¡¡SECTUMSEMPRA!!

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Armonia Nectere Pasus—susurró Draco al armario evanescente, esperando que la manzana que había puesto en él se trasladará a Borgin y Burkes donde estaba su gemelo—Armonia Nectere Pasus—repitió, abrió el armario y la manzana había desaparecido, cerro el armario—Armonía Nectere Pasus—un sonido como de viento resonó en la sala, abrió el armario de nuevo y la manzana apareció ahí con un mordida—Está listo—susurró Draco con voz triste.

En el Gran Comedor había demasiado bullicio, Katie Bell había vuelto de San Mungo. Harry vio a la chica y se le acercó.
—Harry, se lo que dirás, pero no recuerdo nada.—dijo la chica.
—¿Enserio Katie, nada?—preguntó Harry.
—Bueno, solo unos ojos grises, muy grises.—entonces Katie desvió la mirada por encima del hombro de Harry divisando a alguien entrar por las puertas del gran comedor. Harry se volteo para ver lo que la chica veía y el alma se le cayó a los pies, era Draco Malfoy.
"No puede ser, él no es un asesino"—pensó el chico.
Draco miro a Harry, se formó un gran nudo en la garganta al verlo con Katie.
"¿Sabrá que fui yo?"—pensó e inmediatamente se fue corriendo al baño, sin ver que Potter lo seguía.
Al llegar a baño Draco se quitó la túnica de Slytherin, junto con el chaleco quedando solo en la camisa blanca, aflojándose también la corbata, unas lágrimas comenzaban a salir de sus ojos grises.
Harry llego a donde estaba Draco, pego la oreja a la puerta para ver si no había nadie, al no escuchar nada, abrió la puerta con cautela. Malfoy estaba de pie de espaldas a la puerta agarrando con ambas manos el lavamanos y con su rubia cabeza agachada, hablaba con alguien mientras lloraba.
—No llores...—canturreaba Myrtle la llorona desde un cubículo—No llores... Dime que te pasa yo puedo ayudarte.
—Nadie puede ayudarme—se lamentó Malfoy—No puedo hacerlo, no puedo hacerlo, pero tengo que matarlo si no el me matara y...Potter—dijo Draco y empezó a llorar más—no puedo dejar que le hagan daño, lo amo... No puedo hacerlo.
Harry se quedó paralizado ante lo que el rubio había dicho.
—"¿Dijo... Qué?", "¿Me ama?"— Y sin darse cuenta sus labios esbozaron una pequeña sonrisa pero también se sintió mal por él, Malfoy estaba llorando de verdad: las lágrimas le resbalaban por el pálido rostro y caían en el sucio lavamanos. Entonces el rubio levanto la cabeza, se miró en el resquebrajado espejo y a sus espaldas vio a Harry mirándolo de hito en hito desde la puerta Draco se dio vuelta y Harry apunto con la varita, Malfoy no quería hacerle daño pero igual saco su varita y apunto hacia el.
Potter tuvo un fuerte dolor de cabeza y una imagen invadió su mente donde se podía ver a Draco besando el cuello de Harry. El chico de cabello oscuro no aguanto más el no poder saber por qué esas imágenes.
—¿Porque con Draco, porque no con Ginny?—pensó.
—¡Levicorpus!—gritó Harry y agito su varita, pero Malfoy bloqueó el embrujo.
—¡No! ¡No! ¡Basta!—gritó Myrtle la llorona—¡Basta! ¡Basta!
Draco se sentía tan enojado, tan impotente, no quería lastimarlo pero respondió a los hechizos de Harry, que ahora se encontraba frente a un cubículo.
Hubo un fuete estallido y el cubículo que había detrás de Potter exploto. El muchacho intentó echar la maldición de las piernas unidas, que rebotó en la pared detrás de la oreja de Malfoy, Harry resbalo al tiempo que el rubio gritaba:
—¡Oblivia...!
—¡¡Sectumsempra!!—bramó Harry desde el suelo recordando ese hechizo que había visto en el libro de pociones.
De la cara y pecho de Malfoy empezó a salir sangre a chorros, como si lo hubieran cortado con una espada invisible. La varita se le cayó de la mano derecha.
—No—dijo Harry con voz ahogada.
Se puso de pie y se lanzo hacia Draco abrazándolo.
—No... Yo no...
Harry no entendía lo que sucedía y siguió abrazándolo.
—¡Asesinato! ¡Asesinato en el baño!— bramó Myrtle.
—Dra-Draco...yo no...
La puerta se abrió de golpe detrás de Harry, volteo aterrado: Snape, blanco como la cera irrumpió en el baño.
Aparto bruscamente a Harry y se arrodilló sobre Malfoy sacando la varita murmurando un conjuro que casi parecía una canción. La hemorragia se redujo al momento.
Harry contemplaba la escena horrorizado apenas consiente de que él también estaba empapado de sangre, una lagrima salió de su ojo.
"Draco...no quería...yo no..."—pensó.
Cuando Snape hubo realizado su contra maldición por tercera vez, incorporó a Malfoy hasta sentarlo.
—Tengo que llevarte a la enfermería. Quizá te queden cicatrices. Vamos...—Draco solo asintió y se levanto.
Harry se quedó ahí desconcertado por lo que había pasado.
—Vete—le ordenó Myrtle y salió del baño dirigiéndose a la torre de Gryffindor donde contó todo a sus amigos.
—¡¿Que?!—gritó horrorizada Hermione—¿Cómo pudiste hacer eso?
—El hechizo estaba en el libro y pensé que sería...que no sería malo pero...—su voz se corto.
—Oh, Harry—Hermione lo abrazó.
—Pero fue a Malfoy ¿No?—preguntó Ron—No deberías sentirte tan mal.
—Ronald—regaño la castaña dándole un golpe en el hombro.—No importa si fue a Malfoy o no, Harry no debió hacer el hechizo si no sabía lo que hacía.
—¡Harry!—gritó un chico—El profesor Dumbledore te busca—Harry asintió y salió de la torre.

*

Había pasado un día entero desde que Draco entro a la enfermería y todavía no salía, también Harry aún no había podido conseguir lo que Dumbledore le había pedido de Slughorn.
—"Un recuerdo...Horrocruxes"—pensó Harry.
—Harry, ¿ya tienes lo que Dumbledore te pidió?—preguntó Hermione.
—No... Aún no... Creo que solo necesito un poco de suerte...—e inmediatamente recordó la suerte liquida que Slughorn le había dado por hacer bien la poción un día antes de perder la memoria de esa noche se paró del piso y fue a buscarla.
—¿Harry?—dijo Hermione desconcertada.
—¡Suerte! ¡Suerte liquida!—contestó Harry levantándose y mostrando el pequeño frasco de poción que estaba en su baúl.
—¡Eso es Harry!—dijo Ron.
Entonces Harry se sentó frente a sus amigos de nuevo.
—¿Seguro Harry?—dijo la castaña.
—Es lo único que se me ocurre.
Abrió el frasco y se bebió todo el líquido dorado que había dentro.
—¿Cómo te sientes?—preguntó Hermione.
—Bien... ¡demasiado bien!—contestó Harry.
—Esta bien Harry, recuerda que tienes que conseguir esa información a como dé lugar.—dijo la castaña.
—Este... Claro si—contestó Harry ignorando las palabras de Herm. Pero lo que en realidad quería hacer en ese momento era ir a ver a Draco.
Salió de la sala común de Gryffindor dirigiéndose a la enfermería y cuando hubo llegado entro con mucha cautela.
Draco se encontraba dormido acostado en una cama. El de cabello oscuro se acercó a él rubio—"En verdad eres hermoso"—pensó al contemplar su rostro, acaricio sus mejillas y quito un mechón de pelo que tenía en la frente.
Acto seguido Draco se despertó dejando al descubierto sus ojos grises, tan grises que parecían negros en ese instante.
—¿Potter, que haces aquí?—preguntó Malfoy adormilado.
—Es que... Dra... Malfoy...Venia a disculparme... Por lo de... Es que... No sabía que tenía ese efecto y...
—¡Si no sabes el efecto! ¡No lo haces!—Susurró Draco interrumpiendo a Harry, que al mismo tiempo se esforzaba por no lanzársele a él y besarlo.
Ese día sus labios estaban más rojos que la sangre.
—Perdón lo sé... Y por favor—se disculpó—Pero he estado viendo imágenes... Y son raras...
—¿Que ves, Harry?—preguntó Malfoy.
—Pues... Estas tu...—balbuceó Harry con un gran sonrojo—"Me llamo Harry"—pensó.
—¿Y?—contesto Draco, se mordió el labio —"Mierda, el hechizo...lo hice mal"—pensó Draco.
—Y... ¡Oh, por favor!—exclamó Harry y se lanzó sobre Draco besándolo apasionadamente dejándose llevar por ese sentimiento que reprimía desde que comenzó a ver las imágenes.
Harry metió su lengua en la boca de Draco haciendo que este gimiera un poco, instantáneamente se separó de Harry y susurro:
—Harry... No... Por favor—pero no pudo terminar su frase ya que el de cabello oscuro volvió a besarlo con más pasión.—"Cuanto extrañe esto..."—pensó Malfoy.
Se sentía tan bien besar a Malfoy que Potter no quiso separarse ni un poco de el.
—¡Potter! ¡Por Merlín!—gritó el rubio en un susurro separándose de nuevo de el—¡Que no entiendes! ¡No puedo!
Harry lo miro y se volteo dándole la espalda.
—¿Por qué? ¿Por qué no?—gritó Harry—¡Tú tampoco lo entiendes!, todas esas imágenes que veo en mi cabeza... No entiendo... Siento que ya las viví y... Perdón—dijo Harry más calmado— debo irme... perdón.
—Harry... -Dijo Draco muy calmado.
—¡Que!—gritó Harry a la puerta.—¿Qué quieres?
—Es que no solamente sentiste que las viviste...—susurró Draco y se mordió el labio—"No se lo digas"—una voz apareció en la mente del rubio—"Eres un mortifago...eso no lo aceptara"
—¡Sólo.... Cállate y déjame en paz! — susurró Harry y se quedó parado frente a la puerta asimilando lo que el rubio le acaba de decir para después salir de la enfermería.
—¡Ahhh!—gritó Harry y golpeo la pared —¿Por qué?, ¿Por qué?—se preguntó el chico una lagrima broto de su ojo derecho, una más del ojo izquierdo, se apoyó contra la pared y se dejó caer, sentado y con lágrimas en los ojos recordó el beso, acaricio sus labios y se puso de pie.
"Vamos Harry, tienes que ir con Slughorn y averiguar lo que esconde en sus pensamientos"— se limpió las lágrimas y camino hacia la cabaña de Hagrid, pues tenía un presentimiento de que ahí estaba lo que buscaba.

OBLIVIATE - |DRARRY|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora