OBLIVIATE - |DRARRY|

LA BATALLA DE HOGWARTS- PARTE II

—"No la tomes... no la tomes..."— pensó Draco.

— ¿¡Draco!? — grito Harry casi sin fuerzas.

El rubio miro a Harry y vio como un par de lágrimas salían de sus ojos, miro la mano del ojiverde y pudo divisar la corbata de Slytherin enredada en su muñeca. Estiro la mano y agarro la de Harry.

— ¿¡Estás loco!? — grito Harry. — ¡Sabes que me muero si te pierdo!

—Lo siento... yo...— Draco abrazo a Harry por la cintura y escondió su cara en su espalda. — Perdón

— ¡Hermione! — grito Ron al ver que el fuego iba subiendo más y más. La chica lanzo un hechizo que provoco un agujero en el fuego para poder pasar.

Cuando todos llegaron a la puerta hubo una gran explosión y cayeron de la escoba. Hermione le lanzo a Harry un colmillo de basilisco.

—Hazlo— dijo Harry a Draco dándole el colmillo y poniéndole la diadema enfrente.

—Harry yo...— dijo Draco.

—Hazlo. — respondió Harry y se puso de pie.

Draco levanto el colmillo y lo enterró con todas sus fuerzas en el Horrocrux. Harry se desplomo.

—¡¡Harry!! — gritaron Draco y Hermione al unísono. El rubio se acercó al ojiverde y lo tomo por la nuca.

Ron pateo la diadema hacia la sala de menesteres y se produjo un estruendo, las puertas se cerraron.

—¡¡Harry!! ¡¿Estás bien!? — grito Draco mirando a Harry y con lágrimas bañándole el rostro.

—Sí...El ultimo es la serpiente...—susurro Harry — Y ya sé dónde está.

— ¿Dónde? —pregunto Ron acercándose a Harry.

—En el atracadero. —respondió el ojiverde.

Todos se levantaron y se encaminaron al atracadero. Pasaron por el gran comedor, el techo de este estaba salpicado por estrellas, como la primera vez que Harry lo había visto. Todo estaba lleno de mortifagos y maldiciones volaban de un lado a otro. Al llegar a la puerta principal vieron por primera vez a lo que se enfrentaban: arañas gigantescas, dementores, un millar de mortifagos y gigantes.

— ¿Pero qué demonios? — dijo Harry al ver un centenar de dementores en la entrada de Hogwarts.

— ¡Harry! Haz un patronus. —dijo Hermione.

—Yo... Es que no tengo mi varita. — respondió el ojiverde. —Hazlo tu Draco.

—Es que... Yo... Jamás he podido hacer uno. — respondió el rubio con un leve color rojo en sus mejillas.

— ¡Expecto Patronus! — grito alguien detrás de ellos.

— ¡Aberforth! — grito Hermione. —Gracias. —Aberforth sonrió.

Cuando llegaron al atracadero se ocultaron tras la puerta y escucharon una voz.

—Mi señor— dijo una angustiada voz.

—Es mi Padre— susurro Draco.

— ¿Por qué Draco no acudió en mi ayuda como los restantes miembros de Slytherin? — preguntó Voldemort.

— ¿Mi hijo está aquí?

—Sí Lucius, ¿No lo sabias?

—No...No señor, pero él puede morir mi señor... y yo no quiero...

—Si tu hijo muere, Lucius, no será por culpa mía.

— Pero... Mi señor mi hijo...

— ¿No habrá decidido hacerse amigo de Potter?