DILL [ vkook ]

Comenzó el juego

El juego pensó que dejar a Taehyung a su favor sería más fácil para ellos, era bueno eliminar a quiénes los desafiaran, formaba parte de su macabra estrategia que sirvió como advertencia para todos los demás. Cada uno se enteró de aquello, algunos por los mensajes de sus montadores, autorizados para soltar la información, y otros simplemente porque son demasiado observadores. Taehyung era el primer jugador sin montador y si alguien osaba ir contras las reglas, tendría un final parecido.

Namjoon pensó que era una estupidez, a diferencia de todos los demás quería un rival limpio, que le diera batalla y lo hiciera cansarse, al punto de pensar si moriría o ganaría. Taehyung era ese alguien. Sin embargo, lo que difícilmente se construía en años, podía fácilmente destruirse por alguien de apellido Jeon y que aparte de ser nuevo, era un completo caso sin resolver.

Pasó una semana desde entonces, todavía no había un culpable para el incendio del instituto y no lo habría hasta que encontraran a Taehyung. El pelirrojo se esfumó del mapa, ningún jugador sabía de él, pero Jin parecía tener más información que cualquier otro, aunque él aseguraba que su fuente confiable era Namjoon. Taehyung estaba a su suerte, sin un montador para ayudarlo y Jungkook se sintió culpable por no haberlo notado ese día, estaba más que seguro que por su culpa el pelirrojo pasaba por todas estas situaciones, aunque no olvidaba que fue un idiota con él, pudo buscarlo y pedirle ayuda, tragándose el orgullo. 

— ¿Te sientes bien? —Jungkook asintió débilmente desde el otro columpio, cabizbajo. Jin no le creyó mucho—. ¿Seguro? Puedes contarme si qui...

— Estoy bien, Jin. De verdad —cortó rápidamente con la vista pegada al suelo y apretando los puños entre sus piernas.

— Si es por Taehyung, todos estamos preocupados por él —intentó tranquilizarlo. Sea lo que sea que pasó entre esos dos, Jin estaba lejos de enterarse.

— Eso no es cierto. Probablemente a nadie le importa y está bien, no estoy furioso por eso.

— ¿Y por qué lo estás?

— Porque estoy preocupado por él —confesó después de un corto silencio, avergonzado. Jungkook revolvió sus mechones oscuros, frustrado y nuevamente pegó su vista al suelo—. Eso es lo que me molesta. Se supone que no debería estar preocupado. 

— ¿Ustedes eran amigos, no? ¿No es normal que un amigo se preocupe por ti?

— No éramos precisamente amigos, a mí parecer —Jin frunció el ceño y Jungkook resopló; hablar de Taehyung era más incómodo de lo que pensaba—. Nuestra relación era extraña.

— Ya entiendo —el castaño rio ante la rotunda confusión y negó para sus adentros, en el fondo burlándose de lo estúpido que era Jungkook con sus sentimientos ya que, según él, era más que obvio lo que pasaba entre ellos—. ¿Te gusta, cierto?

— ¿Huh? —Jungkook se volteó a su dirección de golpe, sorprendido y con el rostro extrañamente sonrojado, pero siempre con su ceño fruncido—. ¡No me gusta! Y no vuelvas a decir algo así.

— Vamos, Kook, no soy idiota —sonrió burlesco—. Eres tan obvio que da pena.

— Hablo en serio, Jin, no me gusta y no hablemos más de eso —el rostro de Jungkook todavía tenía algo del tono carmesí en las mejillas, un color que trató de ocultar desviando la mirada y que no logró. Pensó que debería dejar el tema de lado, no quería sospechas ni mucho menos que otros jugadores supiera su secreto o podrían usarlo en su contra. Jin era su amigo, pero seguía siendo un jugador—. Taehyung me ayudó mucho cuando no sabía qué hacer, además fue la primera persona con el que fui yo mismo, aunque sea una noche.

Jin guardó silencio y lo miró apenado. Jungkook tomó aire y continuó.

— ¿Cómo crees que debería sentirme después de saber que el juego lo castigó por mi culpa? No quería causarle problemas, no de esta forma y ahora no sé donde podría estar.