DILL [ vkook ]

Mi culpa

Los envolvió un silencio en cuanto el juego anunció el primer eliminado, fue como un golpe en el estómago para algunos y para otros fue un alivio. Jimin pensó en un millón de cosas a la vez, recuerdos vivos del rubio, promesas que oía de él y que nunca cumplió por miedo a enamorarse. No podía decir que lo estaba después de todo, pero sentía soledad y tristeza por perderlo, en el fondo también lo odiaba, se suponía que no debía romper su acuerdo y lo hizo, decepcionándolo.

Jungkook llegó a la escena poco después, seguido de Jin que con claro disgusto fulminó a Taehyung al ver el cuerpo del rubio tendido en el suelo frente a los lamentos de Jimin, pero incluso el pelirrojo estaba asombrado de lo que había hecho. Yoongi no solo tomó desprevenido a su compañero, sino también al jugador que quería deshacerse de él.

El azabache no lo pensó dos veces y aunque debería estar impactado, solo corrió hasta Taehyung y lo abrazó, aliviado y contento, porque al menos lo tenía a él. Taehyung sonrió y se aferró a Jungkook, cerrando su ojos ante el suave tacto, olvidándose de toda esa preocupación que minutos atrás lo tenía nervioso y dejándose llevar por los sentimientos a flote, incluso si al juego no le parecía correcto.

— Estás vivo —escapó de los labios del pelirrojo, despojándose de toda preocupación.

— Por poco —Jungkook se separó de él y llevó ambas manos a su rostro con diversas heridas, sintiéndose culpable y preocupado—. ¿Estás bien? ¿Te duelen?

— Un poco —dijo entre risas.

— Volvamos a casa. Debes descansar —sonrió Jungkook.

Pero ninguno volvió a casa después de la misión, apenas se llevaron el cuerpo de Yoongi cada jugador se durmió de golpe y despertó en una habitación distinta, parecida a la de un hospital. Jungkook parpadeó lentamente y en cuanto volvió a la normalidad intentó levantarse de la cama en que se encontraba. Habían cuerdas sometiéndolo por sus extremidades que por más que intentase arrancar solo conseguía hacerse daño, no se tranquilizó hasta que una mujer uniformada entró al cuarto y lo tomó por sorpresa.

— Hola Jungkook, soy la doctora Choi —saludó frente a la cama. El azabache tragó duro y la miró con extrañeza—. Estás aquí por un control médico, el juego quiere asegurarse de que todo esté en orden ¿Sí?

— ¿Por qué estoy atado? ¿Qué es este lugar? ¿Dónde están los demás? —dijo rápidamente, ignorándola.

— Las cuerdas bloquean tus habilidades y así nos garantizan seguridad en caso de que reaccionen de mala forma.

— ¿Es esto un centro psiquiátrico? —la doctora rio suavemente y Jungkook frunció el ceño.

— Tranquilo, estás dentro de la institución médica del juego. No debes preocuparte.

— ¿Y el resto? ¿Dónde están? —fulminó con la mirada.

— Ellos están con otros médicos para una revisión. Algunos jugadores tienen lesiones graves tras la primera misión y es nuestro deber atenderlos —explicó tranquilamente—. Lo mismo haré contigo para ver que estás bien y tus lesiones no son mayores.

— ¿Cuándo saldré de aquí?

— En cuanto termine mi revisión, si está todo en orden, puedes volver a casa, de lo contrario tendrás que quedarte para ser tratado —el azabache asintió lentamente y resopló—. Bien Jungkook, liberaré tus cuerdas de la camilla, pero no te soltaré hasta que termine ¿Bueno? Es por seguridad.

— Está bien.

La doctora Choi liberó las cuerdas como prometió y le pidió que se levantara para evaluar el frente. El azabache se incorporó rápidamente y sin mayores problemas, quitándose la camiseta para que ella pudiera evaluarlo.