Primer eliminado

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Jungkook se encontró con la sorpresa hecha un mensaje, aquella noticia fue motivo suficientes para angustiarse y tenerlo colgando de un hilo.

K.A

Jungkook, soy tu nuevo montador. He programado una alerta en tu teléfono de tal forma que no podrás apagarlo a menos que yo lo autorice.

recibido 15:40 pm.

Los montadores iban y venían, aunque lo ideal es que no llegaran a tal punto. Perder el control sobre tu jugador era casi tan grave como revelar información sobre el juego y por lo tanto la sanción era la misma.

El nuevo montador de Jungkook no era uno cualquiera, era un mentor con un temperamento ligero, obsesivo por el control y la puntualidad, además de ser un as bajo la manga para los creadores del juego. Nunca se le asignó un jugador por su agresividad y estaba solo, y solo, para emergencias netamente necesarias. Esta era una.

Taehyung se ocultó en casa de Jungkook como lo prometió y planearon la próxima estrategia para la misión del nivel dos.

— Nos atacarán a nosotros —comenzó a decir el pelirrojo. Taehyung soltó un suspiro y se afirmó de espaldas contra la pared mientras Jungkook controlaba el nerviosismo, evadiendo su mirada hacia el suelo—. No podemos ni por un minuto estar cerca o nos encerrarán.

— ¿Cómo estás tan seguro? —el azabache alzó su rostro desde el sillón.

— Jimin y Yoongi se protegen, Hoseok debe seguir enojado por lo que hiciste y Namjoon seguirá a la mayoría. Lo más probable es que nos ataquen y eliminen a uno de nosotros.

— ¿Cuál es el plan entonces? —dijo el azabache y si Taehyung era sincero, ni él mismo lo sabía.













Taehyung intuyó lo que todos los demás pensaban. Jimin y Yoongi tenían una cuartada lista para cuando el momento llegase, Namjoon se uniría a la mayoría y Hoseok seguiría la misma venganza que lo tenía hambriento. Por otro lado, el más complicado de los siete era Jin, que lejos de ser el más amable, era el que en el fondo no estaba preparado para morir y el simple hecho de asesinar a alguien más para salvarse a si mismo le traía más problemas de los que imaginó.

Jimin no echaría a perder su esfuerzo por un simple chico.

— En algún momento tendrás que enfrentarme ¿Lo sabes? —le habló al rubio a su lado que alzó ambas cejas—. Uno de nosotros morirá.

— Lo sé. —dijo Yoongi, abrazándolo por la espalda sobre la cama. Jimin guardó silencio—. No me contendré.

— Taehyung es fuerte, Yoongi. No dudará en proteger a Jungkook cuando lo ataquemos y si...

— No quieres que te ayude, ya entiendo —Jimin formó media sonrisa, algo trágica. Yoongi entendía su sentimiento, ambos lo compartían y no lo culpaba—. No lo haré, sé que quieres hacerlo solo.

— Júralo —espetó.

— Lo juro —susurró.

A diferencia del pelirrojo, Jimin no tenía un sueño. Muchas veces quiso morir y más de una vez lo dijo públicamente, su depresión lo llevó a situaciones que nadie debería pasar, pero era diferente cuando se podría volver realidad todo lo que pensó, cuando tu vida dejaba de ser tuya y formaba parte de una entretención constante. Vivir se convertía en una necesidad. Orgullo, podría decirse, o simplemente dignidad. Si Jimin moría, quería que fuera porque él lo decidió así, no porque alguien más lo ordenó.

DILL [ vkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora