscuras y unos jeans oscuros, junto con unas botas del mismo color.
+: Albert – Asentiría con una sonrisa en el rostro.
AJ: Te... – Voltearía hacia atrás buscando a alguien más con la mirada, para devolver la mirada hacia la chica – ¿Te conozco? – La vería confundido mientras se levantaba.
+: No, he venido a asesinarte, Albert. Mi compañero ya se está encargando de la seguridad, así que no te preocupes, estaremos solos un rato – Desenfundaría su bastón y de una punta saldría una luz roja – Soy Amanda Gomez y acabaré contigo, vengo de...
AJ: ¿De donde? ¿De algún reino? ¿Eres princesa de algo? ¿O porque esa presentación tan exageradamente larga? – Negaría con la cabeza – Mira, no tengo tiempo para esto, señorita... – La señalaría y vería confundido intentando recordar su nombre – Amanda dijo, ¿cierto? Me tengo que ir... – Haría una mueca de incomodidad mientras señalaba hacia atrás con su pulgar.
AG: Trabajo para Redand, Niño – Se le vería fastidiada y giraría su bastón apuntando a Albert en pose de combate.
AJ: Ah... – Reiría llevando una de sus manos a su cadera y la otra a su rostro – Ya entiendo... – Chasquearía sus dedos para luego señalarla con ambos dedos índice con una leve sonrisa – Redand, si... – Bajaría sus manos viendo amenazante a Amanda – Pues creo que te mataré yo primero... – Se le tornaría un humor más serio.
AG: Te quiero ver intentándolo... – Albert correría hacia la chica, pero esta le daría un leve golpe con el bastón haciéndolo volar hasta el centro del pasillo.
AJ: Ay, carajo... – Se levantaría del suelo mientras soltaba un pequeño quejido. Al estar de pie se estiraría haciendo sonar su espalda – Bien, en verdad me tengo que ir... – Nuevamente el chico correría hacia Amanda para darle un golpe, pero al igual que Lucas, Amanda se movería rápido esquivando su golpe y golpeando con su vara una vez más en el abdomen a Albert, haciéndolo chocar con el techo e incluso rompiéndolo por el impacto. Al caer al suelo rebotaría un poco, pero se levantaría con algo de dificultad – Wow... ¿Que? – Se acomodaría su saco – Como... ¿Como hiciste eso? – Diría algo agitado.
AG: Eres muy débil... – Reiría levemente – Me agradas, por eso haré de tu muerte rápida y... bueno, intentaré que no sea tan dolorosa.
AJ: Bien, te subestime... ahora no tendré piedad, mujer – Albert corre una vez más hacia ella, pero de la nada Amanda desaparece a lo que el chico se detiene.
AG: ¡Ey! – Estaría detrás de él, a lo que el chico intentaría dar un golpe, pero nuevamente desaparecería.
AJ: Pero... – Se formaría un pequeño tornado al rededor de Albert, era Amada corriendo a una velocidad increíble – Maldita sea...  – Albert vería el movimiento viendo a todas partes confundido – Mmh... – Una hoja de navaja cortaría su cuello, pero rápidamente se regeneraría mientras tomaría el brazo de la chica que sostenía su bastón y de este mismo salía la navaja – ¡EY! – Amanda forzaría su brazo pero Albert lo agarraría con fuerza y negaría riendo – No, no...

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