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Miyeon tuvo la sensación de que algo andaba mal cuando Yuta y Taeil comenzaron a hablar sobre cómo se suponía que Mark y Haechan debían salir antes que Taeil y Jungwoo.  Estaba segura de que Haechan estaba agarrado a una cuerda sin nada más del otro lado.

"¡Podría haber jurado que Mark estaba del otro lado!" Haechan exclamó, mirando la cuerda que había sido cortada, presa del pánico.

"Está bien. Instalen el campamento aquí para esta noche." Yuta instruyó mientras desataba a su caballo del árbol.

"¿Adónde vas?" Preguntó Miyeon, poniendo su mano en su brazo.

"De vuelta al bosque." Yuta respondió, mientras caminaba con su caballo.

"¿No es demasiado peligroso ir solo?"  Preguntó Miyeon. Yuta negó con la cabeza.

"No podemos permitirnos perder a alguien más, ya es bastante malo que hayamos perdido al príncipe heredero".  Yuta dijo, quitando su mano de él.

Miyeon vio como el macho subía sin esfuerzo a su caballo.

"Si no regreso antes del amanecer, continen sin los dos". Yuta instruyó antes de regresar al bosque de los susurros.

Miyeon vio como el caballo de Yuta galopaba y pronto sus figuras desaparecieron en la espesa niebla.

"Bueno, supongo que deberíamos empezar por descargar el carruaje".  Taeil dijo con un suspiro.

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Mark, ¿Dónde estas?

Yuta vagó por el bosque, su caballo galopaba rápido mientras tenía su katana en la mano, usando su poder yokai para manifestar el arma. Había aprendido que al humo parecía no gustarle que los yokais estuvieran usando sus espíritus animales, pero no tuvo la oportunidad de decírselo a los demás ya que Miyeon estaba allí.

"Vamos, Mark." Yuta se dijo a sí mismo, buscando al príncipe.  "¿Dónde estás?"

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"Todo esto es culpa mía, ¿no?"

Habían terminado de montar el campamento y Miyeon ayudó a los demás a montar las carpas y el fuego.  Taeil ahora estaba cocinando su comida mientras Jungwoo iba a buscar el agua, dejando a Haechan solo con la princesa.

"No es tu culpa, Haechan. Los bosques están destinados a tentarte." Dijo Miyeon, tratando de tranquilizar al hombre.

"Pero soy su guardián. Se supone que debo proteger a mi realeza, y lo acabo de perder". Dijo Haechan, parpadeando para contener las lágrimas.

Miyeon frotó suavemente su espalda.

Haechan era joven para ser un guardián, mucho más joven que cualquier otro guardián que alguna vez hubiera sido asignado. Miyeon había escuchado que se había saltado muchos años de la Academia Knight y que sus habilidades eran increíbles.  Pero eso no cambió el hecho de que por dentro todavía era joven, incluso más joven que Mark.

"Haechan, incluso los mejores de nosotros cometemos errores. No es tu culpa." Dijo Miyeon, tratando de consolarlo.

"Incluso si no es así, estoy seguro de que Yuta está enojado conmigo ahora." Haechan murmuró.

"Ahora, ¿qué te hace pensar eso?"  Preguntó Miyeon, mirando al chico.

"¿Viste su cara antes de que se fuera? Pura ira". Dijo Haechan, con los ojos muy abiertos.

Miyeon se rió entre dientes. "No creo que esté enojado, Haechan. Creo que solo está preocupado por Mark."

Haechan hizo un puchero y Miyeon no pudo evitar sonreír. A pesar de las responsabilidades que tenía, estaba claro que por dentro, Haechan todavía era un niño.