Misión 21

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Equipo

Shoto se había dedicado a resguardar a los civiles.

Priorizar a los más débiles era algo que su hermana le inculcó de una forma única, siempre pensó que cada vez que hablaban al respecto... cuando discutían sobre las prioridades heroicas que debe enfocarse... su hermana tenía un gesto lejano, casi incrédulo y desdeñoso... como si sus prioridades siempre hubieran sido otras antes de ejercer.

En ese entonces se preguntaba ¿Qué pasaba por su mente? ¿No creía en los héroes? ¿Por qué era un Héroe?

Hoy entiende mejor que quizás es que como Tobirama no tenía la libertad de priorizar a los necesitados, que aún no reconciliaba el objetivo del heroísmo porque creció sin la opción de proteger al débil... antes de ser su hermana entrenó para matar, sobrevivir, ver morir y morir... apenas alcanzando para proteger a tu clan, su familia y aun así solo quedaron dos hermanos contándose.

Itama era un niño más pequeño que Shoto cuando murió, acorralado y abrumado.

Kawarama era aún más pequeño cuando fue destrozado.

Edades que sacó de Hashirama en las reuniones de almuerzo cuando Shoji y Ojiro no los acompañaban... hermanos pequeños que no pudieron sostener más allá de su infancia, que no pudieron proteger... solo por un momento, abandonando su pequeño atisbo de odio a su rival, sintió pena pero no sabiendo como consolar, decidió mantener silencio... entonces Shoto eligió a uno para honrar y al otro para recordar.

Así que ahora más que nunca se aferra a sus enseñanzas, arrastrándose por el suelo con el calor sofocando el interior... se aparta junto con Natsuo del enfrentamiento y no cuestiona... comprende lo suficiente para saber que su padre como su rival confía en ellos para protegerse y proteger a los civiles que evacuan.

Además uno no desobedece al jefe del clan.

Menos cuando está respaldado por el shodaime.

Intercambiando señales con Natsuo, tranquilizan a los aterrorizados civiles que los miran incrédulos... hasta dudosos... para todos ellos son niños tratando de ser héroes y es tonto ¿no ven el peligro? ¿Qué necesidad de quedarse donde la cocina puede explotar en cualquier momento? ¿O que un villano los tome como rehenes? Shoto no entiende, de verdad... pero se esfuerza para convencer a todos de moverse bajo el cubierto de su hielo.

Natsuo era más fácil con la gente.

Shoto aprendió a dejarle hablar cuando hizo llorar a una de las mujeres por una razón que no comprende (su convicción de explicar con detalle cómo es morir quemados si se quedan).

Salir del edificio no fue difícil después de esto.

Solo dió una última mirada al interior del restaurante... solo un pensamiento que su comida estaba interrumpida... su reunión familiar arruinada (no acepta pero le duele)... sabía que debían estar con cuidado, que lo que prepara su padre era peligroso... pero nunca pensó que fueran capaces de atacarlos cuando eran civiles... cuando estaban en familia... su hermana seguro sabrá explicarle el motivo de tal osadía de los villanos.

El exterior no era mucho mejor.

La gente gritaba saliendo de los edificios aledaños, parpadeó cuando eran varios Hashirama guiando a las personas lejos del peligro con sonrisas, promesas y tranquilizadora... una de estas copias se dió cuenta de su grupo y le guiñó el ojo.

-Nunca me acostumbrare a esto- Natsuo se quejó a su lado admirando solo unos segundos la habilidad de copiarse de la integrante más nueva del clan... ambos hermanos admiten que era bastante útil si podía estar en varios lugares en el mismo momento.

𝙻𝚊𝚜 𝚂𝚘𝚖𝚋𝚛𝚊𝚜 𝙳𝚎 𝙻𝚊 𝙷𝚘𝚓𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora