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Sleeping at last - Saturn

Sleeping at last - Saturn

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Último capítulo

London despertó en una cama con sábanas de color azul claro, le sorprendió que una tonalidad tan simple le sea extraño. Después de vivir años en un ambiente controlado donde los únicos colores predominantes eran el blanco y plateado, la vida que daba aquel pequeño espacio le hizo esbozar una sutil sonrisa.

Una mano lo despertó por completo. Marco tenía los labios resecos, pero su mirada delataba su estado de preocupación. Había pasado ya una semana y pensaron que la herida del doctor no era tan superficial como creían. Solo les restó esperar hasta ese momento. El moreno alcanzó con sus dedos una pequeña campanilla que se volvió su pertenencia más valiosa. Con ella pudo llamar a los demás que de inmediato entraron a la habitación vieja cuya pintura estaba a nada de caerse.

Kaled, como era de esperar, fue el primero en ir hacia London y tomándolo de las mejillas se aseguró de que este estuviera mejor. La preocupación que pasaron los hizo dejar de dormir adecuadamente durante toda aquella semana. Rick tenía alrededor de la casa una poderosa barrera que era tan transparente que cualquier humano no podría verla. En las tardes 44-36 salía por los cielos para verificar que nadie sospechara de su estancia.

London perdió la pequeña sonrisa en su rostro cuando se percató de algo: Marley no estaba. Solo entonces recordó a detalle lo ocurrido, la manera en el que el pelirrojo quiso quedarse en aquel lugar  acabar con todos él solo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, porque las ropas de los demás eran negras, como una forma de luto para aquel gran amigo que hizo lo posible para darles una libertad completa, sin que nadie los persiguiera.

Se levantó con dificultad, sus piernas estaban débiles, pero pudo dar una paso, apoyado de Kaled, quien vigilaba su avance.

El sol estaba afuera, iluminaba aquella pequeña casa con fuerza, era un nuevo día, estaban libres, Ion no pintaba el panorama, pero no sintieron felicidad por ello. London se preguntó si es que todos los días iban a ser tan agrios como ese. Pensó que todo lo que hizo no pudo haberse completado como era debido y eso era porque sin Marley la victoria no era completa. Suspiró, cansado, su cuerpo estaba en las últimas, pero incluso así siguió avanzando hasta la salida.

44-36 los llevó a una isla en el centro de américa. Después de que todo colapsara varios países solo evacuaron a las personas. Algunos territorios seguían estando desiertos incluso con la intervención de ODAH. Aquel lugar era uno de ellos. Los edificios que se sostenían con mediocridad parecían caer en cualquier segundo. No había ni una vida cerca de ellos y esa era una de las razones por la que creyeron que era seguro.

Proyecto ODAHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora