𝓑 𝓐 𝓑 61

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- ¡Palermo! ¡Enséñame los huevos, cabrón!

Encontramos a los rehenes, y Arturo no se tarda en gritar

Palermo se mantiene al frente, disparando en dirección al imbécil

Me cubro los oídos, cuando disparan hacia nosotros

- ¡A los chalecos!

- ¡Al techo!

Tanto Lisboa como Palermo intentan dar órdenes, pero opto por apuntar a los chalecos. Tenemos que ser más directos si queremos asustarlos

Llueven los disparos, hasta que ellos se rinden, avanzando más

- ¡Al suelo! - arrinconamos a los pocos rehenes que quedan atrás, evitando que continúen

Seguimos avanzando con precaución mientras a ellos los regresan con el resto

Tokio y yo avanzamos más de la cuenta, intentando llegarle a Arturo. El que aparentemente organizo todo

Cuando estamos por llegar, el rehén junto a él se toma el tiempo de apuntarnos, mientras nos escondemos detrás de los muros

- ¡Boston!

- ¡estoy bien!

Finalmente noto que tanto nosotras como Lisboa, no traemos chalecos antibalas

Joder

Saco los brazos para disparar, y ahora ellos son quienes se esconden

Avanzamos más y más, hasta que notamos como, por una puerta, nos dan la vuelta alejándose

- ¡Joder!

- ¡Van hacia los muelles de carga!

- Tokio, Denver, seguidles

- regresa con Estocolmo - Andrés se acerca a mí, con voz seria

- si puedo...

- regresa con ella. No es pregunta, es orden

- ¡déjame en paz, Berlín! - alzo la voz, desesperada

- Palermo y Manila, conmigo. Vamos por la otra puerta. Helsinki, a la última planta - Lisboa sigue dando ordenes

- voy con ustedes - aseguro de inmediato, juntándome con Tokio y Denver - tu vete con Helsinki

Me apresuro a avanzar, dejándolo atrás sin poder responder

Nosotros tres avanzamos con cuidado, apuntando en todas direcciones

Los alcanzamos, y seguimos, con una distancia prudente

Ellos nos notan, comenzando a disparar

Cuando estamos por llegar, escuchamos como Arturo murmura un "joder". Deduzco, debido a que la puerta a la que pensaban ingresar, estaba bloqueada

Nos encontramos con el grupo de Lisboa, y todos nos agachamos, manteniéndonos alertas, cada grupo, de cada lado del pasillo

Noto como Andrés esta con ellos, pero evito su mirada

Un disparo nos informa que lograron abrir la puerta

- a los chalecos - Lisboa ordena, y todos comenzamos a disparar

Ellos cerrando la puerta del arsenal de carga, nos informa que de momento, estamos fuera de juego

- joder

- estamos jodidos - Palermo murmura

Nos mantenemos en nuestros lugares, hasta que algo llama mi atención

𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora