OBLIVIATE - |DRARRY|

EPILOGO

Doce años después

Habían pasado doce años desde que la joven pareja se había casado, y muchas cosas habían cambiado desde entonces. Una de ellas, es que Harry y Draco tienen un hijo biológico; con ayuda de magia, ciencia Muggle y gracias a Luna, quien prestó su vientre para tener al bebé nació Tristán Denebed Malfoy- Potter el 7 de abril, con hermosos ojos verdes y cabello rubio. Mientras que Edward Remus Lupin-Tonks, mejor conocido como Teddy, estaba a punto de salir de Hogwarts y había adoptado un aspecto único, con cabellera azul y ojos grises. Harry y Draco habían decidido dejarle los apellidos de sus padres para recordarlos y honrarlos.

Todo marchaba a la perfección, eran una familia feliz y plena. Harry y Draco se sentían cada vez más orgullosos de los logros de Teddy y próximamente de los de Tristán.

— ¡Tristán!— grito Draco desde la sala.

— ¿Qué pasa Papá?— respondió el pequeño desde su habitación.

— ¡Empaca tus cosas!

— ¡Ya lo he hecho!— respondió Tristán bajando. — Papá Harry me ha ayudado a hacerlo, esta mañana.

— ¡No olvides el libro de los cuentos!— grito Teddy desde arriba de las escaleras.

— ¡No lo haré!— grito el pequeño mirando a su hermano. Teddy le sonrió y se metió a su recámara.

— ¡Ted! ¡Trist! ¡Bajen a cenar!— grito Harry entrando a la casa. —Hola, amor. — dijo besando a Draco.

— ¿Todo bien en el trabajo?— preguntó el rubio recibiendo las bolsas que traía Harry.

—Un poco atareado pero bien. ¿Qué tal el tuyo?— preguntó mientras se quitaba el saco y lo colgaba en el perchero.

—Nada que un Malfoy no pueda resolver. — respondió y miro el interior de las bolsas. — ¿Pizza, amor?

—Es el último día de vacaciones de los chicos... Quería darles algo especial. — respondió Harry mirando a Draco y levanto los hombros.

—Vale, es una excusa aceptable. — dijo y se dirigió a la cocina.

— ¡Papi!— grito Tristán bajando por las escaleras y abrazando a Harry.

— ¿Qué tal todo pequeño? — pregunto el moreno cargando a su hijo.

— ¡Teddy me regaló su libro de cuentos!— exclamó el pequeño.

— ¿A sí?— pregunto Harry mirando como bajaba el mayor por las escaleras.

—Pensé que a mi hermanito le vendría bien algo de lectura ligera para el trayecto. — dijo y saludo a su padre.

—Espero que "Los cuentos de Beedle el bardo" te parezcan tan interesantes como a mí. — dijo Harry dirigiéndose a la cocina junto con sus hijos.

— ¿Te ayudamos Papá?— pregunto Teddy.

— ¡Por favor!— exclamó Draco. —Pon la mesa, por favor.

Teddy asintió y comenzó a sacar los platos y vasos, todo con ayuda de un poco de magia.

— ¿Y yo?— preguntó Tristán.

— ¿Puedes sacar el jugo de calabaza del refrigerador, cielo?— preguntó Harry.

— ¡Seguro!— respondió el pequeño mientras Harry y Draco preparaban un poco de pasta.

Cuando todo estuvo listo, la familia Malfoy-Potter se dispuso a cenar, pero antes Draco quiso hacer un brindis.

— ¡Por un excelente inicio de clases!— dijo el rubio.