𝗚𝗨𝗔𝗥𝗗𝗜𝗔𝗡 ─ 𝗻.𝘆𝘂𝘁𝗮 ✔

10

Miyeon estaba sentada sola en su tienda en camisón. La cueva era mucho más cálida en comparación con las otras noches, a pesar de la tormenta invernal rugiendo afuera.

Podía escuchar el fuego ardiendo fuera de su tienda, sabiendo que Yuta estaba solo, atizando el fuego.

Sabiendo que todavía no dormiría, decidió salir. Yuta la miró una vez que escuchó sus pasos.

"¿No puedes dormir?" Yuta le preguntó. Miyeon negó con la cabeza mientras se sentaba a su lado.

"Solo tengo muchas cosas en la cabeza". Miyeon admitió cuando Yuta se alejo, haciéndole espacio.

"Apuesto a que estabas bastante sorprendida cuando te enteraste de todo esto". Yuta le dijo. Miyeon giró la cabeza para mirar su perfil lateral.

"¿Tu, cuándo te enteraste?" Preguntó Miyeon. Una sonrisa apareció en los labios de Yuta.

"Cuando me asignaron para ser tu guardián." Yuta le informó. "Taeil me enseñó todo lo que sé".

"¿Taeil?" Dijo Miyeon, pensando en su Consejero Real. "Sin embargo, ha estado conmigo durante mucho tiempo".

Yuta asintió. "Conmigo también, han pasado ocho años".

"Oh." Dijo Miyeon, mirando al suelo.  Se había dado cuenta de que a pesar del tiempo que Miyeon conocía a su tutor, todavía no sabía nada sobre él.

De vuelta en el castillo, los dos rara vez interactuaban. Miyeon todavía recordaba la primera vez que lo conoció.

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"Feliz cumpleaños cariño." Dijo el Rey cuando Miyeon entró en la sala del trono, Mark, de 12 años, la seguía con su espada de cartón.

"¡Toma eso!" Mark exclamó, balanceando la espada.

"¡Mark, deja eso!" La Reina lo regañó. Mark hizo un puchero antes de entregárselo a un sirviente.

Miyeon puso los ojos en blanco antes de hacer una reverencia a sus padres.

"Gracias." Miyeon dijo con una sonrisa mientras Mark estaba a su lado.

"Tienes dieciséis ahora." El Rey le dijo. "Lo que significa que se te asignarán un Guardián".

Un guardián, pensó Miyeon. Había visto a los tutores de sus padres alrededor del castillo, yendo y viniendo de la Guardia Real. Ambos eran fuertes e intimidantes, y aparentemente los mejores graduados de la Academia Knight. Sabía que el suyo no sería diferente.

"Taeil, tráelo." Gritó el Rey.

El año pasado, en su decimoquinto cumpleaños, se le asignó un Consejero Real, Taeil. Taeil era solo un año mayor que ella, pero parecía tener muchos más años de sabiduría. Taeil le dijo que antes de convertirse en su asesor, tuvo que estudiar con el asesor del Rey durante años solo para prepararse para el papel. Incluso en el castillo, Miyeon a menudo veía a Taeil entrando en el estudio del consejero del Rey y no salía durante horas.

Miyeon se preguntó si tendría la misma amistad con su Guardián que con Taeil. Taeil era divertido y tranquilo, y los dos rápidamente se hicieron buenos amigos.

En el segundo en que Miyeon vio las puertas abrirse, Taeil entrando con un chico detrás de él, Miyeon supo que no sería lo mismo.

El chico era alto, pero no gigantesco.  Lo que intimidaba a Miyeon no era su figura, sino sus ojos.

Sus ojos eran oscuros, llenos de intensidad. En el lado positivo, si sentía tanto miedo mirándolos, estaba segura de que sus enemigos sentirían lo mismo.