OBLIVIATE - |DRARRY|

CUMPLEAÑOS

Habían pasado cinco años desde que Harry Potter le pidió a Draco Malfoy que viviera con él en Grimmauld Place.  Aquel año, el verano se atrasó. El último día de Julio trajo una mañana tersa y dorada como una manzana. Las cosas estaban mejor, la cicatriz ya no le dolía a él "Joven que venció" pero se había convertido en  Auror mientras que Draco Malfoy era el mejor Medimago hasta el momento. Teddy Lupin había sido adoptado por Harry y vivía con él;  Hermione lo cuidaba en las mañanas, cuando ambos chicos trabajaban.

La casa estaba totalmente diferente, más limpia y con muebles nuevos y algunos artefactos muggles. Draco tenía un auto plateado y Harry una motocicleta negra, ambos transportes volaban.

—¡Teddy!, ponte el suéter. Ya nos vamos.—gritó Draco Malfoy al entrar a su casa, se quitó su bata blanca y la colgó en el perchero.

—¿Porque saliste temprano del trabajo?—pregunto el pequeño peli azul acercándose a la puerta y dándole un beso en la mejilla al rubio.

—Porque hoy es 31 de julio, cumpleaños de Padrino Harry.

—¡No le compramos nada!—exclamó el pequeño.

—La abuela Molly hizo una deliciosa comida y Narcissa hizo algo espectacular... Y yo tengo algo especial.—dijo Draco tocándose el bolsillo de su pantalón.

—¡Maravilloso!—gritó el niño. —¡Tía Jean! —Hermione asomó la cabeza desde la sala.

—¿Jean?—preguntó el rubio.

—A Teddy le dio por llamarme por mi segundo nombre.—respondió la chica acercándose a Draco.

—¡Esa corbata está mal atada, Draco! ¡Ven acá!—gritó Hermione. Tomó la corbata de Draco e hizo el nudo. —Perfecto...

—Teddy... Cariño, déjame acomodarte tu cabello.

—¡Espera tía!—gritó el pequeño y su cabello cambio de azul a rojo, un rojo tono Weasley.

—Interesante.—dijo Draco y sonrío. Hermione imito el gesto. —¿Cómo está mi sobrino?—pregunto Draco tocando el abdomen de Hermione.

—Ha estado muy inquieto...—susurro Hermione y acarició su abultado abdomen.

—¿Nos vamos?—pregunto el rubio viendo a Hermione y a Teddy.

Draco llevaba preparando este día desde hace más de medio año, quería que todo fuera perfecto, nadie además de Hermione, Ron y Narcissa sabían lo que iba a pasar pero les había comentado que aquella noche era importante.

—¿Nervioso Draco?—pregunto Hermione cuando entro a la chimenea.

—Mucho... siento que me voy a desmayar.— respondió el rubio.

—Tranquilo todo va a estar bien—respondió Hermione con una sonrisa y desapareció entre las llamas verdes seguida por Teddy.

—Muy bien... Vamos por el.—dijo Draco antes de desaparecer entre las llamas.

—¡Malfoy!—gritó la señora Weasley al verlo aparecer en la chimenea—Ya todo está listo cielo.

—Perfecto—respondió el rubio—¿Mi madre ya llego?

—Ya cielo, está afuera acomodando las mesas.—respondió Molly sonriéndole a Draco.

—Gracias señora Weasley.

Harry se encontraba en los vestidores de su trabajo con su viejo amigo Ron.

—¡Feliz Cumpleaños Harry!—le gritó Andrew, un compañero del trabajo.

—¡Gracias!—respondió Harry y le sonrió.

—Espero que estés listo para la cena que preparó Mamá—dijo Ron al mismo tiempo que se cambiaba de ropa.