OBLIVIATE - |DRARRY|

DUMBLEDORE.

Harry había conseguido el recuerdo de Slughorn, en él hablaba sobre los Horrocruxes. Lord Voldemort había dividido su alma, al parecer y por lo que le dijo Dumbledore, en siete pedazos. Harry había matado uno, el diario de Tom y Dumbledore el anillo. Tenían que ir por el tercero: "El guardapelo"
—Está en una cueva muy lejos de aquí—aclaro Dumbledore—Toma mi brazo.
—¿Señor?, no se puede desaparecer en Hogwarts.
—Ser yo, tiene algunas ventajas, toma mi brazo.

Draco se encontraba en la enfermería pensando en lo que había sucedido un día antes con Harry—"¿Por qué? ¡Sabía que no era bueno en hechizos! Oh Harry cuanto lo siento"—discutía con sí mismo el chico—"Pero... Oh... Por Merlín! Que bien besas, cuanto extrañaba tus besos, los besos de Pansy no son nada comparados con los tuyos... Harry."
En ese instante la puerta se abrió sacando a Draco de sus cavilaciones.
—¡Oh! Mi amor.—dijo Pansy Parkinson entrando por la puerta—¿Cómo estás?
Draco hizo esfuerzo por no poner los ojos en blanco y esbozó una pequeña sonrisa forzada.
—Bien Pansy, gracias—respondió—estaba bien antes de que llegaras—pensó el chico.
La chica se acercó a Draco y le dio un beso en los labios—"sin duda son mejor los de Potter"—pensó mientras ella lo besaba, se escuchó un ruido, alguien abrió la puerta y Pansy se dio vuelta para ver quien entraba. Era Madame Pomfrey, Draco aprovecho y se limpió los labios con asco.
—Bien muchacho, ya puedes salir.—dijo la enfermera.
—Está bien, Pansy, ¿Podrías esperarme en el gran comedor?
—Claro—dijo la chica y beso la frente del rubio, salió y cerró la puerta.
Draco se vistió y salió de la enfermería pero no fue al gran salón, se dirigió a su habitación ahí se recostó un momento en la cama recordando ese momento, cuando Harry lo beso—"¡No debes pensar en el! ¡Estas con Pansy ahora! ¡Él no debe sufrir por tu culpa! Es demasiado bueno para ti. "—Se levantó de su cama y decidido ir a revisar el armario evanescente.

Cuando llegó al lugar metió el pájaro que tomo de los pasillos y murmuro—Armonia Nectere Pasus—el sonido como el viento resonó y Draco abrió el armario comprobando que ya no había nada, lo cerró y volvió a murmurar—Armonia Nectere Pasus— de nuevo el sonido, lo abrió y dentro de este yacía el ave, desmayada—Bellatrix...—susurró Draco, él sabía que ella lo había hecho, salió de ahí dirigiéndose de nuevo a su cuarto para recoger sus cosas.

En la torre de astronomía se encontraban Harry Potter con el Profesor Dumbledore. Acababan de llegar de la cueva con el Horrocrux en manos.
—Harry... Ve por Snape, cuéntale lo que paso y no hables con nadie más, rápido—jadeo Dumbledore. Harry asintió y se encaminó a las escaleras, entonces se escuchó un ruido.
—Escóndete Harry, abajo—ordenó el profesor Dumbledore

Harry obedeció e hizo lo que el profesor dijo.Una vez estando donde el profesor le ordenó se dio cuenta que había espacios donde se podía ver o "espiar" lo que sucedía arriba, Harry vio entrar a Draco apuntando a Dumbledore con la varita.
—Señor Malfoy, que agradable es verlo.—dijo el profesor Dumbledore muy tranquilo.
—Escuche algo, ¡¿con quién está?!—exigió saber Draco.
—Con nadie, hablaba conmigo mismo es una terapia muy buena, ¿tú también estas solo?
—No, no estoy solo hay mortifagos dentro del colegio.
—Vaya, vaya—dijo Dumbledore alzando su varita.
—¡Expelliarmus!—exclamó rápidamente Draco desarmando a Dumbledore Harry se sobresaltó y apunto a Malfoy con su varita desde abajo.
—Draco, Draco... tú no eres ningún asesino.
—¿Cómo lo sabe?—el chico se dio cuenta que eso se escuchó muy infantil y se ruborizó haciendo que Harry igual lo hiciera—¡Usted no sabe de qué soy capaz! ¡Ni sabe absolutamente nada de mi! ¡Ni sabe lo que ya he hecho!
—Sí, sí lo sé—repuso Dumbledore con suavidad— estuviste a punto de matar a Katie Bell y a Ronald Weasley y llevas todo el curso intentando matarme, además te conozco desde los once años, tal vez desde antes, y se que no eres ningún asesinó, además se que por una persona que tu amas no me matarías. Por temor a que "el" piense mal de ti. —Dumbledore miro hacia abajo donde estaba Harry. Draco diviso esos hermoso ojos color esmeralda, que tantas veces vio de un verde intenso.
—Harry...—susurro Draco. El de cabello oscuro se quedó petrificado.
—"¿Qué dem...? ¿Cómo es que el profesor lo sabe? ¿Desde cuándo?"—se preguntó Harry que estaba algo ruborizado.
—Así es Draco, se lo que tuviste que hacer con el para protegerlo, pero, sea como sea, nos queda poco tiempo. Es hora de que hablemos de nuestras opciones.
—¿Opciones? ¿Qué opciones?—gritó Malfoy—¡Yo no tengo opciones! ¡Si no lo hago el me matara! ¡Matara a mi familia!
De los ojos del rubio resbalo una pequeña lágrima.
—"Él no lo puede matar, él no es un asesino."— pensó Harry —"Está bajando su varita no lo hará..."
—Yo puedo ayudarte, Draco.—dijo el profesor muy calmado.
—No, no puede—la mano con la que sostenía la varita le temblaba cada vez más y ese ritmo la bajaba—El me eligió—susurró y mostro su marca... La marca tenebrosa.
—"¡No, él no puede ser un mortifago, no!"—pensó Harry.
—Pásate a nuestro bando, Draco, y nosotros nos encargaremos de esconderte. Es más, esta misma noche puedo enviar a miembros de la orden a casa de tu madre. A ella también la esconderemos. Pásate a nuestro bando Draco... Tú no eres ningún asesino.
El rubio no contesto tenía la boca entre abierta, la mano seguía temblándole y a Harry le pareció ver que Draco bajaba su varita por completo.
—"Puedo irme con ellos y estar con Harry. Protegerán a mi madre."— pensó el rubio.
En ese momento se oyeron pasos que subían atropelladamente las escaleras Harry se puso tenso. Por lo visto los mortifagos habían llegado.
—¡Ha acorralado a Dumbledore!—exclamó una voz de mujer—¡Lo ha desarmado! ¡Te felicito Draco!—decía su tía Bellatrix.
—Buenas noches Bellatrix, que gusto verte.
—Si lo mismo digo.
Draco levanto un poco su varita, llegaron más mortifagos y se pusieron detrás de él.
—Hazlo Draco—susurró Bella a su oído—Hazlo... Conoces el encaramiento... ¡Mátalo!
En las escaleras se escuchó a alguien más subir y Snape apareció, se posó al lado de Draco y miro a Dumbledore.
—Por favor, Severus—susurró Dumbledore.
—Avada Kedavra—gritó Snape apuntando con su varita al director dejando que este cayera.
—¡¡No!!—gritó Harry pero enseguida se tapó la boca.
—¡Morsmordre!—gritó Bellatrix apuntando al cielo y la marca tenebrosa apareció en el.
Bajaron las escaleras. Snape jaloneaba a Draco. Se dirigieron a la salida del castillo. Harry los persiguió.
—¿Por qué?, ¡el confiaba en usted!—gritó Harry apuntando a Snape con su varita—¡Incarcerus!
—¡¡CRUCIO!!—respondió Bellatrix.
—¡No!—gritó Draco, haciendo que todas las miradas se giraran hacia él.
—Él le pertenece al señor tenebroso.—mintió.
—Draco tiene razón—contesto Snape dandole la espalda a Harry que estaba tirado en el suelo.
—¡¡SECTUMSEMPRA!!—gritó Harry pero Snape logro esquivar el hechizo.
—¿Te atreves a usar mis propios hechizos contra mí?
—¿Qu-que?
—Así es... yo soy el príncipe mestizo.—respondió Snape.
—Príncipe mestizo..."Este libro es propiedad del príncipe mestizo",el libro de pociones.—pensó Harry. Snape dio media vuelta y se encamino al bosque prohibido. Draco se arrodillo junto a Harry.
—Lo-Lo siento—murmuro, le dio un beso en la frente. Harry lo miro a los ojos y vio que una lagrima caía de ellos.
—¿Draco?—gritó Bellatrix.
—Ya voy—respondió con voz entrecortada. Se levantó, miro a Harry y se fue al bosque prohibido.