𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De Papel

𝓑 𝓐 𝓑 08

Tokio y yo, nos mantenemos sentadas, dándole la espalda a los rehenes y pensando

-- Los disparos que han oído, procedían de un escarceo con la policía. A sido provocado por una rehén que no ha cumplido mis normas y ha tratado de contactar con este teléfono...- Berlín pone el tono de llamada- y yo me pregunto, si el teléfono de la señorita Gaztambide lo tengo yo, ¿de quién será este? ¿A alguien le suena está musiquita?

Tokio se levanta, y va hacia el

-- ¿Que ha pasado?-

-- ¿Que haces?

-- todos hemos escuchado los disparos, y te he preguntado ¿Que coño ha pasado?

-- aquí no- Berlín la jala - vamos- me invita a mi también

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-- tenía un teléfono, ¿Que más querías que hiciera?

-- darle un susto, cortarle una oreja, yo que se, pero no matarla

Recargo mi cabeza en mis manos con estrés

Berlín mando matar a Gaztambide por haber tenido un teléfono a su alcance

-- le hubiera dado información a la policía de cuántos y dónde estamos. Ahora serías tú la que tendría un disparo, pero conservarías tu oreja

-- ¿Quien ha disparado?- pregunto, aún distanciada

-- Denver. Había demasiada sangre

-- el profesor dijo que no derramariamos nada de sangre, esas eran las reglas- mi hermano alega

-- pues acaba de producirse un cambio, por respeto a el control de rehenes, ¿Estamos? No sé pongan nerviosos, la opinión pública está de nuestra parte y eso no va a cambiar. Cuando se den cuenta de que falta un rehén, ya no estaremos aquí, estaremos muy lejos

-- y ¿Lo sabe eso el profesor? ¿Sabe que te has saltado la primera puta regla de el plan?!- tokio le amenaza

-- ¿Me vas a hablar tu de reglas? Tu que por zumbarte a ese idiota, casi revientas a un poli a tiros

-- le voy a hablar a el profesor- mi hermano dice seguro de si mismo, poniendo el teléfono rojo, en su oreja

-- muchachito...- Berlín le quita el teléfono, viendolo amenazante

Me levanto de mi asiento, y me paro frente a el, sosteniendo mi pistola sobre la mesa, en forma de amenaza

-- llámalo, Río-

Berlín me ve con una sonrisa brillante

Estoy consiente de lo mucho que le pone que me ponga en este plan y eso no me molesta en lo absoluto, sin embargo, el caso lo amerita

Río marca de nuevo, en altavoz

Pasan los timbres

Berlín y yo, nos encontramos en un concurso de miradas que hacian aún más notable la tensión sexual entre nosotros.

Una sonrisa se asomaba en sus labios, y cada tanto, bajaba su mirada a mi cuerpo

-- no lo coge- suelta Río estresado