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"¿Estás listo?" Miyeon le preguntó a Mark mientras bajaban juntos del dron. Mark la miró.

"Debería preguntarte eso a ti." Mark respondió. "He estado entrenando mucho más tiempo que tú".

Miyeon respiró hondo, revelando el artículo brillante que sostenía en sus manos, sorprendiendo a su hermano.  Los ojos de Mark estaban muy abiertos por la sorpresa cuando vio la corona escondida detrás de su capa.

"Eres la verdadera gobernante". Mark le dijo. Miyeon asintió.

"Lo soy." Miyeon dijo antes de agregar rápidamente, "Y espero que seas el otro".

Mark miró la espada que tenía en las manos antes de negar con la cabeza. "No lo soy."

Miyeon arqueó una ceja. "¿Cómo puedes estar tan seguro?"

Antes de que Mark pudiera responder, Taeyong los llamó a todos, preparándose para la larga batalla que se avecinaba.

"Solo lo se." Mark dijo, alejándose de ella para pararse al lado de Haechan.

¿Por qué está actuando así?

"¿Todo bien?" Yuta preguntó mientras Miyeon estaba a su lado. Una mirada a él y Miyeon supo que él había sido testigo de todo el intercambio entre ella y su hermano.

Miyeon asintió con la cabeza, volviendo su atención a Taeyong, quien les estaba informando sobre su estrategia.

"Quédense en parejas y hagan lo mejor que puedan". Taeyong les dijo.  Miyeon notó que miraba a Winwin y Mark antes de continuar.

"Hoy vamos a perder a algunas personas, pero sabíamos que iba a suceder". Dijo Taeyong, haciendo que todos se movieran incómodos. "Pero nos importa más la batalla en general, tenemos que ganarla".

De repente, la cabeza de Taeyong se movió hacia arriba y rápidamente se transformó en un dragón, volando en el cielo para atacar algo.

No, no a algo. Una bestia de las sombras.

Cuando Taeyong terminó, todos los demás estaban en alerta máxima, con las armas listas. Taeyong regresó a su forma humana, pero su atención estaba en los mechones oscuros que llenaban el otro lado del campo.

"Parece que estas bestias están ansiosas por nuestro ataque, así que no esperemos más". Taeyong dijo antes de atacar directamente a las bestias de las sombras, comenzando el ataque.

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¡Toma eso!

Yuta cortó a la bestia de las sombras con su katana, asegurándose de derrotarlos incluso antes de que se acercaran a Miyeon. Sin embargo, el extraño momento en que una se escapó, Miyeon lo manejó con facilidad.

Yuta tuvo que admitir que la corona definitivamente había mejorado los poderes de Miyeon. La chica era imposible de derrotar. Todo lo que tenía que hacer era levantar el dedo y la bestia sombra se había ido.

Miyeon había notado rápidamente este poder suyo también, usándolo a su favor. Se deshizo de muchas de las bestias de las sombras que se acercaban a Yuta, disminuyendo la carga que tenía que soportar.

Antes de que se dieran cuenta, los dos habían vencido el ejército de las bestias de las sombras. Estaba claro que eran mucho más fuertes que ellos, y Yuta comenzó a notar que se estaban retirando.

De repente, una figura pasó zumbando a su lado, mucho más grande y oscura que el resto.

¡La reina!

"Miyeon, ¿viste eso?" Preguntó Yuta, pero notó que Miyeon ya se había dado la vuelta, corriendo hacia donde estaban los demás. "¿Miyeon?"

Miyeon se detuvo al escuchar su nombre y se dio la vuelta para mirarlo. "¿Vienes o no?"