Omakes aleatorios

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Omakes aleatorios

Ectoplasm no evita detenerse a medio de su discurso para girarse un tanto confundido a ver a sus alumnos pulcramente sentados en sus pupitres... arruga su ceño bajo su disfraz buscando quien está haciendo ese zumbido que lo distrae... entonces, lo nota, al final de una de las hileras, junto a la ventana, una de las niñas está encorvada sobre su escritorio.

¿Está dormida?

Aún cuando no expresa nada, porque su disfraz no tiene ese nivel de personalización, la incredulidad destila en toda su postura al bajar el plumón y enfocar directamente al infractor descarado... el resto de sus alumnos, parecen finalmente notar la falta y empiezan a susurrar furiosamente... unos enojados, otros divertidos y pocos, como el hermano de Ingenium, a punto de explotar.

Porque ningún estudiante, menos de la clase heroica, ha tenido la desvergüenza de dormirse abiertamente en medio de una clase... sí, probablemente muchos no ponen atención... otros mirarían un punto en la pared o fingirían que están en el mismo plano... pero nada tan obvio como esto.

-Senju-san- llama con su voz haciendo eco.

La niña por supuesto solo murmura en voz baja, antes de acomodarse sin preocupaciones.

Arquea la ceja por la falta de seriedad en el asunto, algo que nadie puede ver, suspira ruidosamente al dejar el plumón junto con el libro en su escritorio... niega un tanto exasperado, y bajo la atenta mirada de los demás estudiantes, se desliza por el corredor rumbo al asiento infractor.

Era un lío de cabello, con sus manos cómodamente como almohada, bajo la cálida luz del sol de esa mañana... era la viva imagen de serenidad con pocas complejidades... Ectoplasm se detiene solo a mirarla con largo detenimiento, pero el peso de su presencia o mirada parece simplemente no hacerla reaccionar... negando un tanto fastidiado, extiende su mano para tratar de tocar su hombro... sin embargo, no logra tocarla cuando su mano sale disparada a detenerle.

Se tensa bajo el apretón firme de alguien tan delicado.

Algo en sí mismo nacido de haber vivido varios escenarios complicados le grita que se prepare.

Entonces ella parece abrir sus ojos, el brillo extraño en ellos se disipa en reconocimiento, con una sonrisa soleada... lo suelta como si nada al enderezarse -Oh, ¿Ya terminó la clase?- pregunta entusiasmada mirando alrededor de varios estudiantes indiscretos.

-¡Como puedes dormir en clases!- es Tenya quien discute desde su lugar, obviamente rompiendo el protocolo y apuntándola acusador... ya llegó a su límite, al parecer, fulminando a la infractora.

Pero Ectoplasm solo levanta su mano para callar a los estudiantes que tomaron esto como el permiso para hablar, sigue mirando a la niña que se ha marchitado bajo la mirada acusadora de los jovencitos responsables de la clase.

No deja de pensar en el agarre de su muñeca, le duele un poco, pero nada grave... abre y cierra la mano experimental... igualmente no abandona ese sentimiento de peligro, cómo un simple reflejo lo puso en alerta... luego sus ojos que brillaron por unos pocos segundos en consideración... suspira, quizás ha estado trabajando demasiado si lee de más a uno de primer año cuya experiencia es nula en combate.

Ectoplasm suspira al negar, entonces piensa en lo que ya tiene escrito en el pizarrón -Pareces bastante cómoda durmiendo en clase- su tono es compuesto, pero tiene el reproche tiñéndolo.

La adolescente solo le da una sonrisa nada culpable a cambio.

-Quiero que resuelvas lo que acabo de apuntar en el pizarrón- ordena secamente, porque debe enseñar que no es tolerable que queden dormidos en medio de su discurso.

𝙻𝚊𝚜 𝚂𝚘𝚖𝚋𝚛𝚊𝚜 𝙳𝚎 𝙻𝚊 𝙷𝚘𝚓𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora