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(Maroon 5 – Love somebody)
Conozco tu interior, te sientes tan vacía,
Y esta es una píldora difícil de tragar,
Pero si caigo por tí, nunca me recuperaré,
Si caigo por tí, nunca seré el mismo.


Los labios de Jimin se vieron presos por las fauces del Conde, mordidos y lamidos, rogándole paso para acariciar su dulce cavidad. Sus lenguas se conocieron de forma brusca, soltando jadeos y chapoteos morbosos. Las manos de Yoongi sujetaron con fuerza la fina cintura de Jimin, tan delgada sin la capa de tela que sus manos juntas eran muy grandes para esa delicada anatomía.

Las lindas piernas de Jimin se acariciaron con descaro contra las de
Yoongi, buscando más contacto para apaciguar el calor.

—Príncipe encantadoramente desesperado —gruñó el comentario contra los labios de su amante.

Jimin sonrió apenado, pero se atrevió a restregarse contra la entrepierna ajena cual gata en celo. Su necesidad empujó por la borda su sensatez.

El Conde lo tomó por los muslos, sujetándolo bien al pararse y en un par de zancadas llegó a la cama con dosel del muchacho. Lo tiró sobre la cama y admiró el desastre que era Jimin. La bata estaba abierta, revelando su blanquecino cuerpo. Su cabello aún húmedo estaba desparramado sobre las sábanas. Era exquisito, aún más cuando en su rostro llevaba la marca de la lujuria.

—Como el caballero que no soy he de preguntar, ¿estás seguro de esto?

Vio a Jimin erguirse sobre uno de sus brazos sin cohibirse por su desnudez o por lo poco que la bata le cubría, entonces le dijo:

—Me enamoré de ti esa noche y terminé cautivado por una persona que ocultaba tanto bajo esas sonrisas arrogantes, pero, aquí el mayor secreto lo he guardado yo. No podría desear nada más sino ser tomado por el hombre que amo.


Realmente quiero amar a alguien,
Realmente quiero bailar hasta terminar la noche,
Sé que estamos a sólo mitad del camino,
Pero puedes contar conmigo, puedes contar conmigo,
Realmente quiero tocar a alguien,
Pienso en tí cada día que pasa,
Sé que estamos apenas a mitad del camino,
Pero puedes contar conmigo, puedes contar conmigo.


Una suave sonrisa se coló en los belfos del Conde, dulcemente encandilado por esa respuesta que lo llevó a devorar esos esponjosos labios otra vez, bebiendo de la vid desde su fruto más rojo. Las manos de Jimin le ayudaron a retirarse la ropa, el saco, el chaleco y la camisa salieron primero. El jovencito se permitió recorrer con sus manos esa tierra bien labrada, esas suaves colinas formadas en la planicie que bajaba hasta un río de lujuria.

—Por favor, ven —incitó Jimin con las mejillas sonrojadas y las piernas abiertas, enseñándole al hombre su intimidad.

Yoongi tomó eso como suficiente aliciente como para quitarse las últimas prendas que le quedaban y unirse a ese pequeño muchachito en la cama. Sus brazos se envolvieron alrededor del torso de Jimin, restregando sus pieles, compartiendo su calor.

—Nunca he estado con un hombre, sin embargo, prometo cuidarte y no hacerte daño.


Eres algo tan difícil de seguir,
Ámame hoy, no me dejes mañana, sí,
Pero si caigo por tí, nunca me recuperaré,
Si caigo por tí, nunca seré el mismo.


Jimin sonrió con ternura. Él tampoco sabía mucho sobre el sexo entre hombres, siendo que siempre se mantuvo alejado de todo ello debido a su pequeño secreto, pues nunca tuvo oportunidad de experimentar más allá de con sus propios dedos.

—Déjame prepararme para ti.

Yoongi le permitió alejarse, aunque su cuerpo se quejase entre gruñidos, pero estos mismos cambiaron a jadeos placenteros cuando vio a Jimin con las piernas abiertas y su mano en su entrada, acariciando sus pliegues con los dedos mojados por la saliva.

El Romance Trae Vestido (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora