Capítulo 20

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"Si muero, ¿a quién irás a conseguirle el dinero?" el hombre le sacudió el brazo. 

—¿Realmente puede prestarte el dinero? —Liu Jinpeng habló todo el camino, mientras seguía a Ding Ji— Él es un estudiante de secundaria, ¿de dónde pudo haber sacado cien mil? ¿Cometió un crimen? ¿Vendió una casa

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—¿Realmente puede prestarte el dinero? —Liu Jinpeng habló todo el camino, mientras seguía a Ding Ji— Él es un estudiante de secundaria, ¿de dónde pudo haber sacado cien mil? ¿Cometió un crimen? ¿Vendió una casa...?

—¿No solo dijo que tiene cien mil? ¿Quién sabe si tiene más que eso?. Además, no te debe importar de donde sacó ese dinero, después de todo no le estoy pidiendo los cien mil —dijo Ding Ji— No seas tan prolijo, con todas esas personas a las que les pediste dinero ¡tú eres mucho más problemático que Lin Wuyu! ¡Debo comenzar a preguntarte de dónde sacaste ese tipo de valentía! 

—¿Yo problemático? —Liu Jinpeng negó. 

—¡Si no fuera por mi, habrías sido golpeado desde hace bastante tiempo! —Ding Ji lo miró.

Pero después de mirarlo dos veces, estiró el brazo y abrazó el hombro de Liu Jinpeng: —Gracias Peng Peng, de verdad.

—No hablemos de eso —Liu Jinpeng negó con la cabeza— ¡Maldita sea! Dadong no es de fiar, ¡No tenía que molestarte con esto! lo mataré tarde o temprano. 

—Como no pudiste pagarle, ¡él solo fue a mi! así que lo mejor que puedes hacer es no volver hacer este tipo de cosas a mis espaldas en el futuro —dijo Ding Ji— ¿No siempre resolvemos los asuntos conversando?

Liu Jinpeng murmuró por la bajo, todavía molesto.  

Ding Ji y Lin Wuyu quedaron para verse en la tienda de té con leche, el que estaba al lado de Xinjia. Aún faltaba un rato para la hora acordada, así que los dos se tomaron una taza de té con leche y se quedaron en la calle. 

Liu Jinpeng no iba a participar en esta reunión, pero insistió esperar de cerca a Ding Ji.

—En este momento estoy prestando mucha atención. A pesar de que hemos estado durante tantos años en este lugar y no ha pasado nada importante, ¿Quién hubiese pensando que Lao Liu iba a hacer aparición de esta forma? —Liu Jinpeng frunció el ceño— además, ese chico que luce como una buena persona, que no se inmutó en prestar el dinero cuando se lo solicitaron. Con eso, yo no me siento para nada cómodo. 

—¡Él es el campeón que está en reserva! ¡No es nada de eso! —Ding Ji se sentía impotente. 

—Hay que estar prevenido —insistió Liu Jinpeng— de todos modos, todavía no puedo confiar en él. 

—Me lo debes —dijo Ding Ji— Te preocupas más que mi abuela. Estamos aquí. En la carretera principal junto a la tienda de té con leche ¿Qué es lo que puede tramar aquí? 

—No lo sé —Liu Jinpeng parecía indiferente: —Después de todo, no hay otro lugar al que se pueda ir. 

—Tú...¡Maldita sea! —Ding Ji se detuvo abruptamente en medio de la conversación al ver a Lao Liu, quien venia de la pequeña plaza e inmediatamente, le dio una palmadas al brazo de Liu Jinpeng— ¡No dejes que se escape!

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