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Pasé los siguientes tres meses encerrado en mi habitación.
Maldita sea, le echaba de menos. Demasiado. Ahora no tenía a nadie con quien salir, a quien hablar, a quien contar todos mis pensamientos e ideas.
Nunca se me pasaría por la cabeza hablar con los amigos de mi hermano, ellos; era odiosos.
Lo supe desde el primer momento.
Llegué al instituto destrozado.
Mi hermano estaba ingresado en el hospital tras haber tenido un accidente con su moto. Lo peor de todo era; hoy era mi primer día de clases en este instituto.
Llegué en la hora del almuerzo. Justo cuando todos estaban en la cafetería almorzando.
Entré en la amplia cafetería. Muchas personas -casi todos- se giraron a verme. Mis mejillas flamearon al instante. La mirada de las animadoras se clavó en mí casi asesinamente.
La de algunos chicos... Asquerosamente. Babosos. Suspiré pensando que si Zayn estuviera aquí, ya habría dado algunos golpes a algunos, los que probablemente eran sus amigos.
Tenían al menos un año más.
Di un paso sin siquiera fijarme donde pisaba, estaba demasiado distraído en mis propios pensamientos. Choqué con alguien.
-Oh, lo siento.—Dije rápidamente.
Miré al chico con el que había chocado.
Un chico alto, ojos verdes azulados, mandíbula fuerte. Llevaba grandes gafas, que lograban provocar unos ojos más grandes de lo común, un chaleco verde claro con una corbata y pantalones a juego. El pelo echado hacia atrás con demasiada gomina.
Era el típico pardillo, empollón, supongo. Aún que debo decir, que le veía algo atractivo.
-¡Oh, vamos, Marcel!—Rió un chico de la mesa que eran del grupo de Zayn—¡No seas patético y vuelve a tú rincón!—La mayoría de la cafetería comenzó a reír.
El chico me miró humillado, esperando a que yo comenzara a reír como los demás.
Pero no lo hice. Le sonreí compadecido de él.
-Uhm, ¿Marcel? Soy Louis-
Él hizo una mueca y luego sonrió dejando ver unos hoyuelos a ambos lados de su perfecta sonrisa.
-Encantado.—Murmuró.
Nervioso se dio la vuelta y comenzó a andar a paso lento y con la cabeza gacha.
-Marcel, olvídate de él. No está a tú alcance.—Rió otro de los chicos. Me miró.—¿A qué no, precioso?—Enarcó una ceja.
Bufé, ignorando por completo a aquel grupo de imbéciles y me acerqué al pobre Marcel.
Él parecía confuso. Me daba pena, mucha pena. Él no parecía mala persona y todos se reían de él por sus vestimentas y por su estatus social.
Me fui con él a una mesa apartada de todo el mundo. De verdad que parecía nervioso conmigo y yo me sentía intimidado ya que media cafetería me miraba por estar con Marcel.
-Harry.—Murmuró. Le miré confuso con mi ceño fruncido.—Me llamo Harry.—Sonrió tímidamente.
Abrí mis ojos con sorpresa. Mis mejillas tomaron un color rojo claro, peiné mi flequillo intentando ocultar mi sonrojo.
-Y... ¿Lo de Marcel?—Pregunté extrañado.
Él se encogió de hombros mirando su bandeja.
-Me llaman así. Es uno de mis apodos.—Dijo removiendo su puré de patatas con su tenedor de plástico.
Le miré esperando a que me dijera más. Él fijó su mirada en mí.
-Ya sabes; Marcel, idiota, empollón, estúpido, maricón... —Hizo una mueca.—Supongo que prefiero que me llamen Marcel antes que todos esos insultos.—Se encogió de hombros.
Pestañeé varias veces y rodé los ojos con una sonrisa fugaz.
-Son unos estúpidos, Harry. No les hagas caso.-
Él me miró durante unos segundos y sonrió algo sonrojado.
Desde ese día hablábamos siempre.
Me sentaba con él en la cafetería, en clase, y en algunos descansos. Hasta que Zayn se recuperó del todo y pudo volver. Nada más verme con Harry, se puso hecho una furia. Me cogió del brazo y me dijo claramente;
''No quiero verte con el estúpido de Marcel. No vaya a ser que se te pegue la idiotez. ''
Sabía que Zayn, no era un chico malo. Ni mucho menos. Él era el mejor hermano del mundo.
El único problema era que se dejaba llevar mucho por lo que pensaban las otras personas. Me obligaba a sentarme con él en la mesa de sus amigos 'populares' cada día.
Al menos, fuera de la escuela, Zayn me dejaba salir con él. (Aún que vigilaba mucho ya que él me tenía por su 'hermanito pequeño').
Todo chico que se acercaba a mi, era una amenaza. Era el típico hermano sobre protector.
La verdad es que muchas veces me he preguntado si Harry, en todo el tiempo que estuvimos juntos, había sentido algo por mí.
Zayn siempre decía;
''Apostaría mi mano derecha a que, ese chico está loco por ti."
Y siempre me echaba a reír sin saber muy bien que decir.
Mi relación con Harry se había basado siempre en eso de ser mejores amigos.
Pero sabía que yo nunca había visto a Harry como mi mejor amigo. Le veía de forma...¿especial?.
¿Un chico feo? Nunca, jamás, ni la primera vez que le vi, pensé que él fuera feo. Y eso lo comprobé una vez que Zayn empujó a Harry a la piscina supuestamente por 'estar muy cerca de mi' y al caer al agua quedó con el pelo desordenado.
Las gafas flotaban en el agua y su camisa blanca sin mangas con el agua se transparentó un poco y se ajustó aún más a su cuerpo. Zayn se arrepintió de haberle lanzado al agua.
Su cabello rizado caía por su frente y no dejaba de sonreír haciendo visible sus hoyuelos.
En ese momento supe que Harry estaba demasiado lejos de considerarse alguien feo.
¿Enamorado de Harry—más conocido como Marcel—? Y empezaba a dudar el no estar enamorado de él. Pero, ¿qué sabía yo?.
Él ya no estaba aquí y no podía hacer nada respecto aquello.
Pero él me prometió que algún día volveríamos a vernos.
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M A R C E L
FanfictionEl tiempo cambia a las personas. Los lugares también. Pero, ¿y los sentimientos?.