𝗚𝗨𝗔𝗥𝗗𝗜𝗔𝗡 ─ 𝗻.𝘆𝘂𝘁𝗮 ✔

13

"¿Por qué me miras así?" Preguntó Miyeon, refiriéndose al hombre que la estaba mirando, con los ojos muy abiertos. Yuta simplemente señaló.

Miyeon miró sus manos y se sorprendió al verlas brillar de color púrpura.

"Eres... eres un Tigre Yokai". Yuta explicó. Luego procedió a levantar las manos, usando sus propios poderes para mostrarle a Miyeon su reflejo.

Incluso con el brillo rojo, Miyeon podía ver perfectamente el color de sus propios ojos. Púrpura.

"Es esto..."

"¿Tu espíritu? Sí."

Miyeon se llevó una mano a la suya, sintiendo su propia mejilla. Woow.

Su cuerpo también se sentía diferente.  Se sentía más ligero pero más fuerte.  Cada movimiento que hacía se sentía mucho más fácil.

"Se siente bien, ¿verdad?" Yuta preguntó con una pequeña risa.  Miyeon asintió.

Miyeon parpadeó un par de veces y el brillo desapareció. "¿Hice algo mal?"

Yuta negó con la cabeza. "Lo regresaste porque ya no lo necesitas".

"Ya veo." Dijo Miyeon, bajando las manos.

"Duerme un poco, se hace tarde. Continuaremos entrenando mañana".  Yuta le dijo.

Vio como Yuta se levantaba, viendo las bolsas oscuras debajo de sus ojos.  Estaba claro que no había dormido mucho estos últimos días y que esta noche no había sido diferente.

Miyeon agarró instintivamente el brazo de Yuta, impidiéndole irse. Él miró sus dedos entrelazados alrededor de su muñeca.

"¿Pasa algo?" Preguntó Yuta.

"Quedate." Miyeon le dijo.

"¿Aquí?" Yuta dijo, señalando la tienda. Miyeon asintió.

"Hay espacio más que suficiente aquí". Dijo Miyeon, moviéndose hacia la cama.

Y ella no estaba equivocada.

La cama era grande, con espacio más que suficiente para dos personas. La carpa también era bastante espaciosa, la más grande y cálida que tenían.  Miyeon ni siquiera podía escuchar el viento que soplaba afuera.

"¿Estás segura? Sabes que eres una-"

"Princesa. Lo sé. Me lo recuerdan cada segundo de mi vida." Dijo Miyeon. Yuta levantó las manos a la defensiva.

"Lo siento, no quise ofenderte." Dijo Yuta.

Miyeon negó con la cabeza. "No te disculpes."

"Lo siento por- oh." Una sonrisa apareció en los labios de Yuta mientras Miyeon también se reía.

Miyeon palmeó el espacio a su lado. "Vamos, Yuta. Nos conocemos desde hace mucho tiempo."

Yuta se sentó en la cama a su lado.  "Sin embargo, apenas sabemos del otro".

Miyeon sintió que sus mejillas comenzaban a ponerse rojas cuando Yuta comenzó a inclinarse hacia adelante, con los ojos fijos en los de ella todo el tiempo.

Miyeon vio como el enfoque de Yuta se desvió de sus ojos y comenzó a cerrar los suyos al sentir su aliento, cálido en su rostro.

De repente sintió aire frío en su rostro y abrió los ojos para ver a Yuta sentado, con una sonrisa en su rostro.

"Gracias por la oferta, Miyeon, pero está bastante claro que no te sientes realmente cómoda conmigo durmiendo a tu lado esta noche."

Miyeon vio como Yuta agarró su capa e inmediatamente se puso de pie.