OBLIVIATE - |DRARRY|

¿QUÉ DICES?

El sol entraba por la ventana de la recámara de Harry y Draco y daba justo en la cara del rubio quien estaba encima del pecho del moreno. Draco sintió como Harry comenzó a acariciar su cabello muy delicadamente.

—Buenos días...— susurró Harry y beso la coronilla de Draco.

—Excelentes diría yo...— dijo Draco con una sonrisa.

—Me encanta lo que hiciste con la recámara. — dijo Harry observando todo el cuarto. Era de color gris claro y había repisas en las paredes con libros, cuadros y adornos. El clóset era de color negro y había ropa nueva, incluso tenían un televisor. Harry rió bajito al ver la televisión.

—Me gusta entretenerme un poco con el mundo muggle. — dijo Draco. — Y a Teddy le fascina ver las caricaturas.

—Ya lo creo. — susurro Harry y cerró un momento los ojos y sintió todo a su alrededor, escucho a los pájaros cantar, la respiración de Draco, sintió su aroma y el calor que emanaba de ambos.

— ¿Quieres que prepare algo de desayunar?— dijo Draco acariciando el pecho de Harry.

— ¿No trataras de envenenarme, verdad Malfoy?— preguntó Harry con una sonrisa pícara.

—Solo un poco. — dijo Draco y se levantó de la cama.

— ¡Vaya trasero Malfoy!— exclamó el moreno. Draco se ruborizó de inmediato y se enredó las sábanas en la cintura.

— ¡Vamos príncipe! Ya lo he visto todo... Y para decir verdad... Me fascina. — dijo Harry con voz picara.

— ¡Cállate Potter!— exclamó Draco y se puso sus bóxer. —Ponte la bata y bajemos a desa...— Draco se vio interrumpido por Harry quien lo beso.

— ¿Qué preparará el príncipe de las serpientes para este León hambriento?

—Ya veremos q-qué se me oc-curre...— susurró Draco con la voz entrecortada al sentir a Harry besar su cuello.

Bajaron a la cocina y Harry puso café en la cafetera, mientras Draco preparaba hot cakes.

— ¿Qué haces?— preguntó Harry con una sonrisa.

—Hot cakes— respondió Draco apuntando con su varita a la harina.

—Pero así no, cielo...— Harry se acercó y tomó la harina, los huevo y la leche y lo vacío en un tazón. —Hagamoslos de manera Muggle.

— ¿Cómo es que sabes cocinar?— pregunto el rubio, mientras se colocaba un mandil.

—Yo cocinaba cuando vivía con los Dursley... — dijo Harry con tono nostálgico.

—Ohhhh... — respondió el rubio y le puso el mandil a Harry. Harry tomó los brazos de Draco y el enredo en su cadera.

—Pero ahora todo está mejor.

—Sí — respondió Draco y le beso el cuello a Harry. El muchacho más bajo acarició los brazos del rubio, este los apartó y se bajó las mangas de la bata.

—Debes sentirte decepcionado por...

— ¿Por tus cicatrices?— preguntó Harry y Draco asintió. —No, amor. — respondió el moreno poniendo un poco de la mezcla de hot cakes en el sartén. —Me siento afligido... Y decepcionado de mí. Por no haber estado contigo cuando me necesitaste.

—Pero yo... Yo soy el que se alejó de todos y se dejó caer... Caer hasta el fondo.

—A veces necesitamos tocar fondo para saber que estamos mal. — respondió Harry dándole la vuelta al hot cake. —Pero ya no hablemos de cosas tristes y deprimentes... Mejor pon algo de música.