Autocontrol

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— Tae —llamó suavemente.

Taehyung se volteó hacia Jimin que lo observaba desde el sillón, envuelto en la única sábana blanca que cubría los cojines, el pelirosa cruzó miradas con él y posteriormente vio el paisaje desde el ventanal que acostumbraba contemplar Taehyung por las noches.

— ¿Qué sucede exactamente cuando te domina tu pecado capital? —preguntó serio, tomándolo por sorpresa.

— ¿Por qué quieres saberlo? —se extrañó.

— Eres el único jugador hasta el momento que lo ha experimentado, simplemente tengo curiosidad al respecto —Taehyung resopló y le dio la espalda, pero el pelirosa no estaba dispuesto a interpretar su silencio una vez más—. ¿Entonces...? ¿Qué sucede?

— Ya te dije que pierdes la razón —dijo, hastiado del asunto.

— Pero no me lo haz dicho todo.

— ¿A qué te refieres? Eso es todo —gruñó.

— Estoy seguro de que no es todo —afirmó. Jimin se incorporó de golpe del sillón, avanzando hasta él en calzoncillos e interponiéndose bruscamente para que lo viera fijamente a los ojos—. ¿Qué sucede? ¿Qué pasa si uno no domina su pecado capital? —insistió.

Taehyung tragó duro y frunció el ceño.












Jin solo escuchó rumores al respecto, nadie sabía con exactitud lo que sucedía, nadie salvo Taehyung que fue el único en experimentar aquella sensación. Se decía que se desligaba el razonamiento y el poder aumentaba, era como olvidar quién eras y no había una forma de volver a la normalidad fácilmente.

Jimin estaba con Yoongi cuando recibieron la noticia, la expresión de espanto no tardó en llegar en ambos y el pelirosa pensó en Taehyung como primera opción.

— ¿Crees que Taehyung aceptó su pecado capital otra vez? —preguntó Yoongi, algo asustado.

— Puede ser, pero... —Jimin creía que Taehyung no volvería a cometer ese error, no después de su última conversación. Yoongi elevó ambas cejas ante la expresión confusa del pelirosa—. No lo sé, Taehyung ya sabe controlar su pecado capital. Es imposible de que sea él.

— ¿Entonces...?

— No te preocupes de eso —sonrió Jimin, acariciando la mejilla de Yoongi con el fin de olvidar el asunto—. Sea lo que sea, no es nuestro problema.

Jimin abrazó a Yoongi tiernamente, lo que menos necesitaba era que el rubio terminara exaltándose en esta situación, era bastante bueno en perder la tranquilidad. Las palabras de Taehyung hace unos años atrás quedaron rondando en su mente y agradecía no haber sido el siguiente en experimentar algo que su antiguo compañero consideraba como aterrador.












— Haces cosas horribles, Jimin, cosas de las cuales te puedes arrepentir —susurró. Jimin notó su mirada llena de tristeza. Algo no andaba bien.

— ¿Cosas horribles? ¿Qué tipo de cosas?

— No puedo decírtelo con exactitud, depende de ti. —confesó. Jimin bajó la vista y Taehyung resopló, esta vez mirando la luna frente a sus ojos. —O...

— ¿O...? —inquirió curioso el pelirosa.

— Te mueres.






DILL [ vkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora