FOR A TRAINED HEART

VIII

—Qué mierda es ésto—exclamó el rubio del ceño fruncido después de cruzar el marco de la puerta de su apartamento,encontrándose con sus am- invasores de propiedad privada dentro de su casa.

—Una fiesta—respondió la chica de cabellos cortos color morado haciendo su camino interviniendo en la escena mientras salía de la cocina sosteniendo dos recipientes llenos de botanas en sus manos,nisiquiera molestandose en mirar a Bakugo quién simplemente observaba a la gente que irrumpió en su hogar ubicando decoraciones y globos en las paredes,como si fuera el de éstos mismos.

—Si,lo sé,hay un cartel justo afuera de mi puerta que dice “fiesta sorpresa,no le digan a Bakugo”—dijo el joven rodando los ojos aún sin mover un pie de la entrada,con el joven de cabellos verdes tras de sí—de quién fue la idea de mierda

Todos en la habitación se encontraron apuntando al rubio que se encontraba inflando un globo al final de la sala,deteniendo su acción para mirar en dirección al rubio oara separar sus labios de la boquilla del globo haciendo que el aire golpeara su rostro,desordenando su flequillo en el proceso mientras soltaba el pequeño globo sin aire dejándolo caer al piso mientras extendía sus manos frente sí de una manera delatora.

—Quizás…fue algo de mi idea—dijo encogiendo sus hombros mientras desviaba su mirada con una sonrisa temblorosa en sus labios.

—Bien,y ¿fuiste tú el del cartel?—preguntó altaneramente el rubio,con sus manos en sus caderas,mirando fijamente al joven del flequillo y mechón en forma de rayo.

—Nop,esa fui yo—se delató la chica de cabellos rosas mientras alzaba su mano derecha para después bajarla y entregar el globo que sostenía en sus manos a Sero,quién yacía de pie sobre una silla para más altura.

El chico tomó el globo para pegarlo en la pared con cinta adhesiva,volteandose a mirar de vuelta al rubio que estaba de pie en la entrada—Cambiamos de planes a la mitad

—Que mierda hace él aquí—procedió a apuntar al chico de cabellera color púrpura alborotada,ojeras negras bajo sus ojos,sentado pacífica y silenciosamente en el sofá mientras tomaba soda,ignorando la incriminación de Bakugo hacía su persona.

—Yo lo invité—dijo alegremente el rubio mientras tomaba un globo inflado del piso para alzarlo en el aire y golpearlo con la palma de su mano en dirección a Katsuki,golpeando la cara de éste.

Todos mentalmente preparados para la explosión de ira del festejado.

Para en lugar de eso simplemente verlo caminar en dirección a la puerta que llevaba a la terraza,apartando la persiana color dorado de su camino para simplemente deslizar la puerta de cristal y salir.

—Eso definitivamente es nuevo—comentó la chica de cabello corto mientras llevaba un nacho a su boca.

—Luego se le va a pasar—dijo Sero con toda la seguridad de su vida mientras bajaba de la silla después de terminar con las decoraciones.

Continuaron normalmente,mientras el pelirrojo dirigía su mirada a Midoriya quién aún en la entrada simplemente hizo una mueca de inseguridad para caminar y ofrecer su ayuda a los chicos.

Pasaron horas después de eso,todo completamente normal mientras Bakugo aún no regresaba del balcón al departamento,la persiana cerrada impidiendo que Eijiro diese un vistazo al cielo y edificios que disponía el paisaje,y aún más importante,incapaz de divisar al rubio qué yacía ahí haciendo quién sabe qué cosa por su cuenta,nadie tomándole importancia a ésto más embargo,por alguna razón estaba intranquilo,demasiado,sin entender por qué prestaba tanta atención al estado del rubio que lo perturbaba tanto,ni siquiera estaba seguro de que le agradara a éste en lo más mínimo.