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Cumpleaños

En el castillo, siempre fueron días de celebración y alegría. Y hoy era el día de Miyeon.

La chica fue recibida por su hermano irrumpiendo en su habitación, seguida por su guardián y Taeil.

"¡Feliz cumpleaños noona!" Mark gritó mientras corría hacia la cama donde yacía su hermana, seguidos por Haechan y Taeil.

"Feliz cumpleaños, su alteza."  Haechan saludó con una reverencia antes de que Taeil hiciera lo mismo.  Miyeon le devolvió la sonrisa.

"Gracias a todos." Miyeon les dijo a los chicos.

"Saldremos para dejar que te cambies". Dijo Taeil, sacando a los dos hombres más jóvenes, para su descontento. Miyeon solo pudo sonreír mientras los miraba.

Las criadas de Miyeon habían preparado un vestido sencillo para el día. No era nada especial, pero así le gustaba a Miyeon. Era informal y cómodo, pero los colores eran hermosos y elegantes. Su cabello también estaba peinado de manera simple, con rizos cayendo por su espalda.

Azul, como el cielo.

Miyeon sintió el material azul entre sus dedos, de repente recordó hace unos días, cuando Yuta la había atrapado en el estudio, sola.

"Su alteza, ¿está bien el vestido?" Una de las sirvientas le preguntó.

Miyeon inmediatamente soltó la falda, sonriendo mientras asentía.

"Sí, es absolutamente perfecto".

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El corazón de Yuta latía rápidamente en su pecho mientras caminaba furiosamente por los pasillos del castillo.

"Tantos preparativos que hacer, muy poco tiempo". Yuta murmuró para sí mismo mientras su capa negra se balanceaba por la forma en que caminaba.

Hoy era el cumpleaños de la princesa, pero no tenia tiempo para celebrar con ella mientras se dirigía a la boca de un túnel, escondido debajo del castillo.

Uno pensaría que las mazmorras del castillo estaban ubicadas aquí, pero en realidad estaban en un edificio fuera del castillo, fuertemente custodiado. Allí trabajaba una buena cantidad de caballeros.

En cambio, había un túnel secreto que se extendía por millas debajo del castillo, una ruta de escape. Había una gran puerta de metal que podía cerrarse, evitando que los persiguieran. Se colocó en el castillo cuando se construyó por primera vez, para ayudar a cualquier miembro de la realeza a escapar del castillo si alguna vez fuera necesario.

Cuando Yuta llegó a la entrada, había sirvientes cuidando los muchos caballos allí, pero uno de ellos no era un sirviente. Era un hombre vestido de azul brillante, su guardián con un traje a juego pero de negro a su lado.

"Mark." Dijo Yuta, mirando al chico.  Mark dejó de acariciar al caballo, él y Haechan se volvieron hacia el mayor.  Haechan le dio a Mark una mirada antes de alejarse, ayudando a los sirvientes a cargar el carruaje.

"Hyung." Mark dijo, una sonrisa arrastrándose por su rostro.

"¿No se supone que debes estar con Miyeon?" Preguntó Yuta. Mark se encogió de hombros.

"Ella se está preparando ahora mismo, así que quise ayudar". Mark dijo antes de retirar su mano. "Además, este es mi caballo".

"Está bien, pero no te quedes demasiado tiempo. No queremos que tu hermana sospeche." Yuta le dijo. Mark asintió y Yuta le hizo una pequeña reverencia al príncipe antes de caminar hacia los sirvientes para asegurarse de que todos los materiales estuvieran empacados.