An Innocent Love ~seth clearwater~

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Romina Swan

Me gustaba ir de compras con mamá, era aburrido pero por los dulces yo arriesgaría mi vida. Después de pasar quince minutos en el auto molestando a Phil sentí que era tiempo de dejarlo descansar, hasta yo se cuando detenerme.

—abrieron una tienda de mascotas frente al super mercado, tal vez Romina quiere ir —afirmó Phil sonriendo agotado.

—si quiero, ¿Puedo comprar un perro? —pregunte mirando a mi madre pero ella negó de inmediato— ¿un gato? ¿Una tortuga?

—lo siento Romi, esa es una gran responsabilidad.

—Lottie tiene un cachorro —le recordé.

—Charlotte es más responsable.

Eso no era cierto, en ocasiones creía que el cachorro cuidaba más de Charlotte que ella de el, especialmente cuando está se sumergía en las profundidades de su armario buscando el atuendo adecuado para molestar al profesor Clarke.

—como sea, solo iré a ver.

Yo era lo suficientemente responsable como para tener una mascota, siempre que hacía experimentos tomaba muchas precauciones.

Después de cruzar la calle como la persona responsable que soy llegué a esa increíble tienda donde tenían todo tipo de animales, me propuse buscar un camaleón pues según la profesora de química son los mejores animales. Mientras caminaba lentamente acariciando todos los terrarios me tope con uno que llamo mi atención más que los otros, no había nada ahí dentro.

—¿Que hay aquí? —pregunte dirigiendome al hombre que estaba en la caja registradora.

—es una rana —respondió.

—pues ya no está, se aburrió y se fue —afirme, empezaba a alejarme cuando él volvió a hablar.

—es muy pequeña, pero lo suficientemente grande como para caber en tu dedo.

Retrocedí rápidamente y busque con cuidado al animal, cuando mis ojos encontraron a esa cosita tan hermosa supe lo que significaba; tenía que ser para mí.

Era tan perfecta, la rana más hermosa que jamás hubiera visto, parecía estar sonriendo.

No entendía este extraño sentimiento, un extraño revoloteo en mi estómago, como un montón de mariposas jugando.

¿Podría ser esto un enamoramiento? Por supuesto que sí, tenía que tenerla.

—¿Cómo se llama? —interroge con mi frente pegada al cristal para poder ver mejor.

—la pequeña rana.

Ese no era un nombre lindo, una rana bonita necesitaba un nombre bonito y yo le pondría uno, lo pensaría bien, no quería equivocarme y ponerle un nombre incorrecto.

—¿Es hembra o macho? —pregunte sin mirarlo.

—macho.

Las ranas saltan, seguro a este le encanta hacerlo...

—tiene cara de que se llama Brinquitos.

—yo le veo cara de Antonio —dijo levantando su mirada.

—brinquitos —dije con firmeza.