嚣张
Xiao zhang
Unbridled
Sinopsis:
Lin Wuyu es el dios académico de su escuela secundaria: tranquilo, confiado y siempre capaz de obtener el primer lugar sin esfuerzo. Ding Ji hace alarde de su excelente memoria y se especializa en el arte de engañar...
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—Feliz cumpleaños Wuyu-gege —Ding Ji se tumbó en la almohada y giró la cara para mirar a Lin Wuyu.
—Gracias, Ding Xiao Ji —Lin Wuyu sonrió.
Su teléfono vibró desde un lado.
Lin Wuyu lo tomó y lo abrió. A excepción de las bendiciones de algunas personas del dormitorio, también vio un mensaje enviado por Lin Zhan.
- Feliz cumpleaños, es hora de que abras tu regalo.
—Un hermano es un hermano —Ding Ji inmediatamente saltó y se levantó de la cama, apresurándose y tomando la gran caja: —Ábrela rápido.
Lin Wuyu se sentó y abrió la caja.
De hecho, ya había adivinado lo que sería, pero aún así se sorprendió muy gratamente.
Lin Zhan realmente cumplió la solicitud que le hizo aquel día.
—Es tan lindo —Ding Ji lo miró por un momento: —yo soy demasiado lindo.
—...¿yo no soy lindo? —preguntó Lin Wuyu.
—Solo elógiate a ti mismo —dijo Ding Ji.
Lin Wuyu también miró el modelo por un momento: —Soy tan lindo.
Ding Ji sintió que el cumpleaños de Lin Wuyu fue mucho más grandioso que su cumpleaños, probablemente debido al salto del edificio y una serie de seguimiento, las personas del dormitorio han estado emocionada, por lo que la relación es mucho más profunda que el semestre pasado. Después de todo, fue una amistad que pasaron por una aventura emocionante en una azotea.
El lugar para comer quedó bajo un salón, que reservaron el Gran Oso y Lu Le, quienes incluso hicieron varios viajes para ver el lugar. Aunque Ding Ji sintió que no iban a asistir más de diez personas, y que parecía innecesario.
—¿Estás celoso del trato que me están dando? —dijo Lin Wuyu.
—¿Celoso de que por primera vez tienes un cumpleaños con otros de esta manera, desde que eras un niño? —dijo Ding Ji— Pobre niño pequeño.
Lin Wuyu se rió: —No olvides traerme tu regalo más tarde. Ahora puedes darme el regalo frente a los demás, y ya no hay necesidad de escondernos.
—Depende de qué sea. —dijo Ding Ji— ¿y si te regalo algo atrevido? tengo que evitar a todas estas personas.
—¿Hay algo así? —preguntó Lin Wuyu de inmediato.
—Claro que no —Ding Ji lo miró—No, ¿Cuántos desechos amarillos tienes en la cabeza?
—No lo sé —Lin Wuyu se rió— Realmente yo no era así antes.
—Entonces, ¿Cómo caíste paso a paso hacia eso? —preguntó Ding Ji.
