La luz del sol que se colaba a través de las tablas de madera de la casa de vacaciones de Keigo calentaba mi nariz y me hacía cosquillas en la piel. Me froté la cara, escuchando el canto de los pájaros y los sutiles sonidos de la naturaleza que me rodeaban. Gemí, estirándome hacia adelante y golpeando mi mano en el lugar vacío a mi lado en la cama. Mi mano cayó plana, descansando sobre el colchón, haciendo que mis ojos se abrieran. Oh, cierto. Un destello de tristeza me recorrió recordando que estaba sola. Estaba aislada por primera vez desde que volví de la muerte, incluso antes de eso, si lo piensas. Ha pasado un tiempo desde que me despertaba sola. Me empujé contra la cama, mi cabello (c/p) caía alrededor de mi rostro mientras dejaba escapar un profundo suspiro, mis ojos todavía estaban enfocados en la almohada estéril a mi lado.
'¿Qué estás mirando?'
Me senté de rodillas, corriendo mi cabello hacia atrás con un bostezo. Han pasado dos días y todavía me siento tan perdida como en el primero. No sé quién soy, qué quiero, qué hacer. Todo es un desastre desordenado incluso estando sola en la tranquilidad. Tal vez Keigo estaba equivocado, tal vez estoy tan enredada que ni siquiera puedo empezar a encontrar los extremos de mis nudos.
'Eres ridícula.'
Me levanté de la cama vistiendo una de las viejas camisetas de Keigo que tenía por ahí, dirigiéndome a la cocina para hacer algo de café. Sé que Keigo diría que es solo la mañana del segundo día, que tenía minutos para sumergirme en el silencio y horas para disfrutar de la soledad. Pero el hecho extraño es que ya no quiero estar sola. Comencé a buscar tazas en los gabinetes mientras el café se empezaba a preparar, el sonido sólo me traía momentos sinceros.
'Estaba siendo educado.'
Sentí una suave sonrisa extenderse por mis labios, abriendo una de las puertas de los gabinetes para revelar algunas tazas de aspecto sencillo con azúcar y otros productos de café. Al sacar una, mis ojos se fijaron en el recipiente de canela que descansaba detrás. Fruncí el ceño, mis dedos rozaron la etiqueta.
"¿Por qué sólo estás tú en mi mente?" Susurré, una sensación sombría residiendo en mi corazón mientras sacaba el recipiente y lo miraba más a fondo, "Te debo una especie de disculpa, ¿no es así?" Murmuré, arrugando la nariz hacia arriba y tomando una respiración profunda. Dejé la canela en el mostrador a mi lado, mi mirada todavía en la etiqueta que comenzaba a despegarse. "Yo-." Hice una pausa, dándome cuanta de que estaba hablando con una maldita botella de canela, negando con la cabeza junto a un suspiro. Debería llamarte, las lágrimas comenzaron a llenar mis ojos. Es como si estuviera vagando por los pasillos vacíos de mi alma, buscando en esas paredes desnudas algún tipo de señal sobre la dirección que debo tomar. Pero no hay señales, ni espejos, ni fotos. Sólo somo yo, yo misma y yo, pero por alguna razón también estás tú también.
'Recogeré los pedazos de ti hasta que me sangren las manos y ya no pueda sentir las yemas de mis dedos.'
"(T/n)." Casi esperaba que fueras tú quien estaba de pie en la puerta del porche, mirándome a través de la malla de la pantalla. Honestamente quería que fueras tú, porque te extrañaba. Pero no fue así. No eras tú. Mis ojos se agrandaron cuando se encontraron con el hombre que me miraba a través de mechones blancos, con una pequeña sonrisa en su rostro.
"¿Dabi?" Sorbí por la nariz, sintiendo las lagrimas rodar por mis mejillas aún más, "¡Dabi!" Lloré, corriendo hacia la puerta para abrirla. Una vez que estuve más cerca de él, me di cuenta de que Dabi no estaba en la mejor forma en la que lo había visto, estaba peor que la última vez que nos encontramos. Su nariz estaba golpeada, las gotas de sangre caían sobre su camiseta blanca, las partes de su piel que permanecían pálidas estaban rociadas con tonos purpura como si acabara de recibir una terrible paliza. Fruncí el ceño, viéndolo derramar más sangre en el suelo del patio antes de secarse los labios.
"¿Qué tal, Smokey?" Sonrió amablemente, haciéndome tomarlo por la camisa y darle un abrazo. ¿Por qué siempre aparece cuando más lo necesito? Cuando necesito a alguien en mi rincón, alguien que me tome de las manos mientras me aventuro en las partes más oscuras de mí misma.
"Yo..." Lloré, envolviendo mis brazos alrededor de su torso, "Yo..." No podía encontrar palabras para decir. Extrañaba a mi hermano y la última vez que nos hablamos, no terminamos exactamente en buenos términos. Mi rostro se sintió caliente por las lágrimas, enterrando mi cara contra su pecho, "Yo..." No estaba segura de si debería disculparme, no estaba segura de si debería estar enojada porque se fue.
"Lo sé, pequeña." Murmuró, colocando una mano sobre mi cabeza y pasando sus dedos por mi cabello, "Escucha, no tengo mucho tiempo." Levanté la mirada hacia él como una niña llorona, nuestros ojos se encontraron una vez más una especie de triste color arremolinandose a través de esos iris azules.
"No-."
"Sí, Smokes, ahora me tienes que escuchar, ¿okay?" Susurró en voz baja, mirando por encima de su hombro con nerviosismo, "Necesito que me escuches todo el tiempo que me quede." Me estaba rogando, tomando mi rostro con ambas manos, una mirada loca en sus ojos. Estaba asustada. Asentí con la cabeza, sorbiendo la nariz al hacerlo, "Eres una niña inteligente, ¿sí? Más inteligente que yo, ¿verdad?" Sonrió gentilmente, usando su pulgar para secar mis lagrimas, "Sí, lo eres-, lo eres." Sentí mis labios temblar escuchando lo que Dabi decía, "Entonces sabrás cuándo te están provocando, ¿verdad? Y no te dejas engañar por sus mierdas, no lo haces." Se mordió el labio, mirando al techo con una respiración profunda, "Mierda, esto es más difícil de lo que pensaba-."
"¿Sp-Sparky?" Sollocé, mis manos se extendieron sobre las suyas, haciendo que su cabeza se volviera hacia mí, "No me dejes de nuevo." Frunció el ceño, sacudiendo la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
"Tengo que hacerlo, pequeña." Su voz se quebró por un momento, en el segundo se inclinó y presionó sus labios contra la parte superior de mi cabeza, "No quiero, pero debo." Dijo en mi cabello, mis piernas se debilitaron al saber lo que vendría después, "Nos volveremos a encontrar, ¿de cuerdo? Te lo prometo, lo haremos." Tragué saliva, sintiéndolo acariciar mi cabeza una vez más, "Sé fuerte por mí, ¿bien, Smokes?" Asentí con la cabeza, cerrando los ojos cuando sentí su toque dejarme y lo escuché irse. ¿Por qué? Me quedé así por un rato, mis ojos cerrados con fuerza mientras sentía el sol de la mañana calentar mi piel y hervir mis lágrimas. ¿Por qué? Una vez que abrí los ojos y confirmé que se había ido, rompí en un sollozo más profundo de nuevo. Lo necesito. Regresé al interior, tambaleándome hacia la cocina mientras lloraba como una niña, secándome los ojos con la parte interna de mis muñecas. Saqué mi teléfono del mostrador y marqué el número que sabía de memoria. Sonó solo una vez antes de que respondiera.
"¿H-Hola?" Sollocé tapándome la boca en un intento por calmarme, "¿Puedes-..." Me detuve, mi mente regresó a él. Si lo llamo, ¿estoy siendo justa? ¿Estoy siendo justa con Shota? ¿Con Tomura? ¿Conmigo misma? Mordí mi labio, dudando en mis siguientes palabras, "T-Te necesito."
"Cinco minutos, ¿bien? Quédate ahí, estaré ahí."
"Gracias," Sorbí la nariz, "Sho."
"Siempre."
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Erased消された (Español)
Fanfic"¿Cuál soy, Shota, huh? ¿Soy un héroe o un villano?" "Eres todo para mí." Secuela de: Erase Her ____________ Ésta historia es original de @JojoWritesx, cuento con su consentimiento para hacer ésta traducción, así que todos los créditos van dirigidos...