An Innocent Love ~seth clearwater~

~CAPÍTULO 11~

Romina Swan

¿Yo?, ¿novia de Seth?, el es lindo pero desde que lo conoci nunca se me cruzó por la mente la idea de ser su novia.

Nisiquiera me gusta, pero tal vez yo a él si, y yo no quisiera lastimarlo, lo quiero pero no como un novio, ¿o si?.

¿Como sabes que amas a alguien pero no como amigos?.

Lo correcto sería esperar a que bella regresará de donde sea que fue y tal vez podría tener eso llamado "charla de chicas” con ella.

Normalmente cuando mamá y bella hablaban de esas cosas yo prefería ir con Phil al Arcade.

—¿Si eres novia de Seth? —preguntó Paul

—¿si? —me cuestione a mi misma

—¿es pregunta o respuesta? —bromeó Embry

—no lo sé —respondí confundida

—dejen a los niños en paz —habló Emili desde la cocina

—¿que es eso que tienes ahí? —pregunte mientras miraba a la hermana de Jacob quien se sonrojo ante mí pregunta

Había notado que emili y las otras dos chicas tenían en medio de su hombro y cuello una especie de ¿mordida?.

Era algo que nunca había visto y yo he visto muchas cosas, como a la abuela en ropa interior.

—creí que Sam te lo había explicado —habló mientras lo miraba mal, hasta yo tuve miedo en ese momento y yo creo que Sam hoy duerme en el sofa

—yo creí que tu lo harías —confeso para luego ser golpeado por un trozo de galleta

—¿alguien me dirá que es eso? —inquiri aun más confundida

—son los mosquitos, aquí hay muchos —respondió Embry para luego reír con nerviosismo

—ustedes son raros —afirme

—hablo la mas normal del lugar, la niña enamorada de la rana —ironizo Paul

—yo hablaré con Bella y ella te lo dirá, ahora come tus galletas —dijo Jacob para luego meter una galleta a mi boca

Pase toda la tarde en casa de Emili y Sam y después jake me llevó a mi casa.

Bella aún no volvía así que le dije a mi padre que se había quedado a dormir en la casa de Martha.

Estaba terminando de resolver un crucigrama cuando sentí algo húmedo en mi ropa interior y un horrible dolor en mi abdomen bajo.

Corrí al baño más rápido que la velocidad de la luz, al revisar me di cuenta de que estaba manchada de sangre.

Esto no puede ser posible, tenía ganas de gritar y maldecir a todo aquel que se me pusiera en frente, por que me tenía que llegar la menstruación a mi.

Quite mi ropa para darme un baño de agua tibia, al terminar tome una bata y fui rápido a mi habitación.

Al llegar seque bien mi cuerpo y después acomode la compresa en mi ropa interior, se sentía raro y se supone que esto me pasara cada mes.

Terminé de vestirme y me puse mis pantuflas para ir a preparar un té y que estos horribles dolores se fueran a la mierd*.

—¿quieres pizza? —preguntó papá y yo nege inmediatamente

Bella solia preparar para ella un té de canela y frutos rojos, así que yo hice lo mismo.

—romina, ¿te sientes bien? —preguntó confundido mientras se levantaba del sofa

—claro que si —respondí con una falsa sonrisa— quien carajos se sentiría bien cuando le salen diez litros de sangre de la vagina —murmure esto último entre dientes

—¿que? —inquirio

—no nada, iré a dormir —avise para luego irme a mi habitación con mi taza de té caliente

Al día siguiente...

Me desperté por las voces que provenían de la habitación de bella.

Me levante con rapidez y tomé mi peluche de rana para luego entrar a su habitación de golpe.

Debo lavarme los ojos con jabón, bella estaba en una situación algo comprometedora con, el cielo sabrá quien es ese.

—¡romina! —exclamó bella apenada

—¿quién es el y por qué parecía querer comerte? —pregunte molesta mientras lo miraba mal, el chico me extendió su mano esperando que lo saludara y yo solo lo ignore

—es Edward, ella es mi hermana menor —respondió ella

—es un placer conocerte, soy Edward Cullen —se presentó y yo asentí con seriedad

—mi padre se enterara de esto —adverti

—te doy veinte dólares y no le dices nada a tu padre —intento sobornarme sacando su billetera

—no los quiero y no los nesecito —avise con una sonrisa burlesca

—brinquitos, la rana de la tienda de mascotas “Jewells” en la calle Maple —agregó y fue donde capto mi atención por completo

—agrega quinientos dolares y tienes un trato —sugerí con una sonrisa inocente

El solo me miró sorprendido para luego darme los billetes.

—quiero esa rana para mañana por la tarde —hable mientras contaba el dinero para asegurarme de que todo estuviera en orden

Un chocolate hubiera sido más que suficiente pero el empezó a ofrecer dinero y quien soy yo para rechazar una oferta como esa.

Sali feliz de esa habitación, tendría a brinquitos conmigo para mañana y nisiquiera me importo el hecho de que ese Eduardo supiera sobre la pequeña rana.

Guarde el dinero dentro de mi peluche, el señor Sprinkols, el no estaba relleno de felpa, en su interior solo había billetes.

♡gracias por leer♡