Viviendo a tu lado (DiaMaru)

¿Una nueva amiga?

Hanamaru se terminó de bañar y fue a ver a Dia que estaba en la cocina.

Hanamaru: ¿Estás haciendo el almuerzo zura?

Dia: Si, es pasta.

Hanamaru: ¡Me encanta zura!- dijo con una sonrisa en el rostro.

Dia: Es bueno saberlo ¿A quien no le gusta?- río un poco.

Hanamaru: Dia...-lo pensó un poco- Dia-chan ¿Que haremos hoy?

Dia: B-Bueno- respondió con un leve rubor- en realidad no tengo nada planeado.

Hanamaru: Entonces quedémonos en casa descansando.

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Las dos chicas almorzaron la deliciosa pasta preparada por la mayor. Hanamaru no había probado otra igual, era una comida propia de una madre hecha con cariño a su hija.

Dia: ¿Te gustaría jugar algo?

Hanamaru: N-No soy muy buena en los videojuegos zura...

Dia: Jeje no me refería necesariamente a eso, puede ser un juego de mesa o algo.

Hanamaru: ¿Tienes ajedrez?

Dia buscó en su habitación y encontró un viejo tablero de ajedrez.

Una vez volvió a la planta principal, lo puso en el suelo dónde se hallaba la pequeña Kunikida.

Dia: Está muy empolvado, iré a lavarme las manos.

Hanamaru: Claro- respondió para luego seguir descubriendo cosas nuevas sobre su celular.

Dia abrió el grifo del baño.

Dia: ¿Eh? ¿Porque no sale agua?

Antes de que dijera otra cosa el agua inundó sus manos empapándolas por completo.

Dia: ¡¿Ahora sí?!- exclamó un poco molesta.

Hanamaru: Tardaste un poco zura- le dijo cuando la vió ingresar a la planta principal.

Dia: Si, el grifo estaba medio raro- dijo mientras miraba la manga de su buzo mojada.- Empecemos con nuestra partida.

Unos minutos después estaban las dos chicas muy concentradas; tenían el juego muy igualado, cualquiera podría ganar.

Hanamaru se decidió a hacer un movimiento, miró todas las fichas rivales y llegó a la conclusión de que la ficha en su nueva posición ofensiva contra el Rey enemigo no sufría ningún riesgo de ser comida por alguna ficha de su contrincante.

Tomo la ficha, la desplazó hacia otro punto del tablero y cuando iba a dejarla en su nueva posición...

Una ola inundó la sala. El agua se llevó el tablero de ajedrez con ella. Las chicas no recordaban en que posición estaba cada ficha antes de que su partida fuera interrumpida.

Ambas miraron un poco enojadas hacia el baño, tanta agua no era normal, y menos si causaba alguna interferencia así.

Observaron como de el charco de agua que ocupaba el baño nacía una silueta humana.

- Agua... necesito...agua potable.- decía una voz femenina, aún no tenía forma de mujer. Era una masa de agua con silueta humanoide pero de seguro si conseguía lo que quería podría obtener una forma humana y claro, ofrecer disculpas por interrumpir el partido.

Dia: Iré a la tienda, tú cuida de...ella.

Hanamaru: Está bien zura- respondió con una sonrisa.

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